SILEONI Y PERCZYK PARTICIPARON EN EL INICIO DEL CICLO LECTIVO 2015.

“Es un día histórico: hoy inauguramos la escuela secundaria de la UNGS, un viejo anhelo que formaba parte del proyecto fundacional de la Universidad. Y quiero subrayar que eso es posible en el marco de una política pública del Estado nacional: una política que crea escuelas secundarias en las universidades nacionales para asegurar el derecho de los jóvenes a la educación”, expresó la rectora Gabriela Diker en el acto de inauguración de la escuela y de inicio del ciclo lectivo 2015.

En la ceremonia estuvieron presentes el ministro de Educación de la Nación Alberto Sileoni, el secretario de Educación Jaime Perczyk, la directora de la Escuela Mariela Panozzo y la vicedirectora Graciela Bellome, autoridades de la Universidad, inspectores y directivos de escuelas de la región, representantes gremiales y de organizaciones de la zona, directivos de otros establecimientos educativos, personal de la UNGS, estudiantes y los padres de los jóvenes.

En sus palabras, Sileoni destacó: “Tenemos puestas las mayores expectativas en estas nuevas escuelas, que son hijas de la responsabilidad de un Estado atento y de la audacia y la valentía de universidades públicas que, como esta, han decidido acompañar esta política pública. Nos gustan las universidades que eligen meterse en este tipo de problemas”.

Una de las particularidades de la Escuela de la UNGS es la coexistencia de una modalidad técnica con modalidades bachiller, una propuesta inusual en el sistema educativo. “Nos interesa hacer convivir estas modalidades”, expresó Diker: “incorporar lo mejor de esas tradiciones y ampliar las posibilidades educativas de los chicos brindando alternativas que habitualmente no se ofrecen en ciertas zonas de la provincia, como es el caso, por ejemplo, del bachillerato en lenguas extranjeras.

Diker enfatizó  que “el proyecto del Ministerio es una apuesta que va en contra de la tradición elitista y selectiva de los colegios universitarios”, y que “son pocas las universidades que ponen en discusión esa tradición”. Y defendió la idea de derecho por sobre la de inclusión: “Este no es un proyecto de inclusión, es una política de Estado que se centra en una ley que garantiza el derecho a la educación de todos nuestros jóvenes”.

En el mismo sentido, la directora de la Escuela expresó que la propuesta de la institución “piensa a los alumnos como sujetos de derechos”, y que en esa perspectiva se diseñarán y realizarán intervenciones que intenten “dar respuesta a la repitencia, al abandono y al desinterés”, todos ellos problemas claves del nivel secundario. Dirigiéndose a los alumnos, les dijo: “Ustedes son los protagonistas activos de la Escuela. Queremos que aprendan a hacer un ejercicio ciudadano pleno para lograr una sociedad más justa, libre e integrada”.

La rectora agradeció en su discurso el entusiasmo, el compromiso y el trabajo de la comunidad universitaria y del Ministerio de Educación en la puesta en marcha del proyecto. Destacó el acompañamiento del Consejo Superior, que creó la Escuela en una sesión extraordinaria a fines de 2014, y el trabajo realizado por las áreas de Infraestructura, Servicios Generales, Publicaciones y Secretaría General. Y agradeció muy especialmente a la Secretaría Académica, a su titular, Oscar Graizer, y a la investigadora docente y especialista en educación Flavia Terigi, que trabajaron intensamente en la definición del programa formativo, en el modelo organizacional de la Escuela y en su puesta en marcha.

Voces de un proyecto

LOS RESPONSABLES DEL DISEÑO Y LA CONDUCCIÓN DE LA ESCUELA.

“Es una escuela que le abrirá generosamente los brazos a todos los que quieran ingresar, y que a los que tengan más dificultades les brindará mayor asistencia. Agradecemos y sostenemos la valentía de este proyecto porque es parte de la discusión que damos todos los días con algunos sectores que creen que una escuela de calidad debe ser una escuela que incluya a los “buenos” y que desestime a los “malos”. Nosotros queremos una escuela que contenga a los que tienen ganas de estudiar y también a los que tienen menos ganas, y a los que trastabillan y a los que hay que ir a buscar. La Universidad tiene recursos profesionales, institucionales, humanos y espirituales para llevar adelante esta gran apuesta”. (Alberto Sileoni)

“El desafío es crear nuevas formas de escolarización que les ofrezcan a los chicos mejores oportunidades para terminar su escuela y para aprender más en esa escuela. El desafío también es producir un conocimiento sobre esas alternativas que pueda convertirse en una política que mejore la educación del conjunto del sistema educativo. Educar a los 500 alumnos que tendrá finalmente la Escuela es en sí mismo un desafío; aprender de esta experiencia para transferirla al sistema educativo y ponerla en diálogo con este a través de las políticas es el otro”. (Gabiela Diker)

“El nivel medio tiene que dar cumplimiento a los derechos educativos de todos los adolescentes, y enfrenta el problema de un modelo organizacional y pedagógico construido para otro tiempo, para otros fines. El desafío es transformar el modelo organizacional y el programa formativo de la escuela secundaria, desde sus bases y con sus profesores”. (Flavia Terigi)

“Hace mucho tiempo que en la UNGS investigamos sobre el nivel medio. Me ha tocado hacer el nexo entre lo mucho que sabemos sobre lo que puede hacerse y las formas concretas que eso toma en una institución en creación. Las novedades se juegan en grandes asuntos, como la normativa escolar (el régimen académico, los planes de estudio), las definiciones sobre el trabajo pedagógico de los profesores o los modos de pensar el espacio escolar, pero también en cómo se toman decisiones en el día a día”. (Flavia Terigi)

“Es un hito en la historia de la Universidad. Una escuela secundaria dentro de la Universidad plantea la responsabilidad de formar jóvenes de sectores populares, a quienes está dirigida esta escuela. Esta escuela tiene un formato específicamente ideado para aquellos jóvenes y adolescentes que han tenido trayectorias escolares interrumpidas, a los que el sistema regular de la escuela secundaria les hace complicado el tránsito”. (Oscar Graizer)

“La escuela nos fuerza a las universidades a ocuparnos de lo que sucede en el nivel secundario de nuestro país. La universidad no puede ser solamente el lugar desde el que dirigir permanentemente críticas a los problemas que tiene la escuela secundaria, porque la universidad es corresponsable de esos problemas. La educación secundaria es también nuestro problema”. (Gabriela Diker)

“El desafío principal es hacer una escuela atractiva para los adolescentes, que los chicos quieran ser parte de ella. En general los chicos y sus familias piensan la escuela como un espacio obligatorio, un tránsito que hay que vivir irremediablemente, y eso genera predisposición a no estar bien. Es un espacio que no está pensado para los chicos, está pensando por adultos en función de las necesidades de los adultos, y nuestro objetivo es romper con esa estructura, hacer una escuela que contenga a los chicos y que fundamentalmente escuche lo que tienen para aportar”. (Mariela Panozzo, directora de la Escuela Secundaria de la UNGS).

La bienvenida

Son 97 los jóvenes que el lunes 16 de marzo de 2015 comenzaron a cursar la Escuela Secundaria de la UNGS. La mayoría de ellos, acompañados por sus padres y amigos, se acercó caminando hasta el Campus de la Universidad, porque viven en el barrio, a unas pocas cuadras. El entusiasmo se hacía visible en sus expresiones: estaban cómodos y ya se sentían parte del nuevo espacio escolar. Habían sido convocados el viernes previo para ver la Escuela, hablar con sus directivos y conocerse entre sí, aunque muchos ya son amigos. En esa oportunidad se desarrollaron actividades integradoras, y los chicos expresaron, en papelitos de colores, sus expectativas, deseos y desafíos. En esos papelitos, que se incorporaron a un gran cartel de bienvenida en el ingreso de la Escuela, se leen palabras y expresiones como: “difícil”, “divertido”, “esfuerzo”, “nervios”, “sueños”, “una biblioteca con historias fantásticas (aparte de los libros para estudiar)”, “jugar al fútbol”, “hacer viajes y campamentos”. Los chicos recibieron remeras con el logo de la UNGS, que muchos vistieron el primer día de clases.