Políticas de género

EDITORIAL.

La Universidad Nacional de General Sarmiento ha asumido desde el inicio de su actividad un fuerte compromiso con la igualdad de género, la protección integral y la prevención de la violencia contra las mujeres y el respeto por la diversidad sexual. A fin de generar un marco normativo capaz de articular las múltiples iniciativas y acciones institucionales en estos campos y de dar lugar a nuevas posibilidades de abordaje de este conjunto de problemas, el Consejo Superior de la Universidad resolvió en su última sesión ordinaria crear el “Programa de Políticas de Género”, que dependerá de la Secretaría General. Junto a la creación de este Programa se aprobaron los “Lineamientos” que deberán orientar esas políticas y un “Procedimiento para el abordaje de situaciones de violencia de género” en el ámbito de la UNGS.
Además de articular las distintas actividades académicas, culturales y de vinculación sobre la temática, el programa apunta a propiciar en la Universidad un ambiente libre de exclusiones, hostigamientos y violencias, promover condiciones de igualdad y equidad, aumentar la sensibilidad y la conciencia respecto de la situación de desigualdad de las mujeres, lesbianas, transexuales y travestis y modificar las conductas proclives a la violencia y a la discriminación mediante acciones de prevención, capacitación, formación, concientización y persuasión. También busca orientar a los miembros de la comunidad universitaria sobre los recursos para prevenir y/o hacer cesar el maltrato y sobre las instituciones encargadas de velar por sus derechos, articular con los gremios docente, no docente y estudiantil actividades vinculadas con políticas de género y llevar estadísticas e informes sobre el problema de la violencia y la discriminación que permitan diseñar nuevas medidas de prevención y perfeccionar las existentes.
La decisión del Consejo Social de la Universidad se produce en un contexto particular. En efecto, en los últimos años crecieron las organizaciones que luchan por el fin de la violencia machista y se incrementó la visibilidad pública de sus demandas. Diversas movilizaciones de gran convocatoria y fuerte repercusión pública sirvieron para visibilizar y amplificar la preocupación por el problema de la violencia sexista y de las distintas formas de discriminación de género que afecta a diferentes sectores de la sociedad. Por otro lado, los compromisos asumidos por el país mediante los distintos tratados internacionales sobre derechos humanos que adquirieron rango constitucional con la reforma de 1994 impulsaron un conjunto de transformaciones normativas y abrieron el camino para la aprobación, en los últimos años, de diversas leyes tendientes al reconocimiento, promoción y garantía de una cantidad de derechos asociados a las cuestiones de género y de diversidad sexual.
En este marco, la UNGS viene desarrollando distintas acciones: generó un procedimiento para adecuar su funcionamiento interno a la ley de identidad de género, despliega una activa línea editorial en torno a la temática de la identidad y los derechos de las personas trans, produce una multiplicidad de actividades culturales destinadas a poner en cuestión la normatividad sexual establecida y la violencia contra las mujeres, incorporó a su oferta formativa una diplomatura sobre género y desarrolló mecanismos para acompañar a integrantes de su comunidad que atraviesan situaciones de violencia de género. La aprobación del programa, los lineamientos y los procedimientos que sistematizarán y potenciarán todas estas iniciativas constituye un nuevo y valioso paso en esta dirección que distingue y enorgullece a nuestra Universidad.