VINCULACIÓN, TRANSFERENCIA Y PROMOCIÓN.

 

Forma parte de la vocación que desde el inicio de su historia anima a la UNGS y a sus equipos el establecimiento de vínculos fuertes y sostenidos con la sociedad, sus actores y sus instituciones. “Esa intención política se verifica de distintos modos” –explica el Director del Centro de Servicios de la Universidad Sergio Vera–: acciones formativas, estudios, diagnósticos y revelamientos, vinculación y transferencia tecnológica y promoción social y cultural”. En esta sección de Noticias UNGS se presentan dos experiencias interesantes de este tipo de acciones de equipos de la Universidad: una cooperación con el Municipio de San Miguel en un tema de fuerte interés para la salud de la población y un proyecto que busca socializar experiencias y conocimientos en materia de enseñanza de lenguas extranjeras.

El mosquito Aedes aegypti bajo la lupa

El mosquito Aedes aegypti ganó fama mundial por ser capaz de trasmitir el dengue, el zika, la fiebre chikungunya y la fiebre amarilla, entre otras enfermedades. Cada temporada se hacen más visibles las campañas de concientización para evitar su reproducción, ya que una de las principales estrategias para prevenir la propagación de estas enfermedades es controlar los niveles de población del mosquito.
El área de Ecología del Instituto del Conurbano (ICO) de la UNGS y la Dirección de Primer Nivel de Atención de la Secretaria de Salud y Bienestar Familiar de la Municipalidad de San Miguel desarrollaron un monitoreo para determinar la distribución y la densidad poblacional de este mosquito en el partido. El trabajo consistió en la ubicación de 48 ovitrampas (recipientes de vidrio de 250 ml de capacidad pintados de negro que en su interior contienen agua y una tablillas de madera donde el mosquito deposita los huevos) en lugares tales como escuelas, centros de salud y centros culturales. Las ovitrampas se recambian una vez por semana y son analizadas en el laboratorio de Ecología de la UNGS, donde se cuenta la cantidad de huevos que hay en cada una de las tablillas.
“Según los resultados preliminares, el Aedes aegypti está presente en todo el territorio municipal. Nuestro objetivo es lograr revertir esa situación”, afirma el ecólogo Carlos Ruggerio, director del proyecto y coordinador de la licenciatura en Ecología de la UNGS. El equipo está integrado también por el biólogo Rubén Lombardo, investigador docente del ICO, la ecóloga Lorena Gómez, recientemente graduada, y las estudiantes de la licenciatura en Ecología Katherine Conicelli y Daniela López de Munain.
El Aedes aegypti se instaló hace unas décadas en la región. Adaptado a las condiciones ambientales, hoy se lo encuentra en toda la Región Metropolitana de Buenos Aires, especialmente en el ámbito doméstico. Para lograr que la población de mosquitos disminuya, los investigadores de la UNGS esperan articular el monitoreo con otras acciones que realiza el municipio, como las campañas de concientización y descacharreo a cargo de un equipo de promotores barriales del Plan Argentina Trabaja, coordinado por la Subsecretaria de Salud del Municipio, y la capacitación a trabajadores de la municipalidad en estrategias de prevención.
El área de Ecología de la UNGS ya viene realizando investigaciones relacionadas al Aedes aegypti. En 2013 Ruggerio, Lombardo y estudiantes de la UNGS participaron, junto a investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, de un experimento que estableció un nuevo perímetro de fumigación alrededor de la vivienda donde se encuentra la persona infectada. “Hasta ese momento se creía que el mosquito volaba hasta un kilómetro para dejar sus huevos, pero con ese experimento logramos determinar que en un ámbito urbano, y teniendo lugares donde poner huevos, vuela como máximo 45 metros”, explica Ruggerio, y agrega: “Luego de esta investigación se cambió, al menos en la región, la distancia de fumigación. Antes se hacía hasta completar un kilómetro y medio a la redonda del foco de infección, y ahora se recomienda fumigar en las manzanas próximas a la vivienda. Aunque la fumigación debe ser siempre el último recurso, lo importante es trabajar en la prevención eliminando los lugares de reproducción del mosquito”.

Marcela Bello