CULTURA.

 

Un centro cultural es un espacio donde se tejen expresiones artísticas, encuentros con el público, ámbitos formativos. La UNGS imaginó, desde sus inicios, que era necesario contar con un centro de las artes. Así lo dice en su Propuesta de estructura científico-académica, de 1994. Al lado de los Institutos, pergeña un Centro de Servicios y un Centro de las Artes. Este último funcionó en distintos espacios pero tendría su lugar definitivo en el edificio de Roca y Muñoz, en San Miguel. En ese lugar había funcionado la Universidad mientras se construía el Campus de Los Polvorines, y en 2003 sería destinado enteramente a actividades culturales. En ese año se creó el Centro Cultural, que incluía el Museo “Imaginario” y el original Centro de las Artes.

Este año, entonces, se festejan los primeros quince años del Centro Cultural de la UNGS, pero esos años incluyen y suman otras historias sedimentadas, otras memorias, otras experiencias. La propia historia de la Universidad, que funcionó en el edificio actual del Centro, pero también la del barrio y las y los vecinos que asisten allí, toman cursos, se forman en diplomaturas, van a mateadas científicas, realizan actividades y asisten a espectáculos. La historia, también, de las escuelas que incesantemente visitan el Museo Imaginario, y las de profesores y trabajadores que organizan y ejecutan esas actividades. Y la de sus fantasmas, los habitantes anteriores del edificio, los niños y niñas que lo habitaron cuando fue hogar de día, y las palabras de los transeúntes y las de sus críticos. De algún modo, conmemorar los 15 años del CCUNGS es festejar la continuidad de su existencia institucional y, a la vez, hacer presente esa respiración más vasta. Recordarnos que llamamos centro a un nudo de un amplio entramado, a un sitio en el que se cruzan experiencias y vocaciones. Que decimos Centro no para nombrar un lugar central frente a presuntas periferias, sino para pensar en los cruces de caminos, en los encuentros inesperados, en los descubrimientos y en las resonancias, en lo que surge de escuchar lo que acontece fuera de esas paredes y también en sus grietas e intersticios.

El Centro Cultural es un dispositivo fundamental de la UNGS para pensar su labor comunitaria, los modos de entramarse con el territorio que habita, una construcción dialógica y plural. Con el paso de los años fue agregando partes, incluso dentro del Campus de Los Polvorines, como el Museo de la Lengua y el Multiespacio Cultural. El Centro Cultural se multiplicó y al mismo tiempo siguió asociado a su localización original. Oscilamos, cuando lo nombramos, entre referirnos a una estructura administrativa y un conjunto de funciones y aludir a un edificio en particular. La definición de esta nueva etapa institucional, con la creación de la Secretaría de Cultura y Medios, repone en otro plano ese nombre. Lo localiza y a la vez lo saca de lugar. Y quizás eso sea un elemento justo para pensar la cultura: situada y a la vez excedente, precisa y a la vez desbordada, profusa, múltiple.

El Centro Cultural cumple 15 años mientras la Universidad a la que pertenece cumple 25. El campus de la Universidad y el edificio Centro Cultural están en distintos partidos: uno en Malvinas Argentinas, el otro en San Miguel. El propio nombre de la Universidad nos recuerda que fue proyectada cuando estos partidos y José C. Paz confluían en uno solo, el partido de General Sarmiento. Doble extrañeza causa el nombre hoy. Porque no solemos pensar a Sarmiento como militar, porque olvidamos la condición anterior de la estructura institucional. Estamos en una Universidad que también en su nombre implica pensar el tiempo, las mutaciones, los procesos históricos, y que no deja de asumir y tensar ese fuera de lugar. El doble aniversario, entonces, es ocasión de celebración y pensamiento en común, de recordar lo transitado y de reconocer entusiasmos y desafíos. Un momento de congratularnos por ser parte de una universidad que muy tempranamente afirmó su vínculo con las artes y que piensa la promoción cultural como una de sus misiones.

María Pia López