DEBATES Y COMBATES.

El 6 de octubre pasado el filósofo argentino Ernesto Laclau, fallecido en 2014, habría cumplido 80 años. Por tal motivo el Ministerio de Cultura de la Nación lo homenajeó organizando en su recuerdo unas muy importantes jornadas académicas que se desarrollaron en el Centro Cultural Kirchner, en Buenos Aires, con la participación de diversas personalidades del pensamiento teórico y político de todo el mundo. En ese contexto, los equipos de producción audiovisual de la UNGS iniciaron un proyecto compartido con el grupo editor de la revista Debates y combates, que había fundado y dirigido Laclau: la grabación de una serie de entrevistas a intelectuales argentinos y extranjeros sobre diversos temas de la actualidad política y teórica del país y de la región. Dos de ellos, que visitaron últimamente el campus de la UNGS para participar de estas conversaciones, fueron la diputada y referente del movimiento estudiantil chileno Camila Vallejo y el académico y político español, del partido Podemos, Iñigo Errejón, quienes fueron entrevistados respectivamente por la filósofa belga Chantal Mouffe y por el titular de la Secretaría de Coordinación Estratégica del Pensamiento Nacional Ricardo Forster, de quien se publica también una breve semblanza sobre la obra de Laclau.

Camila Vallejo: reformar la educación superior

Camila Vallejos en deb_opt–¿Cómo ves el sistema universitario argentino comparándolo con el de Chile?
–Es totalmente distinto al chileno, y no creo que sea exportable. Es muy valorable que sea un sistema preponderantemente público, financiado por el Estado y con acceso gratuito. En Chile, en cambio, el sistema es extremadamente mercantilizado, y la perspectiva con la que se lo piensa es competitiva. Algo que ahora, en el Parlamento, estamos tratando de revertir.

–¿En qué situación se encuentra la lucha por democratizar la educación en Chile?
–En el ámbito de la educación superior todavía el proyecto de la reforma no ingresa al Parlamento. Lo que sí estamos discutiendo ahora, en el marco de la ley de presupuesto, es cómo avanzamos en la gratuidad, evitando al mismo tiempo que el Estado empiece a destinar recursos de todos los chilenos a instituciones que sabemos que hacen negocios, que no permiten la participación democrática a los estudiantes o que ni siquiera están acreditadas. Esto ha abierto una discusión ideológica con la derecha, que ha amenazado con mandar al tribunal constitucional esa disposición, sosteniendo que hay una discriminación arbitraria. Lo que defiende la derecha es que se financie simplemente mirando la vulnerabilidad del estudiante, y no poniendo requisitos a las instituciones. Defienden el subsidio a la demanda, que es el mecanismo de financiamiento propio de modelos de mercado. Esperamos poder avanzar y que la reforma constituya un cambio estructural en un sistema de instituciones educativas que en Chile han proliferado justamente por la lógica de la libertad de emprendimiento, sin coherencia, sin una red de instituciones estatales. Esperamos que todo esto sea parte del debate próximo.

–¿Qué posibilidad hay desde la política, sin reforma constitucional, de avanzar sobre los privilegios de estos actores económicos?
–Es una gran pregunta. Efectivamente, muchas veces chocamos con las barreras de la Constitución política, que da más importancia o mayor rango constitucional a la libertad de enseñanza, entendida como libertad de empresa, que a la idea de un derecho a la educación y su garantía por parte del Estado, un Estado subsidiario neoliberal de derecha. Muchos nos preguntan: “¿por qué no partieron por el cambio en la Constitución, como hizo Ecuador, para solo después de eso, y en coherencia con eso, reformar las leyes?”. Es la gran pregunta. Y obviamente nos habría encantado partir con el cambio en la Constitución, porque tendría un orden lógico más claro. Sin embargo, es un debate no resuelto, porque no hay un acuerdo de las fuerzas políticas que hoy en día empujan el programa sobre cuál debe ser el mecanismo del cambio de la Constitución y cuál debe ser su contenido, porque tampoco está ese relato de cuál es la alternativa al modelo de desarrollo que queremos construir.

–En toda la sociedad chilena la idea del cambio en la educación está bastante instalado. El tema de la Constitución, parecería, menos.
–Es uno de los resultados de la dictadura militar y de los nulos compromisos de los gobiernos de la Concertación por generar formación ciudadana y educación cívica. La gente no suele diferenciar lo que hace un diputado de lo que hace un alcalde. No entiende cómo funcionan los aparatos institucionales. Y reformar la Constitución requiere casi una pedagogía constitucional para poder reencantar a la gente, o involucrarla, porque el tema parece abstracto, general, ajeno a lo que tiene que ver con el pan de cada día.

Leonardo Smerling
FM la Uni

Iñigo Errejón: Europa y América Latina

ricardo forster e íñig_opt–¿Cómo es pasar de un movimiento de protesta como el de los indignados a ocupar espacios de representación institucional?
–El de los indignados es un movimiento que por su amplitud, espontaneidad y heterogeneidad no puede tener representación electoral. No somos el partido de los indignados. Somos una formación que nació al calor de ese movimiento para convertir una buena parte de esa voluntad en una propuesta capaz de disputar el poder. Pero no es que el movimiento de los indignados desee darse un partido: es que nosotros decidimos construir una propuesta política leyendo que hay un agotamiento del orden político viejo, que hay posibilidades de construir una voluntad popular y que hay que reconstruir un país al servicio de las mayorías.

–¿Cómo se materializan estos objetivos políticos?
–Por ejemplo: las alcaldías de las principales ciudades de España han sido ganadas por candidatos que nosotros hemos impulsado. Y cuando nuestros compañeros llegan a las alcaldías y a los espacios de poder institucional encuentran, junto a la gran descomposición moral de las viejas élites, la colonización de las instituciones públicas por los poderes oligárquicos. De modo que no es que cuando se llega uno se pone a gobernar con facilidad: ahí empieza la batalla real.

–¿Cuál es el próximo desafío de Podemos?
–Las elecciones generales de diciembre dirimirán en qué sentido se va a modificar nuestro orden constitucional: si las ganan los de siempre habrá un cambio por arriba, restaurador; si las ganan una opción de cambio habrá una chance de apertura constituyente y popular por abajo para rehacer un contrato social, que en España se ha roto, al servicio de quienes han vivido peor y han sido más golpeados durante estos años, y que hoy pueden convertirse en mayoría política.

–¿Qué propone la Unión Europea?
–La UE se ha revelado hace tiempo como un mecanismo al servicio de las oligarquías financieras, que se atreve a amenazar o a vetar a gobiernos democráticos como el de Grecia. Así como está, la UE ha llegado a un callejón sin salida y debe ser modificada para que, así como hay una unidad monetaria, haya elementos políticos que permitan gobernar la economía y la vida de los europeos. Porque si no hay elementos públicos para hacerlo lo harán las minorías, sin ningún control democrático.

–¿Cómo influyeron los procesos democráticos de América Latina en España y en el resto de Europa?
–Han sido referentes. Son contextos muy diferentes que no permiten hacer traslaciones fáciles, pero han sido referentes, que hoy se enfrentan al reto de construir normalidad, institucionalizarse, echar raíces y hacer que lo conquistado durante una década, que fue la de mayor inclusión y democracia en la historia de América Latina, no sea algo pasajero, sino que sea un suelo mínimo de la competición política hacia delante.

–… con un Estado como garante de los derechos conquistados…
–La cuestión no es si hay más o menos Estado, sino para quién y para qué queremos ese Estado. Que el Estado permita y garantice a la gente tener esas condiciones mínimas sin las cuales no hay ciudadanía. Que no es solo poder votar cada cuatro años, sino no tener miedo al mañana. Solo así podremos evitar que rija la ley del “sálvese quien pueda”, que es lo más antidemocrático que hay.

Brenda Liener

LACLAU POR FORSTER

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“Laclau fue uno de los grandes intelectuales de los últimos 50 años en la Argentina y el mundo. Por su trayectoria académica en Inglaterra y Estados Unidos y por su profunda relación con América Latina, logró hacer confluir diversas tradiciones teóricas en una filosofía política muy original. En los últimos años se ocupó de vincular esa teoría con las novedades de los procesos que en nuestra región lideraron Hugo Chávez, Evo Morales, Néstor Kirchner y Cristina Fernández”.

Ricardo Forster, secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, a propósito de Ernesto Laclau, homenajeado en las últimas semanas en el 80 aniversario de su nacimiento y fundador de la revista Debates y combates. Forster desarrolla hoy con la UNGS el proyecto del que se habla en estas páginas.