STÉPHANE BEAUD Y MICHEL PIALOUX EN LA UNGS.

 

CCondición obrera Beaud_optorrían los años 90, y los obreros parecían haber abandonado la escena pública en Francia. Los medios hacía largo tiempo que habían dejado de ocuparse de ellos, e incluso las ciencias sociales –en otros tiempos abocadas al estudio de sus condiciones de vida y trabajo– parecían haber reorientado sus preocupaciones hacia otros problemas. Stéphane Beaud y Michel Pialoux, sociólogos, advertían esta aparente desaparición del mundo obrero al realizar un pequeño ejercicio con sus estudiantes. En la universidad, preguntaban a sus alumnos cuántos obreros creían que había en Francia. Pese a estar familiarizados con la estructura social francesa y con la información estadística, los estudiantes sistemáticamente respondían: alrededor de 300.000, de 600.000…, cifras muy lejanas de los 6 millones de trabajadores que efectivamente había en Francia en aquel entonces.

Pese a este contexto, cuando los autores publicaron en 1999 Repensar la condición obrera. Investigación en las fábricas de Peugeot de Sochaux-Montbéliard, la obra tuvo un fuerte impacto en el debate público. El libro, que acaba de publicarse en Argentina, fue presentado recientemente por sus autores en la UNGS. En esa oportunidad, Beaud recordó, respecto de la primera recepción del trabajo: “El libro tuvo un efecto de ‘redescubrimiento’ del mundo obrero por parte de los periodistas parisinos. Todo el mundo adhería en Francia al discurso de la desaparición de la fábrica, de la robotización que reemplaza a los hombres. Y como no había más entrevistas, ni en la radio ni en la tele, sobre el mundo obrero, se fue imponiendo esta idea de que los obreros habían desaparecido del mundo social. Entonces, el primer interés de esta recepción del libro fue que este hacía existir, en su realidad demográfica, el mundo obrero”.

Realizada a lo largo de una década en la planta más importante de la automotriz Peugeot ubicada en Francia, la investigación de Beaud y Pialoux resulta ejemplar en más de un sentido. Es por un lado un trabajo que rescata el interés por la clase obrera industrial en un momento en que las ciencias sociales construyen su interés por el mundo popular con otras categorías, centralmente la de la exclusión. Constituye por otro un ambicioso intento por abordar la cuestión obrera no solamente a partir de una indagación acerca de la fábrica, sino también sobre la escuela, los barrios y la lucha política.

En el encuentro con investigadores docentes y estudiantes de la UNGS los autores relataron la génesis de esa investigación: “Se trata de un trabajo que hicimos en dos momentos. En el inicio fue un trabajo biográfico realizado por Michel Pialoux, centrado en la historia de Christian, un trabajador de la planta, un obrero no calificado que trabajaba en la cadena de montaje, con una fuerte experiencia de militancia sindical y en el PC. El segundo momento de la investigación, en los años 80, coincidió con un momento de grandes cambios económicos, lo que llamamos la ‘japonización’ de la industria automotriz, la introducción del just in time. Y desde un punto de vista político fue el período de la izquierda en el poder, una etapa de muchas esperanzas para los militantes de izquierda. Pero al mismo tiempo fueron los años del rigor, de un discurso ideológico muy fuerte sobre la necesidad de modernizar las empresas y de promover que el mundo obrero se adaptara a las nuevas condiciones. Y una parte de las ciencias sociales se lanzaron a este pasaje, convencidas de que había que trabajar sobre la cuestión de la modernización. Nuestro punto de vista fue de algún modo el de resistir a esto; nuestra decisión fue continuar trabajando sobre la manera en que los obreros enfrentaron estos cambios, volver a darles la palabra e intentar comprender cómo habían hecho frente a la modernización, cuál había sido su experiencia de esta modernización, en lugar de sostener un punto de vista basado únicamente en la idea de adaptación”.

Defender esa mirada sobre la clase obrera implicaba también dar cuenta de su pluralidad. Así lo describió Beaud: “Nos propusimos ampliar la investigación que había realizado anteriormente Michel a partir de un solo obrero –Christian–, para intentar comprender el conjunto del mundo obrero: ir a ver no solo a los obreros calificados sino también a los obreros inmigrantes, no calificados, para intentar comprender finalmente también –y esto es muy importante– los modos en que se diferencia internamente este grupo obrero, que es todo menos homogéneo, que es heterogéneo, heteróclito, y que está atravesado por tensiones y oposiciones políticas y sociales”.

Mariana Luzzi