ENTREVISTA A JAIME OSORIO.

 

Invitado a exponer sobre el pensamiento y la obra de Ruy Mauro Marini en el marco del ciclo “Figuras del pensamiento latinoamericano” desarrollado en la Universidad, el investigador chileno Jaime Osorio conversó con Noticias UNGS.

 


–¿Cuál es el mayor aporte de Marini?

–Haber formulado la mejor explicación sobre la dinámica del capitalismo dependiente. El problema tenía una larga historia, signada por la idea de que América Latina era una región “atrasada”. Marini dice que al menos desde mediados del siglo XIX la región sigue procesos de reproducción capitalista, y que es su particular forma de hacerlo lo que explica sus particularidades y lo original de su desarrollo. Desde que Marini propuso su “dialéctica de la dependencia” en 1973, las ciencias sociales de la región cuentan con elementos no solo para describir las deformaciones o distorsiones que este capitalismo presenta frente a lo que ocurre en el mundo industrial, sino también para explicarlas y entender por qué se reproducen. Las particularidades del capitalismo dependiente no son resultado de su incapacidad de crecer o de permanecer en el estancamiento, sino, al contrario, del crecimiento de la reproducción del capital.

 

Ruy Mauro Marini2–¿Cuál fue su relación con Marini?
–Lo conocí a fines de los 60 en Chile. Le pedí ayuda para reformular los planes de estudio de la carrera de Sociología en la Universidad de Chile, donde yo era dirigente estudiantil. Muy pronto me invitó a incorporarme como becario o ayudante de investigación al equipo sobre el capitalismo dependiente que dirigía en el Centro de Estudios Socioeconómicos de la Universidad de Chile, donde trabajaban investigadores como André Gunder Frank, Vania Bambirra, Tomás Vasconi, Emir Sader, Orlando Caputo y Theotonio Dos Santos. Tras el golpe de 1973 yo me fui a México, a fin de realizar estudios de posgrado. Marini siguió una ruta que lo llevó a Panamá, a Alemania Federal y, finalmente, a México. Allí, con la presencia de refugiados políticos, exiliados y estudiantes de diversos países de la región tomó forma un centro de reflexión dirigido por Marini, donde estudiábamos la coyuntura internacional y los patrones de reproducción del capital en Centroamérica, Argentina, Chile, Brasil, Perú y México. Aprendimos mucho. En esa etapa empecé a escribir artículos periodísticos y académicos, y los comentarios de Ruy Mauro fueron vitales para mí. Marini dirigió un tiempo el Centro de Estudios Latinoamericanos de la UNAM, donde desarrolló un seminario que luego se publicó en tres tomos bajo el título La teoría social latinoamericana. Colaboré mucho con él y escribí ensayos para dos de los tomos. En los 90 Marini realizó estadías breves en Brasil para preparar su regreso, que finalmente concretó, aunque murió muy pronto en Río de Janeiro.

 

–¿Sigue siendo importante la teoría marxista de la dependencia?
–Si se observan los programas de estudios de grado y de posgrado en las ciencias sociales latinoamericanas se puede percibir el peso de la contrarrevolución que tuvo lugar en la región: el marxismo es casi una corriente exótica y la teoría de la dependencia no ha sido menos golpeada. No fue casualidad que entre los primeros perseguidos políticos de la dictadura chilena estuvieran Dos Santos, Bambirra y Marini. No fue porque emergieron explicaciones teóricas superiores que se abandonaron el marxismo y la teoría de la dependencia de la academia latinoamericana. Si con las formulaciones de Frank ya se anunciaba de una manera intuitiva que lo que América Latina podía esperar con el desarrollo capitalista era la agudización del subdesarrollo, con las de Marini esa tesis alcanza consistencia teórica, dejando al descubierto el papel activo de las clases dominantes locales en ese proceso. Por eso, tras las tesis más débiles de Frank, las de Marini terminaron concentrando la atención de marxistas ortodoxos, de neodesarrollistas y de vertientes diversas de una izquierda atomizada. La historia regional posterior sigue corroborando aquellas ideas contra los neodesarrollistas y neoestructuralistas que cada tanto nos anuncian que ahora sí el desarrollo de la región comienza a tomar forma. Basta preguntarnos qué ocurrió con los cuantiosos recursos alcanzados por las clases dominantes locales y el capital foráneo que invierte en la región, percibidos en el período excepcional producido en la década pasada, tras la creciente demanda mundial (y los crecientes precios) de las materias primas y los alimentos que exporta la región. Hoy hemos vuelto a las políticas de ajuste y a crecimientos reducidos, la pobreza apenas bajó y la desigualdad creció escandalosamente. Al ofrecer una explicación de las debilidades de la economía regional, las tesis de la teoría de la dependencia nos ayudan a comprender a su vez las debilidades de la política y de la ciudadanía, de la democracia y del Estado en la región.

Juan Fal
(IDEI)

 

Programa

Como cierre del ciclo “Figuras del pensamiento latinoamericano”, organizado por las Licenciaturas en Economía Política y en Estudios Políticos de la UNGS durante 2015, se llevarán a cabo en el Campus dos últimas conferencias: el viernes 23 de octubre, a las 18, Germán Pérez hablará sobre la figura de Gino Germani (en el aula 7.172), y el miércoles 4 de noviembre, a las 16, la figura será José Aricó, a través de la exposición de Martín Cortés (en el aula 7.253).