COYUNTURA.
Un nuevo “Documento de coyuntura” del Área de Política del Instituto del Desarrollo Humano de la Universidad, en este caso dedicado a considerar un resonante suceso de la escena regional: la prisión del ex presidente “Lula” da Silva y sus posibles consecuencias, recibe comentario en esta columna de Noticias UNGS.
Documentos de coyuntura.
Área de Política (IDH, UNGS), N° 16: “Lula, o la disputa por el futuro de Brasil”, por Ricardo Aronskind.
La prisión de Lula generó diversas reacciones y pasiones, en un entrevero que hace difícil augurar su desenlace. Ricardo Aronskind restaña las aristas dispersas del proceso focalizando en la noción de disputa o de proyectos en pugna. La larga historia brasileña y los luctuosos sucesos recientes dialogan en momentos excepcionales, cuando los senderos se bifurcan, como hoy. La eliminación de Lula como candidato implica la decapitación de cualquier tentativa de reconstrucción del movimiento nacional-popular latinoamericano y la consolidación de gobiernos neoliberales cuyas consecuencias políticas, sociales y económicas Aronskind describe con precisión. Ricardo es la contracara de los llamados economistas profesionales. Si estos tecnifican la economía, él la politiza.
Dos puntualizaciones. Una: el texto estudia el programa económico-social de las clases dominantes y su efecto judicial. Apunto que es factible pensar a la inversa: indagar la convergencia entre la teología jurídica y la teología económica como renovada red social de la dominación. La impronta teológica del aparato mediático-judicial es indudable: rayos fulmíneos se abaten sobre los sospechados que son incinerados en nombre del bien. El proceso judicial luego tramita la sentencia vía ceremonia del juicio: conforme a derecho. De modo similar organiza su sentido la racionalidad económica: los mercados como demiurgos y las pecaminosas sociedades cuyos gobiernos ensayan lo único que pueden hacer para resguardarlas del diluvio.
Otra: Es claro que la mera presencia de los gobiernos petistas interrumpía el libre flujo del capital y aventaba los deseos más recónditos de las clases dominantes. Pero no debería desconocerse la serie de cabildeos que supusieron la larga marcha del PT hacia el Planalto y su prolongada estancia en él. Simetrías, no. Ni regodeo ex post facto en el señalamiento de las inconsistencia que condujeron al desastre. Pero sí necesidad de una discusión. El “sumo cuidado” que plantea Ricardo, y compartimos, no puede hacernos aplazarla infinitamente. Habrá que seguir vociferando contra las injusticias y sondeando las tramas sociales que las tornan aceptables, pero también acaso debamos empujar nuestra lengua hacia el umbral de nosotros mismos.
Leonardo Eiff