COLECCIÓN ENTRECRUZADOS.
De las cosas de la naturaleza y de la naturaleza de las cosas (de la ciencia a la metafísica).
Javier Montserrat y Mario Lipsitz. Ediciones UNGS. Los Polvorones, 2018.
De las cosas de la naturaleza…, escrito conjuntamente por el químico Javier Montserrat y el filósofo Mario Lipsitz (tempranamente versado en los arcanos de la física, según venimos a aprender en la solapa del volumen), es un libro extraordinario. E inclasificable. En efecto, ni el tono didáctico, por momentos hasta juguetón, en el que está escrita aquí la historia de todo lo que es, de la vida en general y de la vida humana en particular, ni la amabilidad y el desprejuicio con los que se entregan a los lectores las más radicales reflexiones de los dos autores sobre el sentido de las cosas, de la vida, de la muerte y del propio sentido, ni la delicadeza con la que la erudición que anima todo el argumento es disimulada en beneficio de la claridad de la exposición, autorizan a clasificar este volumen dentro del género de lo que suele nombrarse como “divulgación”, porque no hay aquí una disposición a poner al alcance de un público no experto un conjunto de saberes que los autores tienen, de cosas que los autores saben, sino una aventura intelectual más radical y más interesante, que es la de preguntarse muy a fondo qué significa, en estos campos pero quizás, más en general, en cualquier campo, “saber” alguna cosa. Y tal vez más todavía: qué relación existe entre el saber y la organización misma de ese saber en “campos”. Los que aquí entran en diálogo, el de la física y el de la filosofía, tienen desde muy antiguo un comercio notorio, de cuyo interés y productividad las páginas de este mismo libro constituyen el más alto testimonio. Por cierto, esta vocación ecuménica constituye, como señalan los autores, un viejo sueño de nuestra Universidad, y en ese sentido este libro es sin ninguna duda un producto muy típico del estilo de trabajo intelectual “interdisciplinario” o “integrado” (ambas palabras aparecen en el libro utilizadas y reivindicadas) que la UNGS, desde su proyecto original y desde su propio diseño institucional, busca promover. Es claro que un recorrido que, “de la ciencia a la metafísica”, se pregunta por “las cosas” y por su “naturaleza” debe conducir necesariamente a algunas de las mayores honduras que haya alcanzado la interrogación humana sobre el conjunto de todo lo que existe, honduras que no pueden excluir la propia interrogación sobre el propio significado de esa misma palabra: “existir”. Esos grandes abismos de la reflexión son enfrentados en este libro con seriedad al mismo tiempo que con buen humor, que es el tono con el que se nos invita a conocer, sobre el telón de fondo de una especie de pesimismo schopenhaueriano (o camusiano), las sutilezas de teorías tan sugerentes como la del “multiverso”, que –de un modo que no deja de recordar las sagaces reflexiones del confinado Louis A. Blanqui en La eternidad a través de los astros, que tanto impactaría, entre nosotros, sobre los pensamientos de Jorge L. Borges y de Adolfo Bioy Casares– afirma la posibilidad de la coexistencia de infinitos universos heterogéneos entre sí.
Eduardo Rinesi