MUSEO DE LA LENGUA.

 

Las actividades del Museo de la Lengua de la UNGS se han desplegado, en los últimos años, en diversas direcciones, con el resultado de una cantidad de encuentros, jornadas y publicaciones sobre los temas más variados. Este año, el énfasis está puesto en el lugar de la tradición oral en los procesos de transmisión y renovación de la cultura. A eso se refiere en estas páginas la directora del Museo, que es lingüista e investigadora docente del Instituto del Desarrollo Humano de la Universidad.

Ciertos discursos, no por simplistas menos insistentes, deploran lo que consideran una centralidad de las imágenes en la cultura actual, predominio que creen se da a costa de la cultura de la palabra, concebida sobre todo, y a veces exclusivamente, como palabra escrita. La culpa de este retroceso de la palabra se atribuye a la omnipresencia de los medios de comunicación audiovisuales, de internet, de los teléfonos celulares, de todos estos factores a la vez. Las víctimas señaladas, pero curiosamente también los agentes, de esta supuesta decadencia cultural son los jóvenes. En ellos se revela la pobreza del lenguaje, o su deformación, o directamente su pérdida.

Sin embargo, la palabra hablada, crucial en la transmisión de la lengua materna y en la creación y recreación propias de las artes de la palabra, no está de ninguna manera constatable en retroceso, y en particular la población juvenil es uno de los segmentos más dinámicos y creativos de la comunidad lingüística. De la persistencia de la oralidad, y de la llamada tradición oral, la preservación (no siempre obediente) de textos y saberes en la memoria colectiva, nos ocupamos este año en el Museo de la Lengua, pues ambas son centrales en el estudio del lenguaje y de las tradiciones literarias, tanto cultas como populares.

Los estudios lingüísticos, al menos desde que la lingüística se constituye como ciencia moderna a principios del siglo XX, se dedican en forma casi exclusiva al estudio de la producción oral de los hablantes. La importancia de la oralidad en el estudio científico de la(s) lengua(s) se apoya en el análisis de los hechos que caracterizan la adquisición del lenguaje, el conocimiento lingüístico de los hablantes y la evolución histórica de las lenguas particulares. Estos hechos son independientes de la alfabetización y de la escritura.

La adquisición de la lengua materna es un proceso que ocurre en la infancia temprana, a partir de input exclusivamente oral, muchos años antes de comenzado el ciclo escolar que en la sociedad contemporánea impone la alfabetización. El conocimiento lingüístico de los hablantes –aquello a lo que nos referimos cuando decimos que alguien habla español, guaraní, quom, japonés o urdu– es independiente de que exista siquiera un sistema de escritura desarrollado o adoptado por las comunidades hablantes de esas lenguas. Para cualquier lengua, existen hablantes perfectamente competentes que no desarrollaron o no utilizan la escritura. En la historia de una lengua, es en la oralidad donde suceden los cambios: variaciones en la pronunciación, por ejemplo, disparan cambios que repercuten en otras zonas de la lengua. Así, la pronunciación rápida, cada vez más abreviada, de vuestra merced (forma de tratamiento de respeto que comenzó a usarse con frecuencia a fines del siglo XV) terminó dando la palabra usted, cambio que impactó sobre el sistema de pronombres del español. El nuevo uso del verbo caber en el habla coloquial juvenil afecta la morfología, porque sustituye una forma irregular de pasado (cupo) por una regular (cabió). ¿Se extenderá este cambio a todos los usos de caber en el español del Río de la Plata? No lo sabemos, pero el cambio comenzó en la lengua oral.

La lengua oral es a menudo la única vía que tienen los lingüistas para estudiar ciertas lenguas; es el caso de muchas de las aproximadamente 14 lenguas originarias habladas en la Argentina, como el chaná, de la que casi no existen hablantes. Esto hace muy difícil su registro, tarea de la que se ha ocupado Pedro Viegas Barros. La oralidad tiene asimismo una importancia crucial en el estudio del fenómeno conocido como contacto de lenguas: el portuñol, el espánglish, o el jopara (se pronuncia yopará), que combina elementos del guaraní y el español, son variedades híbridas que aparecen en el habla coloquial y que, hasta hace poco, no solían tener expresión escrita. Son generalmente los escritores que pertenecen a comunidades bilingües, y que buscan llevar esa diversidad lingüística a su literatura, quienes dan registro escrito a estas variedades, y deben tomar decisiones acerca de este registro. Qué ortografía recupera mejor la sonoridad del jopara, o qué expresiones glosar, y de qué manera, se pregunta por ejemplo Mario Castells.

 

Oralidad y artes de la palabra

La presencia de rasgos orales en las expresiones literarias antiguas y medievales revela su origen: antes de estar escritos, los versos de los poemas homéricos y los cantares de gesta se decían, se recitaban, se cantaban.

Los aedas griegos contaban proezas y desventuras de los héroes, y el público escuchaba y acompañaba. Cada nombre se mencionaba junto a una descripción que recordaba rasgos importantes del personaje, su origen o su función: Odiseo, fecundo en ardides; Atenea, la hija de Zeus; Apolo, el que hiere de lejos. Con estos y otros recursos repetitivos (la negra sangre, el ancho ponto, la sagrada Ilión) era posible memorizar atributos y versos, y el público podía anticipar estas frases, gozar al reconocerlas y repetirlas, como quien corea un estribillo en un recital, una consigna en una manifestación o un cantito de aliento en la tribuna de un estadio.

Estas estrategias, sostén del recitado y de la escucha, perduran en la épica y la lírica medievales: el Cid, que en buena hora ciñó espada; por el codo abajo, la sangre destellando. Los trovadores y los juglares de la Edad Media difundían oralmente versiones de las mismas historias, que más temprano o más tarde hallaron escritura, sin que esto significara la reducción a un texto único. Por el contrario, además de que existían diversas versiones, escritas en distintas regiones y épocas, un copista rara vez generaba un texto completamente fiel a su fuente, sino con divergencias involuntarias o voluntarias; por ejemplo, actualizando la ortografía, o cambiando algunas palabras al gusto de la época o del lugar. La proliferación de estas escrituras o reescrituras, originadas en múltiples fuentes orales, desafía nuestra concepción moderna de autoría, así como los valores de autenticidad y originalidad asociados a menudo a ella. De versiones y originales, transcripciones y correcciones, se ocupa la ecdótica, una de las especialidades del medievalista Leonardo Funes.

Se originan también en la tradición oral los diversos géneros de la literatura popular, entre ellos los cuentos tradicionales. Los autores clásicos de la literatura infantil fueron quienes a menudo dieron la primera versión escrita de estas historias, donde se repiten personajes y tópicos –los tres hermanos, el objeto mágico–, y también esquemas que hacen avanzar la trama, como nos enseñó Vladimir Propp: un personaje se aleja de su casa, se enuncia una prohibición, se transgrede la prohibición… Debemos a Italo Calvino la escritura de los cuentos populares de diversas regiones italianas, y a Berta Vidal de Battini la recopilación de diversas versiones de relatos tradicionales orales de nuestras provincias; las registró con paciencia, rigor etnográfico y respetuosa atención a la variedad lingüística que muestran. La poesía popular también entierra sus raíces en la tradición oral, reciclando temas, personajes, imágenes y hasta empleando casi siempre el mismo tipo de verso: el octosílabo. Este metro recorre los más variados géneros de la poesía y la música populares en la América hispanohablante, desde las coplas y las letras de los juegos de manos con versos, que recitan (sobre todo, pero no solamente) las nenas en el patio del recreo, hasta las más complejas formas duelísticas: la payada y el freestyle. Lucía Tennina comienza a pensar qué puentes se tienden entre este género de la poesía juvenil –que recrea en las plazas del conurbano escenas que recuerdan la juglaría medieval, con corrillos adolescentes que siguen rima a rima las letras de los emcees– y el fenómeno de los saraus de poesía en los bares de las periferias de São Paulo y Rio de Janeiro.

Desde el Museo de la Lengua de la UNGS honramos este año la asombrosa capacidad de los hablantes de preservar y transformar la lengua heredada, y la práctica tenaz de traer lo viejo para decirlo de nuevo y para decir lo nuevo.

Gabriela Resnik

 

 

Jornada

El 24 de septiembre a las 18 hs., en una jornada organizada por el Museo de la Lengua, tres panelistas expondrán sobre distintos temas vinculados con la importancia de la oralidad en la formación de variedades lingüísticas y de géneros de la literatura popular y culta. Leonardo Funes, especialista en literatura medieval castellana y edición crítica de textos medievales, nos hablará de versiones, repeticiones y otros fenómenos que nos sirven para repensar la noción de autoría en la producción literaria. Pedro Viegas Barros, especialista en lenguas indígenas, nos contará su experiencia con la validación de los datos lingüísticos del último hablante de chaná, una lengua originaria del litoral. Lucía Tennina, que investiga producciones literarias orales de las periferias urbanas con una mirada etnográfica, nos llevará de los saraus de poesía en las barriadas de las grandes ciudades brasileñas a la práctica del freestyle en nuestro conurbano.

 

La palabra reciclada

En un ciclo de podcasts con entrevistas, el Museo de la Lengua explora diversas vertientes de lo oral en la lengua y la producción cultural de la actualidad. La primera entrevistada, Ruth Kaufman, es escritora y editora de literatura infantil; realizó en 2018 un documental sobre juegos de manos con versos, Hueso duro (Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay). Para el segundo podcast entrevistamos al escritor argentino-paraguayo Mario Castells, autor de El mosto y la queresa (Premio Provincial Ciudad de Rosario, 2012), novela escrita en español, guaraní y jopará, la variedad coloquial híbrida entre ambas lenguas. La tercera entrevistada fue la docente Agustina Arias, autora de la tesis de licenciatura Que no se corte la trenza: el habla en la payada del sudoeste bonaerense (Universidad Nacional del Sur). Cierra este ciclo la entrevista a Juan Ortelli, periodista y ex director de la revista Rolling Stone, autor del libro Réplica, acerca de la historia de las batallas de freestyle en español.