CONVOCATORIA ESPECIAL.
Siete equipos de la UNGS presentaron otros tantos proyectos, de un total de 541 elaborados en todo el país, a una convocatoria especial del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación para fortalecer el sistema público en la atención de la pandemia. Trabajando contra reloj, porque los plazos fueron cortísimos, la Dirección General de Desarrollo de la Investigación y Carrera Académica de la Secretaría de Investigación contribuyó a que la Universidad pudiera dar una respuesta institucional inmediata y consistente al llamado. Cuatro proyectos, uno de cada uno de los institutos de la UNGS, fueron seleccionados para su financiamiento. Los cuatro están dirigidos por investigadoras docentes de la Universidad.
Cuatro proyectos, dirigidos por cuatro investigadoras docentes de la UNGS, fueron seleccionados para su financiamiento por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación en el marco de la convocatoria «Programa de Articulación y Fortalecimiento Federal de las Capacidades en Ciencia y Tecnología COVID-19», orientado a potenciar científica y tecnológicamente a provincias y municipios en la emergencia sanitaria que vivimos. La convocatoria respondía a la urgencia de poner sobre la mesa el conocimiento producido por las universidades nacionales para atender las necesidades de la población y resolver dificultades en este contexto, lo que exigió un trabajo intenso y comprometido de los miembros de los equipos de investigación y de gestión de la Universidad.
Las directoras de los proyectos en cuestión (cuatro de los 137 seleccionados en todo el país por las comisiones evaluadoras de Desarrollo de productos y materiales, Diagnóstico y tratamiento, Control y monitoreo y Atención social, económica, comunitaria, educativa, cultural y ambiental) son Magdalena Chiara, investigadora docente (ID) del Instituto del Conurbano (“Asistencia técnica para la implementación local del Programa de Emergencia Sanitaria ‘El barrio cuida al barrio’, Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, en el municipio de José C. Paz”), Analía Erbes, ID del Instituto de Industria (“CyT para el desarrollo industrial. Un análisis de la heterogeneidad de la estructura productiva de la provincia de Buenos Aires en el marco de la pandemia por COVID-19”), Nora Gluz, ID del Instituto del Desarrollo Humano (“Condiciones y condicionantes del trabajo docente en el nivel secundario en contextos de pandemia. De la presencialidad a la virtualidad obligada”), y Ana Laura Fernández, ID del Instituto de Ciencias “Efectos de la crisis del COVID19 sobre el mercado de trabajo y las condiciones de vida de la población en la provincia de Buenos Aires”).
“Nos llena de orgullo este resultado, que demuestra la calidad de los equipos de la Universidad, su capacidad de trabajo y su empeño para pensar e intervenir en la resolución de problemas que hoy son de importancia vital a corto, mediano y largo plazo”, dice Paola Miceli, Secretaria de Investigación de la UNGS. Casi 40 personas, entre investigadorxs, becarixs, no docentes, estudiantes y graduadxs, trabajarán en el desarrollo de los proyectos durante 12 meses (solo el proyecto de Chiara tiene una duración menor: de un semestre). El reconocimiento que viene de la mano de la financiación alcanza equitativamente a los cuatro institutos de la UNGS, en todos los cuales se desarrollan desde hace largos años líneas de trabajo sostenidas por investigadores que son referentes en sus campos a nivel nacional.
Dónde ponen la mirada nuestras investigadoras
El trabajo de Nora Gluz y su equipo hace foco en los docentes del nivel secundario común de la provincia de Buenos Aires a partir del estudio de las condiciones y los condicionantes de su trabajo en contextos excepcionales como este. “Es indudable que tanto la propuesta de continuidad pedagógica como el diseño de la vuelta a clases va a requerir un conocimiento muy preciso de las condiciones de trabajo docente que permita estructurar una política ajustada a las condiciones de posibilidad del colectivo docente de sostener la tarea”, dice Gluz. El proyecto propone dar cuenta de esas condiciones, históricamente relevadas en el ámbito escolar. “Hoy, frente al borramiento de las fronteras entre trabajo y hogar, se requiere considerar otras dimensiones vinculadas a las condiciones particulares de vida de los hogares, para entender desde los condicionantes materiales hasta las relaciones de género y lo que ello implica en términos de gestión del tiempo entre las tareas docentes y las tareas de cuidado desigualmente distribuidas, y que afectan a este colectivo altamente feminizado en su composición”, dice la investigadora.
Con la responsabilidad de colaborar con información pertinente, que facilite la toma de decisiones en materia de políticas sociales y de empleo en la administración provincial, el equipo dirigido por Ana Laura Fernández centra la atención en comparar la situación previa a la pandemia y el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) con la posterior a una y otro, en relación con lo laboral y con las condiciones de vida: empleo o desempleo, salarios, pobreza de los bonaerenses. A través de herramientas estadísticas específicas, la profesora Fernández cuenta que también van “a estimar el impacto de las políticas paliativas implementadas, tales como el Ingreso Familiar de Emergencia, los bonos a beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo y jubilaciones. Y, dado que todavía estamos en medio de esta crisis, trataremos de estimar los posibles efectos a partir de la generación de escenarios supuestos en función de cómo la crisis está afectando a los diferentes sectores económicos”, completa Fernández.
Pensando la estructura productiva de la provincia y el impacto de la paralización económica de grandes sectores sobre ella, el equipo que dirige Analía Erbes se propone “entender las necesidades diferenciales en un territorio tan amplio y tan diverso, que encubre realidades productivas y posibilidades de desarrollo muy disímiles. Así, reconocemos el efecto diferencial del ASPO sobre la actividad productiva de los distintos espacios territoriales y nos proponemos relevar esas diferencias para comprender las necesidades particulares que cada una demanda. Ese diagnóstico es central para la definición de herramientas específicas para cada espacio productivo, en el marco de las acciones generales que se plantean a partir de las políticas provinciales y nacionales”. Erbes subraya la necesidad de invertir la mirada habitual sobre la formulación e implementación de políticas orientadas al desarrollo productivo con intervención de la ciencia, la tecnología y la innovación. “Es necesario pensar las necesidades y en función de ello las políticas. Como resultado, lo primero que emerge es la heterogeneidad, la diversidad de situaciones territoriales que se sustentan en diferencias productivas, demográficas, de capacidades tecnológicas y sociales en la provincia”, dice.
A partir de una convocatoria conjunta de la red de organizaciones de base del partido de José C. Paz y la Subsecretaría de Economía Popular y Cooperativismo del municipio, el equipo dirigido por Magdalena Chiara se propuso “elaborar una propuesta de capacitación (basada en las concepciones y herramientas de la educación popular) que dotara a lxs promotorxs comunitarixs en salud de conocimientos técnicos y saberes prácticos básicos para asistir y acompañar a las familias, para operar como mediadorxs entre los establecimientos de salud y la población y para conformar la estructura de aplicación local del programa El barrio cuida al barrio, de Nación”, y generar información georreferenciada relevante para mitigar los daños que produce el contagio del virus. “El barrio cuida… se proponía mapear población en situación de riesgo a través de formularios en papel. Estamos diseñando un formulario en línea que permita georreferenciar las situaciones críticas a asistir y la población en riesgo sanitario. Nuestra experiencia en el diseño y gestión de políticas de salud en el territorio muestra la importancia que tienen estos datos cuando están localizados en el territorio y son accesibles tanto para las organizaciones como para los efectores de salud”.
La cultura institucional de la igualdad
Que estos proyectos respondan a la dirección de cuatro investigadoras docentes de la Universidad da cuenta de una cultura institucional, con arraigo en las demandas del movimiento internacional de mujeres, que desafía las formas más diversas la hegemonía del patriarcado sobre las intervenciones institucionales, los protagonismos, la ocupación de cargos jerárquicos, la dirección política universitaria, la docencia y la investigación. La UNGS puede presumir de haber comenzado hace tiempo a flexibilizar sus estructuras en vistas de responder a derechos fundamentales de la mujer en los espacios de trabajo. Esto se traduce en las líneas de apertura de los proyectos de Gluz, que se hace la pregunta por la distribución desigual de las tareas de cuidado hacia el interior de los hogares de las docentes, y de Fernández, que considera las mayores dificultades “que suelen tener las mujeres en el mercado de trabajo y la mayor vulnerabilidad de las familias cuyo principal sostén es una mujer”, para investigar con la lupa puesta en las desigualdades de género.
“De los 137 proyectos adjudicados, 66 son dirigidos por mujeres. Eso habla de una política de género que se va abriendo camino también en la política de Ciencia y Técnica en Argentina”, amplía Miceli para ofrecer un marco mayor al análisis. Y continúa: “Recientemente, la base de datos bibliográfica a nivel internacional SCOPUS publicó los índices de participación en investigación de mujeres y hombres, mostrando que la Argentina es uno de los pocos países en los que esa participación es casi pareja (hombres: 49%, mujeres: 51%). Es difícil hacer una generalización a partir de una sola base de datos, pero no deja de ser información que nos posiciona muy bien respecto a la igualdad de género en el ámbito científico. Solo tres países alcanzan esta paridad: España, Portugal y Argentina. Esto no significa que el problema esté resuelto, pero indica que sostener la lucha abriendo más espacios para la equidad es un desafío también para el ámbito académico que va dando de a poco resultados”.
Con otros, entre otros, para otros
La pandemia no detiene la presencia de la Universidad en el territorio, incluso respetando el confinamiento obligatorio. Los equipos de investigación ponen sus saberes y conocimiento para el desarrollo de políticas públicas. Se establecen cruces intra institucionales al interior de los proyectos, reflejados en la participación de integrantes de los distintos institutos, y relevantes cruces inter institucionales como los representados por la Subsecretaría de Economía Social y Cooperativismo del municipio de José C. Paz, la Universidad Nacional de José C. Paz, la Provincia de Buenos Aires, los referentes de los municipios en materia productiva y científico-tecnológica, la Dirección Provincial de Educación Secundaria y la Encuesta Permanente de Hogares, que permitirán optimizar los análisis y los trabajos de campo. El monto total de la financiación asciende a $1.832.672, que se distribuirán en una infinidad de acciones para cumplir los objetivos de cada proyecto. De esta manera, también se activan fuentes de trabajo por fuera del campus universitario y se distribuye una riqueza que ha sabido generar la propia Universidad.
La salida de la crisis pone a la Universidad a pensar. Y a trabajar. Los resultados de estas investigaciones aportarán al desarrollo de políticas que minimicen la vulnerabilidad social y material que atraviesa esta provincia. En áreas sumamente relevantes como lo son la educación, los sectores productivos, el mercado de trabajo y la salud, investigadores e investigadoras de la UNGS están dando respuestas a necesidades específicas, para proteger y mejorar la calidad de vida de los habitantes del conurbano.
Tamara Pachado
30/06/20