FONDO DE EMERGENCIA SOCIAL Y SANITARIA.
La crisis sanitaria y el deterioro de las condiciones socioeconómicas exigen diversificar los modos en que la Universidad acompaña a las familias e instituciones del territorio. Con el fin de articular las voluntades solidarias, la UNGS creó, a través de su Consejo Superior, el Fondo de emergencia social y sanitaria. El mismo se conformará por los aportes voluntarios de integrantes de la comunidad universitaria y de personas, organizaciones y empresas de la sociedad en general. Se utilizará en la compra de alimentos y otros insumos de primera necesidad y estará destinado a organizaciones sociales que trabajan con familias en situación de vulnerabilidad, en articulación con el Consejo Social de la Universidad.
Discontinuidad de ingresos laborales de los hogares y dificultad de acceso a la alimentación básica constituyen hoy en el conurbano bonaerense los principales problemas, consecuencias de la crisis sanitaria y el aislamiento social. La profundización de la compleja situación social exige nuevos y mejores modos de intervenir en el territorio. Frente a esta necesidad, el Consejo Superior de la UNGS creó el Fondo de emergencia social y sanitaria COVID 19, difundido como “Fondo solidario”.
Se trata de un mecanismo institucional que permite reunir aportes voluntarios de las y los integrantes de la comunidad universitaria y donaciones de personas, organizaciones y empresas de la sociedad en general. El objetivo es ampliar el trabajo que la Universidad realiza en el territorio, asumiendo en este caso la responsabilidad de articular la solidaridad de los miembros de la comunidad y acompañar las distintas medidas que vienen implementando los gobiernos nacional, provincial y municipal.
“Desde que comenzó la cuarentena venimos siguiendo muy de cerca la situación en el territorio cercano a la Universidad. Lo hacemos con mucha preocupación porque sabemos de la gravedad de la crisis social que nos dejó el gobierno anterior, una situación que ya era muy crítica, y que la cuarentena complicó aún más”, asegura Pablo Bonaldi, vicerrector de la Universidad en ejercicio del Rectorado.
Con relación a este difícil contexto, Pablo Toledo, secretario de Administración de la UNGS, que es la unidad responsable de la gestión del Fondo, afirma que “asistimos a un empeoramiento de la situación social producido en parte por la prolongación de la emergencia sanitaria en nuestra región y especialmente debido a la grave situación económica, de empleo, pobreza y desigualdad que nos dejó la concentración económica que se registró en los años anteriores. Ante este escenario dramático, la Universidad decidió intervenir directamente y articular la solidaridad de los integrantes de la comunidad universitaria y de instituciones públicas y privadas, creando un ‘fondo solidario’ para poder concentrar los aportes y realizar la compra de alimentos e insumos de primera necesidad”.
En función de ese complejo escenario, el Fondo tiene como objeto contribuir con la provisión de alimentos y otros insumos de primera necesidad destinados a organizaciones sociales que trabajan con familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad, a través de las instituciones del territorio y en articulación con el Consejo Social de la Universidad, cuerpo creado en 2012 en el que participan organizaciones estatales y sociales de la región y que actualmente redoblan sus esfuerzos realizando una tarea esencial de asistencia en los barrios, especialmente con las ollas populares.
La consejera superior por el Consejo Social Graciela Rodríguez destaca el carácter solidario de esta iniciativa, destinada a personas que se encuentran en situación de vulneración de derechos, y ponderó que la provisión de alimentos y otros insumos de primera necesidad a las organizaciones sociales de la región se haga en articulación con el Consejo Social de la Universidad: “Como efecto de la pandemia y la necesidad de sostener el aislamiento social, la situación económica se agravó muchísimo y se deterioraron las condiciones de vida de quienes están más desprotegidos, especialmente en el conurbano bonaerense, por eso la creación de este Fondo es muy importante”, dice.
El proyecto de creación del Fondo obtuvo un amplio acompañamiento por parte de los consejeros superiores, que se manifestaron de distintos espacios y claustros en favor de una iniciativa que permita brindar ayuda en un contexto de tan profunda emergencia social. “No se trató de una iniciativa solo de la gestión o de quienes circunstancialmente somos autoridades de la Universidad. El pedido de creación de este Fondo, aprobado por el Consejo Superior, es una iniciativa de trabajadores docentes y nodocentes de la Universidad interesados en hacer aportes para asistir a nuestra comunidad, y también es respuesta a pedidos de colaboración de las organizaciones sindicales y sociales cercanas a la Universidad, expresó Bonaldi, quien preside el Consejo Superior.
En el marco de creación del Fondo, el Consejo Superior resolvió constituir una comisión que tiene como tarea, en articulación con el Consejo Social, relevar las necesidades de las organizaciones del territorio y recomendar la asignación de los recursos. Dicha comisión está integrada por dos representantes designados/as por el Consejo Social, dos representantes designados/as por el Consejo Superior, dos secretarios/as de la Universidad, un/a representante designado por APUNGS (gremio de los nodocentes) y un representante designado por ADIUNGS (gremio de los investigadores y docentes).
“La pandemia y la cuarentena han dejado al desnudo las desigualdades estructurales que persisten en nuestra sociedad, así como la fragilidad del trabajo y de los ingresos de millones de personas. No es que no las conociéramos, de hecho se profundizaron durante el gobierno macrista, y este nuevo gobierno comenzó sus primeros días en ese escenario social”, plantea Nuria Yabkowski, secretaria general de ADIUNGS, que enfatiza que “por todo ello, quienes luchamos para construir una sociedad donde todes puedan tener una vida digna, y hoy estamos en una posición mucho menos vulnerable, más segura y menos precaria, no debamos mirar para otro lado”.
En ese sentido, Yabkowski destaca que la iniciativa del Fondo Solidario de la UNGS es responder a un deber social, político y ético, que tiene la universidad como institución para con el territorio del que forma parte, y que esté constituido en su mayoría (aunque no exclusivamente) por el aporte de trabajadoras y trabajadores se trata de solidaridad al interior de la clase trabajadora. “Tal vez es una forma más de construir esa unidad que tanto hace falta para seguir luchando contra los intereses de los grupos económicos más concentrados, contra todos esos factores de poder que lejos estamos de haber derrotado, los que priorizan sus ganancias antes que la salud de todes”, asegura la dirigente gremial.
Para Rocío Espínola, consejera superior elegida por ese cuerpo para integrar la comisión se seguimiento, la creación del fondo solidario es una iniciativa profundamente necesaria en este contexto tan complejo y que permite seguir afianzando el trabajo en conjunto entre la comunidad universitaria y las organizaciones sociales de nuestro territorio. “La solidaridad y la colaboración de todes es esencial para que muchas familias puedan tener un plato todos los días pero también para consolidar la organización de nuestros barrios frente a las dificultades que atraviesan en esta pandemia».
La joven graduada amplía su acompañamiento a la iniciativa expresando que hoy en día es fundamental el rol que cumplen las organizaciones (cabe destacar el lugar protagónico de las mujeres en estas) sosteniendo merenderos y comedores, entregando viandas, acercando artículos de higiene y cuidado para poder atravesar este momento tan difícil que se vive en las barriadas. “La UNGS viene desarrollando otras iniciativas como institución educativa y desde la producción del conocimiento, algo primordial para poder aportar al desarrollo de políticas públicas que contribuyan a solucionar efectivamente los problemas estructurales; también muches de les que formamos parte de la comunidad somos parte además de estas organizaciones del territorio, y el Fondo es otra forma más de seguir aportando al fortalecimiento de los lazos comunitarios”, sostiene Espínola.
Es un momento excepcional en nuestra historia. Desde que comenzó a golpear la pandemia en nuestras normalidades la Universidad fue adaptando su funcionamiento, continuó garantizando la formación de profesionales y en numerosos casos modificó o adaptó las agendas de investigación para dar una rápida respuesta a diversos asuntos que esta crisis desató.
“La creación y puesta en marcha del Fondo solidario de la Universidad nos permite entre otras cosas poner de relieve lo que desde la Universidad se entiende como una de sus misiones, que es poder dar respuesta a demandas y necesidades de la sociedad, en este caso del territorio cercano, en el que sabemos que ya hace tiempo se están viviendo muchas necesidades”, explica Sergio Vera, secretario General de la UNGS, quien agrega que “en este caso intentamos dar una mano respecto a la cuestión alimentaria y del cuidado de aquellas organizaciones que asumen riesgo en lo cotidiano para poder atender situaciones de hambre, a través de dos tipos de ayuda, los alimentos propiamente dichos, y también con kits sanitarios que permitirán a las y los referentes contar con mayor protección y cuidado de su salud”.
El Fondo se integrará por el aporte voluntario del 1% de los haberes de los/as trabajadores/as de la UNGS y por el aporte directo a través de donaciones de los miembros de la comunidad universitaria o de organizaciones y empresas del territorio. Estos aportes se realizarán a través de transferencias bancarias. Los fondos serán utilizados exclusivamente para la compra de alimentos y otros insumos de primera necesidad destinados a las familias que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad a través de las instituciones u organizaciones sociales del territorio.
Para facilitar el trámite de donación al fondo a los integrantes de la comunidad universitaria, se implementó, en la aplicación UNGS Activa (utilizada para hacer un conjunto de actividades y gestiones), un formulario muy simple a través del cual los trabajadores pueden hacer un aporte del 1% de su salario durante tres meses. Pueden elegir también hacerlo durante solo un mes, o hacer una transferencia por los mecanismos habituales. Durante los meses de julio, agosto y septiembre se irá conformando ese fondo y se irán haciendo las compras de alimentos e insumos.
“En esta primera etapa, en la que se esta realizando la recaudación, podríamos afirmar que cuando es la Universidad toda la que se ocupa de organizar, gestionar y comprometerse con la implementación de un proyecto como este, los resultados son muy alentadores, tienen un potencial mayor y eso se evidencia con todas las transferencias que ocurrieron en estos días, y todavía falta contabilizar lo que surja de los aportes voluntarios de los trabajadores”, precisa Vera.
Dado que los aportes al Fondo se realizarán de forma voluntaria, se resolvió mantener la confidencialidad de la información sobre los y las donantes. El Fondo será administrado por la Secretaría de Administración de la Universidad y las compras se llevarán a cabo de acuerdo a los procedimientos establecidos por la normativa vigente. Se informará su evolución y erogación de manera permanente a través de los canales institucionales de la Universidad.
Esperanzado con iniciativas de estas características, Toledo subraya: “En momentos en que las desigualdades se manifiestan con toda su crudeza e injusticia es cuando más tenemos que hacer esfuerzos de organización y solidaridad que tiene su correlato en la emergencia, pero a su vez, se vuelve indispensable redoblar los esfuerzos para asumir un rol activo en la realización de una sociedad más justa, más democrática y más igualitaria”.
Brenda Liener
Cómo realizar la donación
Comunidad universitaria, organizaciones y empresas
Pasos para la realización de la donación
1) Realizar una transferencia a:
Nº de cuenta: 4100183-25
C.B.U.: 0110041920004100183250
CUIT: 30678887192.
Banco: Banco de la Nación Argentina
Sucursal: San Miguel (3260) – Pte. Perón 1402
2) Enviar a la casilla de correo: aportesolidario@campus.ungs.edu.ar el comprobante de transferencia para emitir el recibo correspondiente. Así podrá declarar su donación en el SIRADIG-FORM 572.
3) Podrán visualizar su donación con N° transferencia, fecha y monto de la misma en este link.
4) Consultas a: aportesolidario@campus.ungs.edu.ar
Trabajadoras y trabajadores de la UNGS
Procedimiento para realizar la donación
1) El/la agente deberá ingresar a UNGS ACTIVA. Allí verá el apartado “servicios” donde encontrará la opción “Fondo solidario”. Una vez abierta la opción, deberá seleccionar “solicitud de aporte solidario UNGS” y completar un formulario que contendrá datos personales los que deberá validar. El sistema procede a autenticar el formulario y validará que no tenga una suscripción vigente.
2) El/la agente deberá aceptar los términos y condiciones de la suscripción.
3) El sistema le solicitará que acepte la suscripción
4) El/la agente recibirá un correo electrónico confirmando la suscripción.
5) El importe de las donaciones mensuales se verá reflejado en los recibos de sueldos y será transferido al fondo solidario.
Si el/la agente quisiera discontinuar el aporte deberá enviar un correo electrónico solicitando la baja de la suscripción a aportesolidario@campus.ungs.edu.ar. Si la solicitud de baja se hiciera antes del día 15 del mes que se envía el correo electrónico, la baja tendrá vigencia ese mismo mes, si la solicitud se realiza pasado el día 15, la baja tendrá vigencia el mes siguiente.
Información necesaria
Ante un requerimiento de la AFIP, el recibo de haberes constituye la constancia/recibo que la Ley obliga a entregar por el donatario (UNGS) al donante (Agente que solicitó la retención) como respaldo del monto deducido (RGAFIP 2681/2009 Art.33.)
La Universidad notificará de oficio la deducción de la donación al efectuar la retención de impuesto a las ganancias. Razón por la cual no corresponde informarla a través de SIRADIG.
15/07/20