CURSO.
La UNGS y la Comunidad Homosexual Argentina llevan adelante un curso gratuito destinado a profesionales del derecho y personas a cargo de dispositivos de protección de víctimas, con el objetivo de brindarles herramientas para su desempeño y cimentar una perspectiva crítica respecto a las violencias estructurales. Dora Barrancos, Alejandra Gils Carbó, Elizabeth Gómez Alcorta, Alba Rueda y Raúl Zaffaroni reconocieron la vacancia en la materia y destacaron la propuesta de formación.
Ante la necesidad de contar con profesionales del derecho que puedan dar respuestas a las violencias estructurales con un espíritu crítico e innovador, la UNGS y la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) iniciaron el dictado del Curso “Acceso a la justicia: estudios sobre crímenes de odio y otras formas de violencia contra el colectivo LGTTTBIQ+”, que se inauguró a un año del fallecimiento de César Cigliutti, histórico presidente de la CHA, con un panel en el que participaron destacados y destacadas referentes en la temática.
“No va a ser posible garantizar el acceso al derecho de justicia si no logramos incorporar la perspectiva de género en el Poder Judicial”, aseguró el vicerrector de la UNGS en ejercicio del Rectorado Pablo Bonaldi, en la apertura. Además de referirse a esta “transformación necesaria”, expresó que el Curso y todas las políticas que llevan adelante ambas instituciones son “un modo de construir una sociedad más justa y más igualitaria”.
El vínculo entre la UNGS y la CHA no es nuevo. “Es la universidad con la que más proyectos conjuntos tenemos”, detalló Marcelo Suntheim, vicepresidente de la organización, al referirse a los libros Yo nena, yo princesa y Niñez trans, ambos de Ediciones UNGS (y el último compilado por la actual presidenta de la CHA, Valeria Pavan). El sello editorial de la Universidad, además, está por publicar una biografía de Cigliutti escrita por Facundo Soto.
En la clase inaugural, Sutheim se refirió al trabajo que realiza la organización y al caso de Vanesa Ledesma, que fue tomado por Amnistía Internacional como uno de los siete casos emblemáticos de tortura en el mundo, lo que significó la primera aparición de una travesti en un informe público de esa naturaleza. “Cinco meses antes de fallecer César, escribimos juntos las últimas cartas, solicitándole a la ministra de Justicia Sabina Frederic y a la ministra de Mujeres Elizabeth Gómez Alcorta que intervinieran para revertir la situación, especialmente la capacitación de fiscales en el país”, contó.
El curso, que está destinado a profesionales del derecho y también a personas que trabajen en dispositivos de orientación y protección a las víctimas, está codirigido por Susana Lombardi, docente y abogada querellante en causas por delitos de lesa humanidad y graves violaciones a los Derechos Humanos, y por Javier Teodoro Álvarez, docente especializado en delitos sexuales y de violencias contra la comunidad LGTTTBIQ+.
Lombardi, secretaria Legal y Técnica de la UNGS, celebró el debate y la aprobación del Curso, por unanimidad, en el Consejo Superior de la Universidad, e indicó que esta formación “es un avance en materia de gestión de las políticas de género” para la institución, pero también “para la comunidad en general”.
Por su parte, Álvarez consideró que la sociedad está “ante dos momentos históricos”, uno de “invisibilización” y otro en el que “los tribunales van de alguna manera juzgando estos hechos, con avances y retrocesos”. Subrayó la necesidad de que estos temas “empiecen a ser parte de las formaciones académicas y de la agenda de las universidades”. “Necesitamos una formación universitaria y judicial con perspectiva en la diversidad”, opinó.
Barrancos, Gils Carbó, Zaffaroni, Gómez Alcorta y Rueda
La apertura contó con las exposiciones de destacadas personalidades especialistas en la temática, como Dora Barrancos, investigadora, socióloga e historiadora del feminismo, Alejandra Gils Carbó, procuradora general de la Nación (2012-2017), Raúl Zaffaroni, juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y Alba Rueda, subsecretaria de Políticas de Diversidad de la Nación.
También participó la ministra Gómez Alcorta a través de un video. “La violencia en el ámbito de la justicia es una de las cuestiones que queremos transformar desde un paradigma de justicia transfeminista”, sostuvo Gómez Alcorta tras destacar la importancia de la realización de esta formación.
“Creo que el curso puede incentivar algo importante: tenemos poca investigación de campo, poco relevamiento de datos, y, si queremos prevenir y combatir algo, necesitamos conocerlo, eso es básico”, aportó Zaffaroni en su intervención. Agregó, además, que en los crímenes de odio “hay dos bienes jurídicos lesionados: la vida de la persona, la integridad física, y en segundo lugar, hay una intencionalidad que lesiona al grupo de pertenencia, le infunde temor”. “No se pierdan en el concepto”, recomendó y continuó: “Cuando nos referimos a los crímenes de odio en el sentido estricto son estos dos bienes jurídicos los lesionados, y eso es lo que explica la mayor gravedad del hecho”.
Gils Carbó acordó con la necesidad de capacitar a todos y todas las agentes estatales y destacó el Curso por ser una propuesta con “una perspectiva de acceso a la justicia desde una visión que considera que para lograr una tutela judicial efectiva no basta blandir normas, códigos, doctrinas, sino que es necesario tener un conocimiento del fenómeno social al que las normas van dirigidas”. “Cuando nos referimos a crímenes de odio están en juego factores culturales, sociales, históricos, religiosos, jurídicos, y sabemos que el Estado se comporta como un reproductor de esas violencias”, remarcó, y opinó: “La imagen negativa del Poder Judicial ante la opinión pública en el país tiene que ver con fallas endémicas que este Curso está conducido a corregir, porque ofrece las herramientas interdisciplinarias necesarias para abordar los crímenes de odio y se nutre de una visión social del derecho”.
Barrancos se sumó a las celebraciones del Curso, que consideró único en el país e incluso en Latinoamérica. También coincidió en “el problema de un default formativo en las profesiones jurídicas”, y reflexionó: “El estado móvil de la propia enseñanza de una disciplina le da a la mentalidad algo de agilidad, compenetración, historicidad y reverbero de cambio. Si se ve el movimiento de un concepto, se está en disponibilidad de cambio. Reclamo historicidad para que se den cuenta les agentes de las profesiones jurídicas que hay cambio, que hay historia, que todo está en movimiento, estamos en un ciclo de vorágine de cambios. Este curso propicia la idea de que estamos ante un gran cambio de época”.
“La militancia es sin duda donde se sitúa el enfoque integral de la justicia que hoy buscamos”, dijo Rueda, en el cierre del Panel. Para la funcionaria, “hay como punto de partida una desigualdad estructural”, y la cadena de violencias que se inicia con la exclusión en los ámbitos familiares, sociales y laborales “es justamente una de las marcas de desigualdad más fuerte que se traduce en la expectativa de vida de 40 años de la población trans”. “Es necesario mirar a los movimientos sociales, a los reclamos, saberes, para poder cambiarlo todo”, expresó, y concluyó: “Nuestra identidad de género debe traducirse al ámbito de la justicia y esto tiene que ver con la figura de travesticidio y transfemicidio y esa estructura de la desigualdad que las organizaciones marcan como el travesticidio social”.
Analía Fasoletti
La apertura del Curso “Acceso a la justicia: estudios sobre crímenes de odio y otras formas de violencia contra el colectivo LGTTTBIQ+” tuvo lugar el 31 de agosto de 2021 y puede verse completa en este link (https://www.youtube.com/watch?v=cuYp3Q4I2XI).
17/09/21