ENTREVISTA A RUTH MUÑOZ.

 

“Somos un Gobierno de científicos y científicas”, aseguró el presidente Alberto Fernández en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, en marzo de este año. Desde el 10 de diciembre pasado, cuando asumió la presidencia, Fernández convocó a decenas de investigadoras e investigadores a formar parte de sus equipos de gobierno. Ruth Muñoz, economista y magister en Economía Social por la UNGS, es investigadora docente del Instituto del Conurbano de la Universidad, donde co-dirige los proyectos “Precisiones y concreciones de las propuestas teórico-prácticas de la economía social y solidaria para la América Latina actual” y “Políticas sociales y económicas en los municipios del Conurbano Bonaerense”. A comienzos de este año pidió licencia en ese cargo para asumir la Coordinación Técnica del Consejo Consultivo del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES).

 

-¿Cómo fue la convocatoria y qué trabajo desarrollas en el Consejo?

-Fui convocada en diciembre, cuando asumió el gobierno, después de una primera reunión del Consejo Consultivo (CC) para ir empezando a identificar necesidades e ir instalando y fortaleciendo un espacio como este. Estuvimos en conversación con el titular del INAES Mario Cafiero (recientemente fallecido) y con Juan Ricci, titular del CC, quien cursó la Maestría en Economía Social de la UNGS e integra el Consejo Social de la Universidad, definiendo características de este espacio de carácter estratégico. Finalmente, asumí en marzo. La idea inicial era desarrollarme en un ámbito no ejecutivo, pero una vez iniciada la pandemia terminé trabajando con el gabinete, mano a mano con Cafiero, y asesorando a distintas áreas ejecutivas más allá del INAES. Desde la coordinación técnica del Consejo trabajamos para generar un diálogo permanente entre distintos tipos de saberes: saber popular, comunitario, cooperativo, mutual, asociativo en general, campesino, indígena, saberes que no siempre tienen las acreditaciones tradicionales. Intentamos “hacer esas traducciones” que plantea el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos e ir encaminando y articulándolos con los saberes académicos y técnicos en función de los requerimientos del equipo de gestión y del directorio del INAES y de otros organismos públicos, con quienes vamos logrando cada vez una mayor visibilidad y una mayor y mejor institucionalización de la Economía Social y Solidaria (ESS). Según la especificidad del organismo, es necesario identificar qué saberes poner en diálogo y qué soluciones técnicas o artefactos tenemos que generar como instrumentos de política.

 

-El Consejo se presenta como un espacio que articula los intereses de la Economía Social y Solidaria con las políticas públicas que implementa el INAES ¿Cuáles son esos intereses que plantea la ESS?

-Los intereses que plantea la ESS tienen que ver con dar respuesta a formas de trabajo que ponen en el centro la sostenibilidad de la vida, tanto de las personas trabajadoras como de la naturaleza. Desde ahí  vamos generando toda una nueva institucionalidad, que en nuestro país lamentablemente todavía no tiene el mismo reconocimiento que la economía tradicional. Por eso, una de nuestras políticas estratégicas es la homologación de derechos del trabajo asociativo, que está en el marco de la ESS, con el trabajo asalariado, en blanco, en relaciones de empleo formales en las empresas de capital, que si son reconocidos. Y desde ahí apuntamos a ese objetivo estratégico que redactamos en la nueva gestión del INAES que es otorgarle centralidad a este vasto sector, no reconocido por las formas del trabajo asalariado en la Argentina, y lograr una transformación, a través de la economía, en dirección a un país con  mayor justicia social. En el fondo ese es el ideario que tenemos en esa gestión del INAES y ese es el objetivo que nos moviliza. También hay una cuestión de cambio de imagen, desandar esta idea que asocia a la ESS con una economía acotada y marginal.

 

-En medio de este mundo atravesado por un capitalismo cada vez más salvaje, los principios de la ESS pueden parecer difíciles de materializar…

-Lo que nos parece inviable es seguir sosteniendo las barbaridades de este capitalismo salvaje, sobre todo con la hegemonía del capital financiero. La pandemia tiene que ver con esto. La pregunta es cómo logramos una mayor centralidad de esta otra economía, esta otra institucionalidad. Ahora que se cayeron todos los velos, ahora que está todo tan claro, cómo hacemos  para reconocer estas otras economías, con sus distintos nombres, popular, campesina, indígena, asociativa, comunitaria, feminista, agroecológica, que siempre está en los bordes, que siempre lucha por ser reconocida y que requiere otra centralidad porque en definitiva es la que está ahí resolviendo las necesidades. Estamos en un lugar dicotómico, que solamente reconoce dos formas, la economía privada de capital y la economía pública estatal, el desafío es cómo empezamos a abrir la mente y a reconocer estas otras economías, básicamente porque las consecuencias  sociales y naturales de la economía hegemónica se hacen cada vez más insostenibles. Lo contradictorio es seguir sosteniendo la economía capitalista, especialmente en este tiempo de pandemia, eso  es cada vez más evidente.

 

-Una de las acciones que impulsaste desde el Consejo es la capacitación “Herramientas de la ESS para el Desarrollo Local”, organizada entre el INAES y la Federación Argentina de Municipios (FAM) y en la que participaron 1400 gestores públicos. ¿A qué atribuís tanto interés en una iniciativa de estas características?

-El interés parte básicamente desde las administraciones locales. En estos distritos, los problemas –nos dicen varies compañeres de los municipios– están a la distancia que hay entre los escritorios y les gestores. No es lo mismo que en las administraciones provinciales o nacionales, donde la cosa es más abstracta. En el nivel local es mucho más difícil no reconocer esa diversidad de economías y además las potencialidades de incorporarlas a las soluciones: esta economía resuelve problemas. Con más frecuencia, se reconoce la potencialidad de la ESS para resolver problemas. A nosotros mismos nos sorprendió que fuera tan amplia la respuesta a nuestro curso de formación. Justo acaba de dictarse el noveno encuentro, que abordó el tema de la compra de los municipios a sectores de la ESS. Una de las cuestiones que plantearon funcionarios del distrito de San Martín y el expositor de lo que era la Secretaria Nacional de Economía Solidaria (SENAES) de Brasil hasta el golpe a Dilma es que, al contrario de lo que se piensa (que no es competitiva), la ESS es una economía que, al no priorizar las ganancias, como las capitalistas, ofrece precios más bajos. Otra ventaja es que el trabajo queda situado localmente, y si no hay proveedores locales se buscan otros dentro del entramado pyme, y si no hay se buscan más allá de su territorio, priorizando la ESS. La idea –decían los expositores del taller– es ir sustituyendo como proveedores las empresas de capital por empresas que encaran la economía poniendo en el centro la vida y no las ganancias. Las administraciones locales ven que hay una eficacia, que esta economía resuelve problemas, y que también se trata de socios estratégicos que van a estar co-construyendo políticas codo a codo, viendo cómo encarar problemas muy graves como los actuales, problemas estructurales,  que la pandemia está poniendo  al desnudo. No es lo mismo encarar una iniciativa con empresas que ponen por delante la ganancia que hacerlo con el propio pueblo organizado, que está resolviendo necesidades para sí mismo y para un Estado que pone los intereses de las mayorías en primer lugar. Eso es lo que está en juego cuando se reconoce a esta otra economía como sujeto de política.

 

-¿Qué estrategias pudieron desarrollar los gobiernos locales con las herramientas que brinda el INAES para fortalecer su gestión en el marco de esta crisis?

-Desarrollamos una batería de apoyo muy importante. Una es el programa que llamamos “el INAES en las calles, en los territorios”, una  iniciativa de Mario Cafiero. Ese “en los territorios” implicó un trabajo con los municipios y las mesas del asociativismoImpulsamos varios instrumentos financieros innovadores, por ejemplo, para que los municipios tengan un apoyo específico para realizar compras al sector cooperativo y mutual, que a veces tiene dificultades para poder producir a la escala que los municipios necesitan. A partir de esta herramienta que hicimos desde el INAES, ahora los municipios pueden acceder a una línea específica, para poder abastecerse localmente a través de la ESS. También a través de otro instrumento financiero, estamos trabajando con la Comisión Nacional de Valores para que pueda canalizar fondos hacia la ESS, algo que da cuenta de otra escala, otra complejidad, porque se trata de finanzas de “impacto” dirigidas al sector de nuestra economía. En relación con la capacitación, también desarrollamos una serie de actividades en el marco de una política de innovación abierta junto con el Ministerio de Desarrollo Productivo. También estamos dictando un curso con la comisión técnica de economías ancestrales, pueblos originarios, indígenas, con el fin de establecer un diálogo entre la ESS y la economía originaria tendiente a generar mayor autonomía de decisión en sus propias prácticas, que también requieren mayor visibilidad. También trabajamos a nivel internacional, a partir especialmente de la vinculación que tenemos en la UNGS con distintos centros de investigación. Hicimos intercambios con la Universidad Concordia y el Chantier de l’économie sociale, ambas de Quebec, Canadá, en relación con las cooperativas de solidaridad o  cooperativas de múltiples actores. Hasta ahora en Argentina las cooperativas venían funcionando bajo la modalidad de pares, sólo había cooperativas de trabajadores o cooperativas de productores, o de consumidores. La idea es la incorporación de cooperativas que acepten distintas figuras (tanto productores como consumidores) y además entidades de apoyo, como municipios. Hay varios municipios que ya vienen trabajando en esta línea. También venimos trabajando a nivel de políticas con la agricultura en distintas formas, agroecología, agricultura ancestral, con muchos municipios. En esa línea fue muy importante un trabajo que desplegamos desde el inicio de la gestión, a través de un convenio entre el INAES,  INTA y SENASA,  y en colaboración con la Dirección Nacional de Agroecología, en el que desarrollamos una serie de actividades para generar conciencia sobre la provisión de alimentos. Trabajamos con movimientos sociales, cooperativas, mutuales, reflexionando sobre qué tipo de alimentos se producen, en qué condiciones, quiénes los generan, y problematizando las instancias de intercambio y qué papel  cumplen los gobiernos locales en relación con su poder de compra. Esas serían algunas de las políticas.

 

-¿Qué otras líneas se llevaron adelante específicamente para hacer frente a la crisis?

-En cuanto a la prevención del covid y al trabajo en el aislamiento preventivo, el INAES transformó completamente su propio funcionamiento para facilitar a las y los trabajadores llevar adelante las tareas de forma remota. Se fueron implementando diferentes medidas para facilitar el funcionamiento de la ESS: se implementaron certificaciones de firma simplificada, se fueron prorrogando y suspendiendo los plazos administrativos para las entidades, se hicieron relevamientos de bienes y servicios en cuanto a la oferta de insumos sanitarios y esto se puso a disposición en las primeras semanas para que se adquirieran a esta economía. También se trabajó en fondos de educación y capacitación obligatorios, tanto para cooperativas como para mutuales, para que pudieran pasar a apoyar las necesidades originadas por la pandemia. Primero se suspendieron las asambleas y luego se autorizó a realizarlas a distancia. Se prorrogaron los mandatos durante toda la crisis sanitaria. Seguimos intentando implementar un sistema de pagos digital, se armó un trámite express (de 30 días) para constituirse en cooperativa o mutual (que antes tardaba más de un año). Se está trabajando mucho para digitalizar toda la gestión y agilizar los trámites del INAES, que una vez finalizado será un gran logro. Mario Cafiero siempre decía que si había tantas trabas lo que fallaba no eran las experiencias de cooperativas y mutuales, sino la burocracia. Trabajamos en adaptar el organismo a las necesidades de esta práctica, y para eso agilizar los trámites y digitalizar es fundamental.

 

-¿Cómo es el trabajo con las cooperativas?

-Con las cooperativas venimos trabajando mucho. De hecho una de las particularidades que tiene el INAES es que es un organismo cogestioando. Por primera vez desde su creación, presidentes delas confederaciones integran el directorio, actualmente están las dos confederaciones de cooperativas principales que son Coninagro y Cooperar. Las autogestionadas también figuran en el equipo de gestión, por lo cual venimos trabajando codo a codo. Las demandas se van construyendo, siempre son sobre cómo lograr mayor centralidad y reconocimiento.

 

-¿Trabajar desde la ESS permite llevar adelante acciones de mayor integración federal?

-Sin duda la territorialidad es uno de los atributos de nuestra economía y la cuestión de la integración federal es muy importante. En cada una de las actividades que realizamos (a través de modalidad virtual) hay representantes de todo el país. Son las tonadas, los colores, los que dan cuenta de ese federalismo. También estamos trabajando en un proyecto de georreferenciación de cooperativas y mutuales. Es un trabajo que vamos a hacer a través del área de Sistemas de Información Geográfica de la UNGS. En más del 85% de las localidades de nuestro país hay una cooperativa o una mutual. Esa presencia permite dimensionar el papel de nuestra economía resolviendo desde lo local.

 

-El Gobierno ha convocado a investigadoras e investigadores de las universidades públicas a conducir o integrar sus equipos. ¿Qué aporte crees que hacen a la gestión pública?

-El aporte de las y los científicos al gobierno es sustantivo. Es la mirada que se necesita en problemas tan complejos como los que estamos teniendo. Pero también se requiere de un trabajo científico con una mirada más amplia, con pensamiento crítico construido desde el sur global evitando la colonización que también sufre el pensamiento científico. Es un laburo que tenemos que ir haciendo, como en el CC, en diálogo con todos los saberes. Queremos construir otro tipo de conocimientos y otro tipo de variaciones para ir generando otro tipo de satisfactores a las necesidades de las mayorías. En espacios como el INAES, eso se está viendo. Lo hecho en estos nueve meses de  gestión, previos a la lamentable partida de Mario Cafiero, ya está siendo reconocido por referentes de nuestro campo.

 

-¿Qué de tu experiencia y aprendizaje en la UNGS crees que aportás en tu actual función?

-Mi ingreso a la Universidad en el año 2003, como becaria de la MAES, fue un punto de inflexión en mi vida. En el INAES trato de volcar en todas las iniciativas los saberes y la visión que aprendí allí. Trato de hacer honor a mis maestrxs, a José Luis Coraggio, a Susana Hinze, a Claudia  Danani, a Alberto Federico Sabaté. En especial a José Luis, que nos está acompañando desde el primer día. Se acaba de publicar el primer documento de divulgación del CC que recopila sus ideas y que esperamos que aporte a clarificar mucho de este campo. Junto a la UNGS estamos haciendo un trabajo de síntesis, para acercar y mejorar la escucha de todos los aportes que vienen surgiendo en la Red Universitaria de Economía Social y Solidaria (RUESS). De hecho, propiciamos una reunión entre Cafiero, el CC y la RUESS para ir organizando los distintos aportes que se puede hacer y también distintos miembros de la RUESS forman parte del Consejo Consultivo. Otro aporte interesante en el que estamos trabajando es la articulación con el Observatorio de Políticas Públicas de la Economía Popular y Solidaria (OPPEPS), que dirige Susana Hintze. Es una línea de trabajo con municipios (un proyecto de investigación orientado que dirige Adriana Rofman), que había logrado un alcance importante en el conurbano. Desde el abordaje que propone el INAES, le estamos dando mayor escala y complejidad a esas políticas. Nuestras categorías se van haciendo cuerpo a partir del trabajo con los municipios, nuestras categorías se van haciendo también cuerpo en  los gestores públicos, tanto del INAES como de otros organismos, y eso es parte del trabajo articulado de tantos años que venimos sosteniendo. Sobre todo en el Instituto del Conurbano, pero también en otros institutos. Por ejemplo, con el Instituto de Industria avanzamos en un trabajo sobre la gestión de las empresas sociales. O las Olimpíadas de Economía, también con el IDEI y con el Instituto del Desarrollo Humano. La idea es cómo estas miradas, desde la economía sustantiva o la economía heterodoxa, tan propias de nuestra Universidad, se van haciendo cuerpo en la gestión pública.

Brenda Liener

 

 

27/10/20