EDITORIAL.
La Universidad Nacional de General Sarmiento expresó su repudio al pedido de información realizado por la Honorable Cámara de Diputados y al que dio curso el Ministerio de Educación y Deportes de la Nación referido a los estudiantes de nacionalidades diferentes a la argentina.
Específicamente, la Resolución Nº 1835/16 de la Cámara de Diputados de la Nación, emitida por iniciativa del diputado Eduardo Amadeo y la diputada Gisela Scaglia, solicita información acerca del número de estudiantes extranjeros que cursan carreras de grado y posgrado en nuestras casas de estudio, sus países de origen, el pago o no de aranceles, las facultades a las que asisten, las carreras que cursan y sus performances académicas, sin explicitar qué utilización se le dará a los mismos.
Este pedido de información es innecesario e impertinente. En primer lugar , es innecesario, porque en el sistema estadístico nacional se puede acceder a parte de los datos solicitados. En segundo lugar, es también impertinente, dado que la solicitud de datos individualizados (como la carrera que cursan y los referidos al desempeño académico de los estudiantes extranjeros) vulnera las leyes de protección de datos personales.
Pero lo que es más grave es que se trata de un pedido que va en contra de los preceptos constitucionales y legales que garantizan la igualdad de derechos entre nativos y extranjeros en nuestro país. Por ello no puede sino considerárselo una nueva provocación, que se suma a los ataques desplegados desde distintos sectores políticos y comunicacionales conservadores, tanto contra el sistema universitario cuanto contra los inmigrantes de otros países latinoamericanos, en una campaña que ha alcanzado preocupantes niveles de xenofobia.
En momentos en que el presupuesto nacional para financiar el sistema de ciencia y técnica está siendo drásticamente reducido, y tras un año 2016 de dificultades financieras para el desenvolvimiento de las universidades públicas, sería deseable que los representantes del pueblo se ocuparan de garantizar la continuidad de nuestros sistemas de educación e investigación públicos y de calidad que tanto nos ha costado construir.