COLECCIÓN HUMANIDADES.

 

Sokratische Denkwürdigkeiten – Wolken/ Memorabilia socratica – Nubes.
Johann Georg Hamann. Traduccion y notas de Miguel Alberti y Florencia Sannders. Ediciones UNGS. Colección Humanidades. Serie Ensayos alemanes. Los Polvorines, 2018.

 

 

La traducción de Memorabilia y de Nubes de Johann Georg Hamann introduce en nuestra lengua un tipo de discurso poco conocido, al que algunas traducciones argentinas de la obra de su discípulo Herder nos habían acercado.

Hamann ha sido catalogado como un irracionalista. Pero sus “creencias” y sus “sentimientos” estaban cargados de razones. Más bien cabe preguntarse si no era un antirracionalista buscando abrir paso a una racionalidad alternativa. No tenía la específica formación como para poder articular una teoría filosófica al modo kantiano –más allá de que le interesase o no– pero sí las dotes literarias y la profundidad espiritual como para sugerir una de modo notable. Ha sido considerado también un pensador contracorriente. Pero cabe indagar si no forma parte de una corriente por derecho propio, de la que abrevan entre otros Herder y Jacobi. Mejor puede entenderse como un pensador antihegemónico, que logra brillar en medio de las luces, por momentos no tan luminosas, del predominio cultural ilustrado de esa época. Quizás la valoración tardía y atemperada de Kant sobre la Ilustración haya tenido presente ecos de su amigo de juventud. Y, pasados los años, ya conocido como el “Mago del Norte”, Hamann seguirá evocado, casi vuelto concepto, en el hegeliano “Principio del Norte”.

Esta publicación nos invita a renovar el panorama de la filosofía moderna, que la historiografía racionalista ha limitado a cierta tradición cartesiana, y del que ha excluido, como excepciones malogradas, posiciones valiosas. También trae novedades para la filosofía antigua. Aquí Hamann no elige ni a un poeta (él es muy poético) ni a un religioso (él es muy religioso) para exponer sus pensamientos, sino al filósofo Sócrates, más poeta y religioso de lo que se suponía. “Sócrates parece haber hablado tanto de su ignorancia como un hipocondríaco de su enfermedad imaginaria”, señala entre sus más sugestivas analogías. Este otro ciudadano de Königsberg pugna contra la apropiación ilustrada-racionalista del hijo de la partera griega, ayudado por las siempre desconcertantes biografías de Diógenes Laercio, entre otras fuentes clásicas. Su lectura “captó muy felizmente el humor inocente de Sócrates. El relato que hace de su carácter parece ajustarse a lo que fue su vida”, como dice poco después Mendelssohn. “Una prueba de que uno puede decir lo que uno quiera a cuenta de los filósofos antiguos”, dictamina, en contraposición, otro reseñista anónimo. Este último no supo ver en las Memorabilia un “sistemita de indicios”, dice la más suave pero muy significativa devolución de Hamann a esa reseña, en el segundo escrito de esta publicación, Nubes.

Como nos señalan los traductores en sus numerosas y útiles notas, ‘Memorabilia’ en la tradición latina y ‘Denkwürdigkeiten’ en el idioma alemán significan “recuerdos dignos de mención”. En Hamann lo son, en parte, debido a su capacidad de cuestionar su presente cultural. Pueden aún volverse recuerdos capaces de revisar el nuestro.

 

Martín Sisto