PROFESORADO DE LENGUA Y LITERATURA.

 

Tras su puesta en marcha en 2013 y con una matrícula en continuo crecimiento, el Profesorado Universitario en Lengua y Literatura de la UNGS tiene su primer graduado.

Joel Cuenca rindió su último examen final este verano y se convirtió en el primer egresado del Profesorado Universitario en Lengua y Literatura del Instituto del Desarrollo Humano de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS), carrera que en la actualidad cuenta con alrededor de 400 estudiantes y cuya matrícula sigue creciendo año tras año. El joven de 24 años se dedica a la docencia, que ejerce en el ámbito privado y también, en el marco de una beca, en la UNGS, y es un apasionado por el trabajo de investigación, en particular sobre literatura argentina contemporánea con perspectiva de género y diversidad sexual.

Oriundo de San Miguel, el flamante graduado comenzó a cursar cuando la carrera se ponía en marcha, entre los años 2013 y 2014. Eran tiempos de “expansión de la universidad pública” y de una “recuperación progresiva de la Escuela Secundaria después del régimen Polimodal”, como recuerda el investigador docente Juan Rearte. En ese contexto, se hizo evidente la falta de docentes en la región y la necesidad de repensar el perfil del graduado en Lengua y Literatura. “La discusión de los contenidos mínimos parecía el marco propicio para pensar un perfil de profesor con fuerte compromiso con la actividad docente y capaz de diseñar y problematizar programas de estudio y de vincular esa tarea con la investigación”, explica Rearte.

Cuenca, por su parte, destaca el acompañamiento de la Universidad, la cercanía de los docentes con los estudiantes, el descubrir otras formas de enseñar diferentes a las que había conocido en la escuela y las variadas ofertas de formación en paralelo a la carrera. A lo largo de su recorrido, obtuvo distintas becas: de ayuda económica, de gestión académica y servicio a la comunidad y de docencia e investigación.

El profesorado abarca un amplio abanico de temas que van desde la teoría literaria a las literaturas nacionales, desde los estudios culturales al estudio de los géneros, desde la lingüística formal a la lingüística aplicada. “La universidad tiene una gran vinculación con el contexto político y social, desde esa perspectiva de apostar por la educación pública y del vínculo con la ‘realidad’, con las escuelas, que están atravesadas por todas las problemáticas”, asegura el graduado, que en sus clases en escuelas secundarias aborda temas que van desde la literatura fundacional argentina hasta la obra de Rodolfo Walsh, pasando por las vanguardias, la literatura realista y la ciencia ficción contemporánea.

Rearte sostiene que, en un contexto de ajuste sobre la ciencia y la universidad, el desafío de la carrera, además de formar excelentes profesores, es “contribuir a pensar un modelo colectivo de soberanía cultural que desafíe los términos de la tan mentada meritocracia”. El investigador docente reflexiona que “el pensamiento crítico, lejos de ‘hacerle daño a la Nación’, puede devolverle su capacidad de transformación, de desarrollo y un horizonte de Igualdad” y se entusiasma: “Por muchos egresados más, viva la universidad pública”.

 

A. F.