MEDIOS. UNITV.

 

Los equipos que sostienen la producción y transmisión de los materiales generados por UNITV, el canal de televisión de la Universidad, debieron asumir el desafío de seguir haciéndolo en las condiciones de fuertes dificultades que imponen la pandemia y la cuarentena. En estas circunstancias pudo estrenarse un nuevo ciclo de Periscopio, el ya tradicional programa de debates y entrevistas, ahora adaptado a los temas y a las preocupaciones que impone la crisis sanitaria.

 

Apenas comenzado el aislamiento social fue evidente que el compromiso fundante de UNITV en tiempos “normales”, esto es, el de intervenir desde la Universidad en la agenda del debate público, intentando aportar calidad, profundidad y pluralismo, resultaba aún más apremiante y necesario en momentos como el que estábamos comenzando a recorrer. Llegar a hacerlo en las condiciones de aislamiento social, contando con medios tan pobres como, por ejemplo, el recurso a los pésimos servicios de las proveedoras de Internet “casero”, la falta de equipamiento técnico adecuado para la circunstancia y otras dificultades que todos conocemos fue el desafío que asumimos desde el primer día de la cuarentena.

Como todos sabemos, la sumatoria de dificultades puede inhibir o, al contrario, estimular las capacidades creativas y el esfuerzo generoso. Felizmente este último ha sido el efecto de la actual situación  sobre el colectivo de trabajadores que sostiene UNITV, el canal de nuestra UNGS. Gracias a esas generosidades y capacidades fue posible estrenar el pasado jueves 23 de julio, en condiciones aceptables de calidad, un nuevo ciclo de debates y entrevistas de nuestro programa Periscopio, rebautizad en la ocasión Periscopio: ¿una nueva normalidad? La agenda del día después. Conducido por el habitual anfitrión periscópico, el todoterreno Damián Valls, la mesa inaugural fue modélica en cuanto a los objetivos del ciclo: tuvo la virtud de incorporar perspectivas e interrogantes sobre el tema de la pandemia que suelen estar ausentes, un punto interesadamente ciego en los habituales análisis que pueblan los medios de comunicación.

Una breve reseña debería comenzar por la intervención de Flavia Costa. La docente e investigadora de la UBA sostuvo que  la pandemia, lejos de ser un hecho puramente azaroso o accidental, está directamente vinculada a las formas actuales predominantes de explotación de la naturaleza y los animales y a la configuración poblacional, técnica y económica del mundo. En este sentido las pandemias, lo mismo que otros tipos de fenómenos (por ejemplo, los repetidos desastres nucleares), deben pensarse como accidentes “normales”, ergo potencialmente repetibles en la actual configuración de nuestro mundo. “Estamos en un sistema bio-socio-técnico, ya en escala planetaria”, señaló Costa. “Y esta es nuestra nueva normalidad. De la que quizás nuestras instituciones políticasni aún en nuestras ciencias sociales y humanas estamos del todo provistos de herramientas para pensar ésta normalidad en nueva escala que estamos habitando…Hoy además de aquello que ya veníamos muy acostumbrados a pensar, lo doméstico, la vida colectiva, la vida nacional, la relación entre Estados, estamos obligados a incorporar la nueva escala de los intercambios, a nivel político, social, cultural y tomar nota de los nuevos riesgos asociados a esta nueva escala”.

Nuestro ex-rector Eduardo Rinesi, continuando esa línea reflexiva, agregó que, en tanto las causas tienen un origen sistémico y global, el necesario replanteo del modelo de desarrollo a nivel global exige la constitución de un sujeto político a la misma escala. La vieja categoría filosófica de “humanidad” debería, sugirió, ser reactivada en este marco, y no solo filosóficamente, sino también y sobre todo en un sentido político. En efecto, hoy más que nunca parece necesaria la creación de una nueva opinión pública mundial –dijo Rinesi– capaz de plantear alternativas frente a quienes toman las grandes decisiones que inciden sobre la vida de todas las sociedades del planeta. Rinesi invitó a deshacernos de “fetichismos” y sugirió que, contra lo que suele decirse, “la vacuna no es el fin del problema, y esto exactamente porque el covid-19 no es el problema, sino el síntoma de un conjunto de problemas que no vamos a resolver si seguimos suponiendo que nuestro único destino posible es seguir produciendo soja para darles de comer a los chanchos chinos, ni si lo único que se nos ocurre como presunta alternativa frente a eso es empezar a producir los chanchos mismos…”

El antropólogo y asesor presidencial Alejandro Grimson, por su parte, señaló como efecto de la pandemia la visibilización de las desigualdades que estructuran el mundo actual, desigualdades que la situación agravará aún más. Frente a esta situación reseñó las opciones que se le presentaron al gobierno nacional y ponderó las decisiones tomadas para mitigar los peores efectos de la misma. Los tres panelistas coincidieron en destacar la necesidad de una fuerte implicación de las universidades de todo el mundo y de una fuerte apuesta al diálogo entre ellas y de ellas con los gobiernos nacionales y con las organizaciones sociales como modo de renovar la agenda de discusión global que la pandemia y sus consecuencias nos exigirán encarar con premura. Al respecto, Grimson afirmó “la relevancia del pensamiento universitario radica, entre otras cosas, en que es el único capaz de salir de cualquier fórmula simplista, corporativa, de demandas cortoplacistas, y que puede integrar todas estas complejidades. Por eso mismo hay, a mi juicio, un enorme desafío: de parte de aquellos que deciden políticas, de aumentar su capacidad de escuchar al pensamiento universitario y, de parte del pensamiento universitario, por hacerse más comprensible y por entender la lógica que implica la gestión de políticas públicas.”

La segunda mesa de discusión está motivada por el notorio aumento de hechos de violencia institucional durante la cuarentena, cuyo extremo absolutamente inaceptable es la desaparición, luego de una detención policial, del joven Facundo Astudillo Castro. Programada para el próximo jueves 6 de agosto a las 22 horas,  tendrá como título: “¿Quién piensa la policía de la postpandemia?” Están invitados Esteban Rodriguez Alzueta, investigador de la UNQUI, Eduardo Villalba, Secretario de Seguridad y Política Criminal del Ministerio de Seguridad y Valeria Plaza Schaefer, coordinadora del programa de Seguridad y DDHH de la Universidad Nacional de Córdoba. Para la tercera jornada, el jueves 13 de agosto, el tema seguramente rondará alrededor de los avances y retrocesos que la pandemia nos dejará en cuanto al horizonte de una sociedad igualitaria y emancipada. Nada menos que la antropóloga y activista feminista Rita Segato será nuestra invitada, entrevistada en esta oportunidad por Mario Santucho, integrante del Colectivo editorial de la revista Crisis.

La agenda del ciclo continuará semanalmente con mesas redondas y reportajes exclusivos semana a semana. Entre los temas que ya están en etapa de producción podemos detallar los siguientes: la cuestión educativa, alrededor del interrogante sobre los que aprendimos y lo que perdimos en las dinámicas educativas impuestas por el necesario aislamiento social, la cuestión ambiental ligada a los modelos de producción y consumo de alimentos y a la soberanía alimentaria, la cuestión de la visibilización y reconocimiento de las tareas de cuidado y del trabajo comunitario, los proyectos alrededor del ingreso o renta básica universal, la situación económica y las políticas necesarias para la postpandemia.

Alejandro Montalbán

 

 

04/08/20