NOVEDADES.
Los conflictos ambientales en América Latina I. Casos y reflexiones.
Carlos Ruggerio y Francisco Suárez (Compiladores). Ediciones UNGS. Colección Ambiente y Territorio. Los Polvorines, 2018.
En las últimas décadas, la conflictividad ambiental se ha vuelto uno de los ejes de la movilización social en América Latina. Las tensiones en torno a la apropiación y los usos de la naturaleza remiten al debate sobre los modelos de desarrollo. Este volumen, que recoge las ponencias presentadas al I Congreso Latinoamericano sobre Conflictos Ambientales realizado en 2014 en la UNGS, traza, organizado en cuatro ejes (“Áreas de reservación y patrimonio, actividades tradicionales”, “Consecuencias del extractivismo minero y petrolero”, “Conflictos forestales” y “Agronegocios y políticas agropecuarias”), un mapa de actores, lenguajes y territorios que ayuda a repensar los conflictos ambientales en la región.
Cabe destacar dos aspectos que resultan nodales en el trabajo: la construcción colectiva de alternativas al desarrollo, que es el norte que orienta no solo el libro sino el espacio de intercambio del cual el mismo emerge, y el interés por el rol de la Universidad, de las ciencias y del necesario trabajo interdisciplinario para abordar tales procesos. En efecto, una de las contribuciones más interesantes del libro es la articulación de los diferentes casos mediante un marco teórico común y la preocupación por el diseño de estrategias metodológicas para abordarlos. Por último, no puede dejar de destacarse una de las ideas fuerza que atraviesa todo el libro: la que indica que el incremento de la conflictividad ambiental resulta de la tensión entre el paradigma extractivista y el de la sustentabilidad. Mientras que uno profundiza la mercantilización concentrada y depredatoria de la naturaleza, el otro genera nuevas formas de participación y movilización social, asociadas a una ampliación de conciencia ambiental en clave de derechos ciudadanos.
Por tanto, como señalan los autores, “la clave de los conflictos ambientales está en quiénes y cómo lo gestionan, en los consensos y disensos acerca del futuro de los territorios, en la posibilidad de democratizar su gestión. Los conflictos pueden reconfigurar el mapa de actores y los mecanismos de interacción entre ellos, como también las relaciones que se entablan entre la sociedad y el ambiente. Su potencial de cambio es, a su vez, una oportunidad. El desarrollo de propuestas requiere organización para aprender, planificar e implementar, y sobre todo, de una ciudadanía reflexiva, activa y con capacidad de incidencia en la política pública.”
Luciana Manildo