ECOLOGÍA.

 

La problemática del ambiente es uno de los asuntos centrales sobre los que se organiza la actividad de investigación y docencia en el Instituto del Conurbano de la Universidad. En estas dos páginas de Noticias UNGS se da cuenta del viaje llevado adelante por estudiantes de la Licenciatura en Ecología a San Andrés de Giles con el objetivo de estudiar de cerca el conflicto ambiental desencadenado allí por las fumigaciones, del encuentro desarrollado en el Campus de Los Polvorines sobre la forma en que las políticas inciden sobre los recursos naturales, las fuentes energéticas, los minerales y la vida urbana, y de la reciente aparición de un libro colectivo de estudio sobre la problemática de los agroquímicos en la Región Metropolitana de Buenos Aires, en el que tuvo un papel protagónico un equipo de investigadores docentes de la UNGS.

 

Pueblos fumigados

En agosto de 2016, la directora de una escuela rural de San Andrés de Giles denunció que una máquina fumigadora, más conocida como mosquito, había rociado un campo lindero a la escuela, provocando dificultades para respirar en los alumnos y docentes. Si bien la problemática de las fumigaciones ya se manifestaba en la región, esta denuncia subió el nivel de alerta de la población y de los medios de comunicación locales, ya que puso en evidencia el riesgo al que están expuestos los niños y niñas de la localidad. De ahí en más, la comunidad comenzó a organizarse. Así lo cuenta el informe elaborado por un grupo de estudiantes e investigadores docentes de la licenciatura en Ecología de la UNGS, que viajaron al lugar para analizar de cerca el conflicto ambiental desencadenado por las fumigaciones.

Durante tres días, 18 estudiantes de la materia “Sociedad, cultura y ambiente” y del “Taller de evaluación de impacto ambiental” se entrevistaron personalmente con diferentes actores del conflicto, entre ellos funcionarios municipales, miembros de la organización vecinal, integrantes de la Sociedad Rural y de otras organizaciones involucradas, hicieron un reconocimiento de campo de las áreas fumigadas y encuestaron a cerca de 120 vecinos del casco urbano acerca de su percepción de las fumigaciones y de los problemas que éstas generan. El objetivo del viaje es comprender cómo se organizan las comunidades frente a una situación de riesgo ambiental, comentan los investigadores docentes Francisco Suárez y Carlos Ruggerio, organizadores de la actividad.

¿Qué panorama encontraron en San Andrés de Giles? “En base a las encuestas de campo se detectaron problemas de salud generalmente ligados con afecciones a las tiroides, cuestiones oncológicas y problemas respiratorios. En primera instancia, uno podría decir que estos problemas de salud estarían asociados al uso extensivo de agroquímicos. Sin embargo, es necesario realizar estudios epidemiológicos específicos para poder confirmarlo”, explica Suárez. El antropólogo también cuenta que el conflicto activó instrumentos institucionales de participación ciudadana que estaban reglamentados pero no se estaban utilizando, como las audiencias públicas y la banca del vecino en el Concejo Deliberante del municipio.

El informe elaborado por los estudiantes de la UNGS destaca que en San Andrés de Giles, como en otras localidades de la provincia de Buenos Aires, los reclamos son llevados principalmente por docentes de escuelas rurales que fueron fumigadas. “Esta cuestión es interesante porque las escuelas rurales ponen en evidencia el derecho al hábitat rural”, resalta Suárez.

Luego del viaje, la Coordinación de Medio Ambiente del Municipio de San Andrés de Giles le solicitó a la UNGS un presupuesto para la realización de un Estudio de Impacto Ambiental con el propósito de relevar la presencia de residuos de agroquímicos en el territorio municipal. La realización de este estudio es uno de los puntos que establece una ordenanza municipal sancionada por el Concejo Deliberante en noviembre de 2017. “Esta ordenanza se suma a otra también sancionada en 2017 que da un marco general para la actividad agropecuaria y puntualmente establece cómo se deben realizar las fumigaciones”, sostiene Ruggerio, y destaca que esta es la primera vez que luego de un viaje surge una demanda de colaboración desde un gobierno local. “Para nosotros es un desafío muy interesante, porque en la Argentina no hay un plan de monitoreo ambiental, en general en los pueblos fumigados hay estudios vinculados a la salud, pero un plan de este tipo incluye también impactos sobre los recursos naturales y la dispersión de los agroquímicos”, enfatiza Suárez. Al cierre de esta edición de Noticias UNGS se estaba evaluando la posibilidad de colaboración.

Ruggerio y Suárez organizan cada año un viaje de estudio al centro de un conflicto ambiental. Desde 2011 recorrieron junto a distintos grupos de estudiantes varias provincias argentinas para analizar problemáticas como la megaminería, la contaminación de las pasteras, los daños provocados por las fumigaciones en el agro, entre otros. Ruggerio remarca: “Es una experiencia de investigación-acción que no es usual en otras carreras”.

 

M. B.

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