REEDICIONES.

Las palabras de la polis. Fernando Bahr y Gisela Suazo (compiladores). Ediciones UNGS y Editorial La Hendija. Colección Del Estante. Paraná, 2016.
Cuando la filosofía universitaria se practica (como fue el caso en el encuentro, distante ya más de una década, que está en la base de este libro) bajo la forma de una auténtica conversación, la comunidad académica se hace comunidad, a secas, y las palabras que se intercambian se hacen palabras políticas. La idea, que puede leerse en el prólogo de Alejandro Cerletti a este precioso volumen colectivo, resume bien el espíritu que lo anima, que se expresa en la rica discusión que las exposiciones de José Pablo Martín, Sebastián Torres, Leiser Madanes y Carlos Belvedere sostienen con los comentaristas de sus textos.

Martín subraya la centralidad de la retórica (y de manera más general del estudio del lenguaje) en el dispositivo filosófico aristotélico. Torres se pregunta por la capacidad de disimulo, de secreto y hasta de silencio que tienen en ciertos contextos las palabras, un tópico de la filosofía política desde las obras de Torquato Accetto y Baltasar Gracián hasta la de Leo Strauss. Madanes estudia el lugar que tiene el tema del lenguaje de la locura del Quijote en el pensamiento de Thomas Hobbes. Y Belvedere se lanza a descubrir una proto-fenomenología, una fenomenología “silvestre” –dice–, en el contractualismo de Jean-Jacques Rousseau.

En sus muy sugerentes comentarios, Juan Ignacio Blanco Illari, Noelia Lobo, Rubén Ghibaudi, Analía Banega, Guillermo Recio, Andrés Jiménez Colodrero, Alejandro Miroli, Natalia Lerussi, Luis Lorenzo, Stella Maris de Lorenzo, Patricia Maidana, Andrea Paul, Darío Peralta y los dos compiladores del volumen (organizadores, además, de aquel encuentro académico del año 2005) prolongan, matizan o discuten este conjunto de provocaciones. El libro está dedicado a la memoria de Eduardo Flichman, lo que vale por una apuesta a la tenacidad del espíritu de la crítica y al valor de la palabra de la filosofía.

Dora Inés Dueri