POR ESDENKA SANDOVAL.

 

Hace pocos días se cumplieron cien años de la primera transmisión radial realizada en la Argentina: la que llevaron adelante Enrique Telémaco Susini y el resto de los integrantes de los “Locos de la Azotea” desde la terraza del Teatro Coliseo de Buenos Aires. A un siglo de ese acontecimiento fundamental en la historia de los medios masivos de comunicación en el país, la responsable de la FM “La Uni”, la radio de la UNGS, reflexiona sobre el lugar que en esta singular coyuntura que atravesamos, signada por la pandemia y el aislamiento, cumplen las radios públicas en general, y las universitarias en particular.

 

El celular vibra todo el día, mensajes en decenas de grupos, información, audios, videos, mensajes de números desconocidos que empiezan diciendo “Soy… y quisiera que por la radio dijeran…”; así es siempre, por lo menos 12 horas por día. El contacto con “lo que pasa”, con gente conocida o no, es parte de la vida de quienes hacemos periodismo, de quienes hacemos radio. La profesión, el oficio de la radio, atraviesa nuestras vidas, nuestros cuerpos.

¿Será que la radio nos acunó en la infancia? ¿Será que fue nuestra primera ventana al mundo? ¿Será que ese amor que fuimos tejiendo se hizo más fuerte cuando pasamos de escucharla a producirla? La radio, para nosotres, no es sólo producir un programa, es también un lenguaje que aprendemos y enseñamos, es un hecho cultural que investigamos, es un espacio donde tejemos con otres afecto a partir de la empatía.

La radio es parte esencial de nuestras vidas. Las horas de trabajo se realizan con alegría, con compromiso, con el corazón; esas horas que reúnen nuestra pasión y convicción de que con nuestra práctica podemos transformar la realidad porque la radio transforma, aunque se lea exagerado.

Así somos les biches de radio, personas que sabemos que nuestro oficio se hace con y desde el amor, con cuerpo, militancia, amistad, laburo. Necesitamos escucharla, estudiarla y hacerla junto a otres, porque nunca es en soledad. La radio siempre es con otres que están dentro del estudio y con quienes están en las calles, porque también somos la calle.

El modo en que vivimos la radio no siempre coincide con la mirada de los proyectos políticos comunicacionales en el cuales se ejerce el oficio. Ahora, cuando nuestros valores, creencias y perspectivas coinciden, es inevitable que al medio se lo sienta como propio y sea más que un trabajo, que sea también nuestro proyecto. Esto es lo que nos pasa a quienes más de la mitad de nuestras vidas hemos recorrido la universidad; porque la elegimos para formarnos, para ser docentes, investigadores, trabajadores no docentes y elegimos sus medios para desde la comunicación trabajar en el cumplimiento de derechos.

Este 2020 estamos transitando una pandemia en la que los medios públicos desempeñamos un rol fundamental de acompañamiento en el proceso de escolarización de niñes y jóvenes y en comunicar información veraz y responsable. Por lo tanto es necesario coordinar políticas de comunicación que intervengan saludablemente en las disputas de sentido que atraviesan a nuestro país y nuestra trama social. Estamos llamados a ser protagonistas y defender nuestros espacios comunicacionales.

Nuestros medios cuentan con diseños de políticas de comunicación que necesitan ser fortalecidos para que, desde el trabajo cotidiano, se logre incidir en la conversación pública, en la disputa de sentidos. Esto requiere mayor inversión tecnológica y ampliar los planteles de profesionales. Es momento de diseñar el futuro que queremos para nuestros medios.

En este contexto complejo, en el que las consecuencias de las crisis económicas causadas por un capitalismo salvaje se vivencian en nuestros barrios y se ven agravadas por el Covid-19, una vez más las universidades públicas y sus medios de comunicación son imprescindibles en la difusión y acompañamiento, sin dejar de lado la promoción de valores democráticos, el respeto a los derechos humanos y la lucha por la igualdad social. Como se indicó en el pronunciamiento que realizó la Red Interuniversitaria por la Igualdad de Género y contra las Violencias (RUGE) en la III Conferencia Regional de Educación Superior CRES 2018, a 100 años de la Reforma Universitaria, recuperar el proceso de democratización de cara a los próximos años debe tener por uno de sus pilares la profundización de una visión más igualitaria de las relaciones entre géneros dentro de las universidades”.

Profundizar en las acciones para una presencia más equitativa e igualitaria entre géneros es urgente. En el sistema universitario argentino hay 63 radios y solamente 10 mujeres al frente de la dirección, y los lugares de coordinación y conducción de los programas centrales son en su mayoría llevados adelante por varones. Las mujeres y las diversidades sexuales faltamos en los medios públicos, faltan nuestras voces, falta profundizar el trabajo periodístico con y desde la perspectiva de género y es necesario abrir espacios de capacitación continua para todos quienes hacemos la radio. Decimos falta profundizar porque lo venimos haciendo a partir de nuestra adhesión a la Ley Micaela, pero el ejercicio comunicacional y periodístico requiere precisiones y debates particulares. Los medios públicos necesitamos problematizar las perspectivas que se ponen en juego en nuestro oficio y éste es un desafío.

Es un desafío crear nuevas narrativas, nuevos modos de contar, de producir. Necesitamos sistematizar y publicar nuestra práctica, profundizar la articulación con las diversas disciplinas, con les estudiantes, con les investigadores docentes. Somos medios con mucho por hacer y mientras diseñamos el futuro que queremos, seguimos presentes en nuestros territorios y nuestras comunidades educativas, construyendo audiencias con una mirada crítica de la realidad y de nuestro trabajo, ejerciendo el derecho a la comunicación en un espacio plural, heterogéneo y diverso como es el aire de la radio.

En estos primeros cien años, la radio fue clave en procesos históricos, sociales, culturales, y ha sido y es fundamental en la vida de cientos y miles de radialistas que seguimos construyendo una arquitectura sonora que interpele.

 

 

15/09/20