HACIA EL CENTENARIO DE LA REFORMA.

El año próximo se conmemorará en el país y en toda la región el primer centenario de la Reforma Universitaria de 1918. Simultánea y convergentemente, se realizará también, a diez años de la última Conferencia Regional de Educación Superior reunida en Cartagena de Indias en 2008, una nueva edición de este encuentro promovido por el Instituto para la Educación Superior en América Latina y el Caribe de la UNESCO. Durante este año, a modo de contribución a los necesarios debates de la comunidad universitaria nacional con miras a esta doble celebración, Noticias UNGS propondrá a sus lectores una serie de acercamientos a distintas dimensiones del movimiento reformista.

 

“América Latina está viviendo la hora tremenda en que se gesta su conflicto definitivo: de un lado, las fuerzas del pasado arrastrándonos traidoramente a la esclavitud del imperialismo que acecha y corrompe, y del otro, nuestra generación, que después de la ‘revolución universitaria’ –la precursora revolución de los espíritus– va hallando su camino, enseñándoselo a los maestros hasta ayer desorientados y preparándose a la lucha gloriosa y final.”

Victor Raúl Haya de la Torre .

 

La Reforma Universitaria de 1918 llevó al centro de la escena político pedagógica los ideales americanistas, antiimperialistas, anticlericales y antioligárquicos de una generación cansada del orden inamovible de la academia, y fundó lo que Adriana Puiggrós ha llamado “el primer discurso pedagógico popular latinoamericano”, rompiendo las fronteras de nuestro país y expandiéndose al resto de los países de la región. Su potencial radicaba en la multideterminación de su discurso por parte de sujetos sociales, políticos y pedagógicos diversos, que coincidieron en sus reivindicaciones y demandas y se unieron frente al discurso oligárquico imperante en la época.

Las demandas por el cogobierno universitario, la renovación del cuerpo docente, la libertad de cátedra y la función social de la universidad, que habían comenzado en forma de pequeñas revueltas en Buenos Aires en 1910, toman la magnitud de un movimiento popular en la universidad más antigua de nuestro país y en la cuarta más antigua de América Latina toda, la Universidad Nacional de Córdoba, fundada en 1613 por la Compañía de Jesús. Por ese entonces, el primer gobierno elegido luego de la sanción de la Ley Sáenz Peña, que establecía el voto universal, secreto y obligatorio, gobernaba nuestro país de la mano de Hipólito Yrigoyen.

Estamos viviendo una hora americana

La resonancia continental de la reforma puede explicarse por una intención de cambio social que trascendía las fronteras de la universidad. Los ideales de la Revolución Mexicana y la Revolución Rusa habían impactado fuertemente en los intelectuales que vislumbran en el discurso reformista un espacio donde anclar los postulados revolucionarios. El Manifiesto Liminar hace su llamado “a los Hombres Libres de Sudamérica” a luchar para romper las cadenas que aún ataban la región a la dominación monárquica y monástica y ratifica la voluntad emancipadora de la reforma. Así, la resonancia continental debe entenderse también reconociendo las especificidades de cada país.

En Perú, los ideales reformistas animaron la formación del primer gran partido nacional y popular del continente, la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA). Haya de la Torre, fundador del partido y uno de los grandes intelectuales de la difusión de la Reforma en Latinoamérica, creía profundamente en los ideales de una generación conformada por las juventudes de trabajadores manuales e intelectuales que conformarían un frente único revolucionario. En Cuba, Julio Antonio Mella pondrá el foco en tres cuestiones que no han perdido, desde su época hasta la nuestra, ninguna actualidad: la democracia universitaria, la renovación del profesorado y la función social de la universidad.

La preocupación de Mella porque la universidad sirva a la sociedad fue una constante en su pensamiento. Los conocimientos de los alumnos y profesores –escribirá– “no pueden usarse para el propio provecho, eso es individualismo. Hay razón para exigirles a los estudiantes algo en favor de esa sociedad. Deben poner su cultura en servicio de la sociedad”. Esta preocupación por la función social de la universidad preside la creación del Partido Comunista Cubano. En este sentido, como escribe Juan Carlos Portantiero, la maduración crítica del programa reformista se expresa en Cuba con un postulado de Mella: “es necesaria primero una revolución social para hacer una revolución universitaria”.

Alianza social

Cuando el movimiento estudiantil de Córdoba se vio superado por la oligarquía terrateniente (tras la primera elección de rector que dio por ganador a Antonio Nores, candidato de la logia ultraconservadora Corda Frates), salió a buscar nuevas alianzas sociales que le permitiesen, además, propagarse por el resto del país. Los sindicatos obreros y los partidos de izquierda mostraron solidaridad con los reformistas, hasta el punto de declarar la huelga nacional. Por supuesto, las corrientes que pregonaban la consolidación del movimiento solo hacia el interior de la universidad se oponían a quienes, como Mella y Haya de la Torre, creían en la revolución social como eje principal de cualquier reforma emancipadora.

Hoy, a punto de cumplirse el primer centenario de la Reforma Universitaria de 1918, los debates acerca del rol de la universidad en la comunidad y de su interacción con otros actores de la vida social y política (con el estado, los sindicatos, los partidos, etcétera) siguen vigentes. Y la mejor solución a estos dilemas pareciese ser hoy la misma que era entonces: salir de los muros de la institución y tejer lazos solidarios con los trabajadores, con los sindicatos, con las organizaciones sociales, sin olvidar que el espíritu de la Corda Frates sigue tan vivo en las oligarquías argentina y latinoamericana como hace cien años.

Natalia Peluso

 

Redes para la integración regional

Desde que en 2006 el Programa de Promoción de la Universidad Argentina del Ministerio de Educación de la Nación lanzó el primer llamado al “Fortalecimiento de Redes Interuniversitarias”, los equipos de la UNGS han tenido una activa participación en esas convocatorias, que desde entonces se reiteran todos los años, y que buscan alentar la cooperación universitaria internacional a través de investigaciones conjuntas y estímulos a la movilidad de docentes y estudiantes. Los proyectos que se presentan a la convocatoria implican la cooperación de al menos dos instituciones nacionales y una extranjera, aunque muchas veces las redes son más grandes y ambiciosas.

La novena convocatoria “Redes” tuvo lugar en 2015, y a fin del año pasado la Oficina de Promoción de la Universidad y el Programa de Internacionalización de la Educación Superior y Cooperación Internacional del Ministerio de Educación y Deportes dio a conocer los resultados, que una vez más ubican a la UNGS como una de las instituciones más activas del sistema. Vale la pena destacar que todos los proyectos presentados por la Universidad y aprobados por el Ministerio se dirigen a fortalecer los vínculos con otras universidades de América Latina: como en años anteriores, se trata de reforzar la vocación por una mayor integración universitaria regional.

Así, en el Instituto del Desarrollo Humano Daniel Lvovich dirigirá una red de “Investigación y enseñanza de historia latinoamericana contemporánea” con la UNR (Rosario) y dos universidades federales brasileñas: la Fluminense y la de Minas Gerais, Eduardo Rinesi una sobre “La dimensión latinoamericanista de la Reforma Universitaria” con la UBA, la UNC (Córdoba), la Universidad de la República (UR, de Uruguay) y la Nacional Autónoma de México y otra sobre “Arte, Política y Comunicación” con la UNR y la UR, y Ricardo Aronskind una sobre Ciencia, Tecnología y Desarrollo con la UBA, la UNQ (Quilmes), la UNCu (Cuyo), la UR, la Universidad Federal de Rio Grande do Sul y la Nacional de Brasilia.

En el Instituto de Industria, Marcelo Fernández dirigirá una red sobre “Simulación de procesos industriales” con las Universidades Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires y Federal de Itajubá (Brasil), Miguel Banegas una sobre “Ingeniería e Innovación” con la UNR, la Universidad Federal de São João do Rei (Brasil) y el Instituto Tecnológico Metropolitano de Medellín (Colombia), y Franco Chiodi una sobre “Dimensiones tecnológicas y organizacionales de los sistemas de medición de desempeño utilizados por empresas” con la UNCPBA, la Facultad Regional San Nicolás de la UTN y las Universidades de Lima (Perú) y São Carlos (UFSC, Brasil).

La rectora Gabriela Diker, por su parte, dirigirá una “Red para la consolidación de la gestión académica de la movilidad estudiantil internacional en las Universidades Argentinas” junto a la Universidad Nacional del Comahue y la UFSC. También fueron aprobados diversos proyectos en los que equipos de la UNGS participarán bajo la dirección de otras universidades. Se trata de redes con algunas de las instituciones ya mencionadas, y también con las UUNN Arturo Jauretche, de Luján, Tierra del Fuego, La Matanza, Patagonia Austral, José C. Paz, San Luis y San Martín, y con colegas de Ecuador, Colombia, México, Paraguay, Estados Unidos, Cuba, Chile y Brasil.

María Eugenia Latasa

 

Ni un paso atrás

La rectora Gabriela Diker participó en el Seminario “Políticas de Internacionalización de la Educación Superior”, organizado por la Organización de Estados Iberoamericanos, la Red de Cooperación Internacional del Consejo Interuniversitario Nacional y el Programa de Internacionalización de la Educación Superior y Cooperación Internacional de la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación, donde disertó sobre el modo de encarar el desafío de la próxima Conferencia Regional de Educación Superior a realizarse en Córdoba en 2018. Diker, quien expuso junto al titular del IESALC Pedro Henriquez Guajardo y al rector de la UNC Hugo Juri, destacó la necesidad de ratificar los principios de la CRES 2008, sobre todo la idea de la educación superior como un bien público y social, un derecho humano universal y una responsabilidad de los estados, y propició que la declaración de la próxima conferencia represente un paso adelante en relación con ese piso irrenunciable.

M. E. L.