BIOINSUMOS.

 

Integrantes de distintos equipos de la UNGS trabajan junto al Instituto Municipal de Desarrollo Económico Local de Moreno en el diseño y la puesta en marcha de una planta pública que producirá biofertilizantes, para ser utilizados en cultivos de frutas y verduras de ese municipio en reemplazo de los agroquímicos.

 

A principios de este año, integrantes del Instituto Municipal de Desarrollo Económico Local (IMDEL) de Moreno se contactaron con la UNGS en busca de asesoramiento técnico para el diseño y la puesta en funcionamiento de una planta de bioinsumos. Varios meses después, equipos de la Universidad están trabajando junto a los del Instituto para llevar adelante ese cometido. “Es un desafío estimulante para la UNGS, ya que tiene la potencialidad de sentar las bases para la producción pública de bioinsumos en esta región del conurbano bonaerense, en un momento donde resultan estratégicas la orientación de los desarrollos científico tecnológicos hacia la soberanía alimentaria, la biodiversidad y la transición hacia la transformación de la matriz productiva de alimentos para la población”, destaca Inés Arancibia, secretaria de Desarrollo Tecnológico y Social de la UNGS.

La construcción de esta fábrica, que se instalará en el Parque Industrial Municipal de Cuartel V, va en consonancia con dos iniciativas del municipio, la creación de Parques Agrarios Agroecológicos de Moreno (P.A.A.M.) y la aprobación de una ordenanza municipal –actualmente en proceso de reglamentación– que prohíbe el uso de agroquímicos y determina que en un período de tres años se debe completar la transición agroecológica en toda la producción hortícola del municipio. “El proyecto surge a partir de la decisión de la intendenta Mariel Fernández de promover y fomentar la producción agroecológica. Mucha de la superficie de Moreno es tierra destinada a la producción hortícola, frutihortícola y apícola, y la idea es que todo este trabajo de producción de alimentos entre en un proceso de transición hacia la agroecología”, cuenta Estefanía De Dios, administradora del IMDEL y graduada de la Maestría en Economía Social y Solidaria que dicta la UNGS.

La planta va a ser instalada “en el corazón Cuartel V, en el Parque Industrial Municipal, donde se cuenta con los servicios necesarios  también los accesos son favorables”, dice Santiago Burrone, coordinador de Innovación y Desarrollo Agrario del IMDEL, y señala que inicialmente se van a producir cuatro tipos de bioinsumos: biofertilizantes, bioinsecticidas, biofunguicidas y bioestimulantes.“Vamos a comenzar con supermagro, purín de cola de caballo, consuelda rusa, sauce y ortiga. En una primera etapa, le vamos a garantizar a los productores y las productoras de los Parques Agrarios Agroecológicos estos productos para que los puedan usar de manera gratuita. Luego la fábrica va a tener una línea jardín para poder comercializar al público en general de manera minorista y a productores que no pertenezcan a los parques agrarios, también con un precio preferencial, para que puedan avanzar en el reemplazo de los agroquímicos”, comenta Burrone.

 

Un equipo interdisciplinario

“Luego de varios intercambios y reuniones de trabajo con el equipo municipal quedaron en evidencia las múltiples dimensiones del desafío que planteaba el municipio y la necesidad de armar un equipo interinstitutos que pudiera dar respuesta en forma más integral. Lejos de ser una demanda puntual de un municipio, se dejaba en claro la potencialidad y el impacto regional de ese proyecto”, cuenta Arancibia.

Participan de este proyecto los equipos de la UNGS de los Institutos de Ciencias (ICI), del Conurbano (ICO) y de Industria (IdeI) que en los últimos años han trabajo en temáticas relacionadas con la recuperación de suelos frutihortícolas y el desarrollo de bioinoculantes, en agroecología y agricultura periurbana, en la gestión de organizaciones gestionadas por sus trabajadores, en la economía social y solidaria y en la toma de decisiones empresariales, entre otras. El proyecto se desarrolla en el marco de la convocatoria Ciencia y Técnica UNGS (CyTUNGS 2021-2022), que promueve que los equipos de investigación vinculen los aportes de sus proyectos con las demandas y necesidades territoriales, más específicamente en la línea de Fortalecimiento de acciones de vinculación y de desarrollo Tecnológico y social.

“La idea original del IMDEL es instalar una planta de producción de bioinsumos, sustitutos de agroquímicos a base de extractos vegetales naturales. Para ello, contactaron a la UNGS a fin de explorar en qué podríamos ayudar en cuanto a una orientación en el montaje y puesta en funcionamiento de la planta. Además, se suma la iniciativa de montar una huerta agroecológica con algunos de los productores de la zona, para una producción sustentable con un óptimo aprovechamiento de los recursos”, explica la microbióloga Diana Vullo, investigadora docente del ICI y directora de este proyecto de vinculación.

Vullo cuenta que desde el área de química ambiental del ICI trabajarán principalmente en el desarrollo y aplicación, como prueba piloto, de bioinoculantes, es decir, de sustancias a base de bacterias que promueven el crecimiento vegetal. “Estos bioinoculantes bacterianos funcionarán como biofertilizantes restaurando la calidad del suelo. Es una estrategia de restauración de suelos agotados con historia productiva y aplicación descontrolada de agroquímicos”, afirma Vullo.

La microbióloga agrega que las bacterias que utilizarán fueron aisladas unos años atrás de las huertas del Cuartel V, Moreno, en el marco del proyecto “Recuperación de suelos frutihortícolas del partido de Moreno (Buenos Aires) de uso intensivo y crónicamente contaminados con hidrocarburos y plaguicidas”, que dirige junto a la química Silvana Basack. (Ver más: Bacterias vs. plaguicidas https://noticiasungs.ungs.edu.ar/?portfolio=bacterias-vs-plaguicidas.)

Por más de cinco años, Vullo, Basack y equipo han estudiado, a través de ensayos in vitro, las propiedades de estas bacterias autóctonas de las huertas de Moreno para conocer su capacidad de promover el crecimiento de los cultivos, y también ha realizado ensayos ecotoxicológicos para evaluar la calidad de esos suelos. “Con todo este conocimiento base, estamos en condiciones de probar la acción biofertilizante de los bioinoculantes que diseñamos, pero esta vez a campo. De allí esta oportunidad de hacer efectiva la transferencia de nuestro desarrollo para poder evaluar su efecto en estos suelos agotados”, dice Vullo.

La viabilidad socioeconómica y productiva de la transición agroecológica y de los proyectos asociativos por parte de productores hortícolas es otro de los puntos sobre los que trabajarán los equipos de la UNGS, especialmente del Instituto del Conurbano.

“En el marco del proyecto del IMDEL, desde el ICO queremos acompañar a los productores tanto en su organización colectiva asociativa como en su transición a la producción agroecológica, es decir, en el cambio en su modelo de producción”, cuenta el economista Gonzalo Vázquez, actual secretario de Investigación del ICO, y puntualiza: “Vemos que hay varios aspectos, por un lado acompañar el proceso de producción, el IMDEL lo está haciendo pero nosotros queremos el colaborar desde otro lugar, también conociendo experiencias de transición a la agroecología que hay en otras partes del país. Y otro aspecto es el acompañamiento del proceso asociativo y tenemos bastante trabajo en la economía social”.

Especializado en economía social, Vázquez explica que este trabajo de vinculación se relaciona con varios proyectos de investigación del ICO sobre agroecología, agricultura periurbana, procesos asociativos y también con la experiencia de la Maestría en Economía Social y Solidaria. “Hay relación de las temáticas que tratamos desde los proyectos de investigación, y por eso nos interesa aportar en esto que está comenzando”, dice, y aclara que “todavía queda mucho por caminar”.

“En lo personal hace tiempo que vengo trabajando en cooperativas. Lo que nosotros hacemos, justamente, es tratar de producir conocimiento con las organizaciones, y, en ese proceso de producción colectivo y asociado de conocimiento, sabemos que incorporan nuevos saberes, nuevas formas de organizarse. Esa es nuestra manera de pensar la transferencia de conocimiento, la transferencia tecnológica, no tanto imaginar que el conocimiento está en la universidad y nosotros lo transferimos a través de un proyecto, sino construir el conocimiento con los actores del territorio”, enfatiza Vázquez.

Por su parte, los equipos del IDEI tendrán a su cargo el asesoramiento del diseño, el montaje y la puesta en funcionamiento de la planta. El ingeniero industrial Marcelo Fernández, investigador docente del IDEI, detalla que trabajarán en la elaboración del anteproyecto de las instalaciones de la fábrica, es decir, en los planos generales de la planta, servicios e insumos necesarios para su funcionamiento, entre otras cuestiones, y que además desarrollarán el diseño específico para que la fábrica pueda ser construida. También tienen pensado asistir en la aplicación “de sistemas de aprovechamiento de energías renovables y un conjunto de medidas tendientes al uso racional de la energía”, así como en la adecuación de las normas de higiene y seguridad vigentes.

“Finalmente, durante los últimos tres meses hemos previsto desarrollar una simulación de las actividades de la fábrica que nos permita disponer de planes de mejora para los procesos que allí se llevan a cabo”, explica Fernández, que dirige el proyecto Modelización y simulación de procesos industriales como soporte para la toma de decisiones empresariales, y agrega que esta simulación podría ser de utilidad para mejorar y optimizar el funcionamiento inicial de la planta. “Eso va a requerir registrar esos procesos para construir un modelo funcional que pueda ser replicado –a través de un software específico– en un modelo informático sobre el cual trabajaremos las posibles mejoras. Este tipo de actividades ya las hemos aplicado en otros casos prácticos de procesos en empresas/instituciones de diverso tipo”, cuenta.

Marcela Bello

 

Fotos: Prensa Municipalidad de Moreno.

17/09/21