CENTENARIO DE LA GESTA DE 1918.

 

A lo largo de 2017 y de lo que va de este año 2018, las páginas de Noticias UNGS han ofrecido a los lectores un conjunto de reflexiones sobre el movimiento que cien años atrás conmovió la estructura tradicional de la universidad más antigua de nuestro país y desde Córdoba extendió su influencia y sus efectos sobre toda América Latina, si es que no incluso sobre todo el mundo. A lo largo de esa serie de notas hemos revisado la dimensión latinoamericanista y democrática de la Reforma, la actualidad de sus principios, sus figuras más significativas y sus ecos en el “mayo francés” de 1968. En el último número señalamos la importancia de la celebración en Córdoba, en coincidencia con los festejos por el centenario de la Reforma, de la III Conferencia Regional de Educación Superior del IESALC/UNESCO. En las páginas que siguen se presentan las opiniones de diversos actores de la propia comunidad de la UNGS sobre la actualidad de la Reforma y sobre lo que falta hacer en el camino que ella abrió hace un siglo, se reseña una actividad académica organizada en torno al movimiento de 1918 y se da lugar a una reflexión muy sugerente del filósofo cordobés Diego Tatian, quien indica que no es el mes de junio, sino el de septiembre, el que deberíamos recordar como centro de los avances y de las conquistas de los estudiantes reformistas de hace un siglo.

 

El centenario de la Reforma Universitaria no pasó inadvertido en la vida institucional de la UNGS ni en las preocupaciones de los distintos actores de su comunidad. Noticias UNGS conversó con los representantes gremiales de los integrantes de los diferentes claustros que componen la vida de la institución y recogió sus opiniones sobre las huellas que el movimiento de 1918 deja todavía hoy en la vida de nuestras universidades y sobre los desafíos pendientes que quedan por delante. Este último es en efecto el tono que domina en las preocupaciones que expresaron a esta revista la secretaria general de la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad, ADIUNGS, Nuria Yabkowski, y los integrantes del Frente de Estudiantes de Izquierda (FEI) que conducen el Centro de Estudiantes, CEUNGS.

Yabkowsky señaló que si sigue siendo válida aquella sentencia del Manifiesto Liminar que afirmaba que “Los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan”, entonces se trata de pensar la actualidad de la Reforma Universitaria “precisamente sobre esas faltas, algunas de las cuales sólo se hicieron evidentes como tales cuando comenzaron, cada una a su tiempo, a convertirse en presencia.” En los relatos y los documentos que nos llegan del movimiento estudiantil de Córdoba faltan dos cosas, observó Yabkowski. “En primer lugar, faltan mujeres, quienes a lo largo de todo el siglo XX y lo que va del XXI han ido llenando las universidades hasta convertirse en más de la mitad del universo de estudiantes, docentes y nodocentes. Y todavía nos falta, porque no alcanzamos las mismas posiciones que los varones como autoridades ni en las jerarquías docentes”.

¿Qué otra cosa falta? ¿Qué otro actor está ausente en los relatos que dominan la historia de la Reforma? Los trabajadores, observó Yabkowski. “Ya mucho se ha dicho acerca de la Reforma como proceso de renovación de las élites. A lo largo de este siglo la cosa ha cambiado mucho, gracias a la gratuidad de los estudios universitarios decretada en 1949 y a la creación de nuevas instituciones en todo el país, pero muy especialmente en el conurbano bonaerense, tanto en la década de los noventa como durante los últimos gobiernos kirchneristas.” Pero además Yabkowski destacó la importancia de que los y las docentes de las universidades se reconozcan hoy como trabajadores y hayan logrado el primer Convenio Colectivo de Trabajo en 2016. Por todo esto, remata la secretaria general de ADIUNGS, hoy no puede pensarse la Reforma, su actualidad y su proyección “sin mujeres, sin trabajadores y sin pueblo”.

Los miembros del FEI que conducen el CEUNGS también destacaron la distancia entre el ideario de la Reforma de cien años atrás y el estado actual de las universidades argentinas, en las que, observaron, “la conquista del co-gobierno se encuentra por completo cercenada” y en las que se asiste a una reducción presupuestaria preocupante: “Se aprobó un aumento para 2018 de un 10%, lo que implica una reducción”, observaron. Los dirigentes del Centro de Estudiantes subrayaron la necesidad de enfrentar “la destrucción educativa de Macri y los gobernadores”, y destacaron que el gobierno, “junto a lxs rectorxs, impulsa una brutal contraReforma anti-educativa”, de la que indicaron como dos componentes decisivos “el denominado Sistema de Reconocimiento Académico, que genera una equiparación académica de la universidad pública y la privada en desmedro de la calidad educativa de la primera”, y la devaluación de los títulos y de sus competencias en el mercado laboral.

Los estudiantes se refirieron también, más específicamente, a la UNGS, que “no es una excepción”, dijeron, a esta situación general, y cuya actual gestión, opinaron, “ha jugado el rol de correa de transmisión del ajuste nacional en la Universidad. Los dirigentes estudiantiles enfatizaron el alto porcentaje de representación que tiene, en los órganos colegiados de gobierno, el claustro docente, y destacaron que “la enorme mayoría de la comunidad universitaria, el claustro estudiantil, tiene una representación minoritaria en los órganos de co-gobierno”. Por todos esos motivos, los miembros del FEI convocaron a “luchar por el presupuesto necesario, reclamar que los fondos del Estado se dirijan a la educación y no al pago de la deuda, enfrentar este paquete anti-universitario y pelear por la democratización de nuestra universidad, al servicio de las necesidades de estudiantes y trabajadores.”

Los trabajadores nodocentes de la Universidad destacaron la importancia de su participación, junto al conjunto del movimiento sindical universitario, en la III Conferencia Regional de Educación Superior (CRES), organizada este año en Córdoba a un siglo de la Reforma de 1918, y sobre la cual ya se informó en el último número de esta publicación. La reunión, organizada por el Instituto para la Educación Superior de América Latina y el Caribe (IESALC) de la UNESCO, retomó los principios fundamentales del espíritu reformista y reafirmó los conceptos fundamentales de la Declaración Final de la conferencia inmediatamente anterior, reunida en Cartagena de Indias, en Colombia, en 2008. En particular, destacaron la importancia de la ratificación del principio que entiende a la Educación Superior como un bien social, un derecho humano y universal y una responsabilidad de los Estados.

“Ante las políticas neoliberales que se suceden en muchos gobiernos de la región y ponen en riesgo la continuidad de los sistemas educativos públicos en general, y de los universitarios en particular, la 3ª Conferencia Regional ha reafirmado la autonomía universitaria”, indicaron los trabajadores nodocentes, quienes destacaron la importancia de que las y los integrantes de ese claustro en toda la región hayan participado por primera vez como colectivo de trabajadorxs (representados a través de la CONTUA, FESIDUAS y FESITRAUCAMC): “hemos dado un paso al reconocimiento y visibilización de nuestro rol en las Universidades, hemos hecho escuchar nuestra voz y renovado el compromiso de colaborar en la construcción y afianzamiento de una Educación Superior universal, gratuita y de calidad, mediante la participación activa”.

Lxs trabajadorxs nodocentes también destacaron, como lo hicieron las representaciones gremiales de docentes y de estudiantes, que la historia universitaria de los últimos cien años ha estado signada por el ideario democratizador de la Reforma, aunque lamentaron que “cien años después, y habiendo pasado por la derogada ley Taiana, la conformación de los órganos de cogobierno de las Universidades sigue sin tener representación de los trabajadorxs Nodocentes, o tienen una representación mínima.” Se trata, observaron, de una “gran deuda” del sistema universitario nacional y todavía más del conjunto de sistemas universitarios de toda América Latina. La declaración de los trabajadores “Aportes del movimiento sindical universitario a la Conferencia Regional de Educación Superior CRES 2018” está disponible en www.cres2018.org.

 

La Reforma Universitaria del 9 de septiembre de 1918

El 15 de junio de 1918 ha sido establecido como el día en el que conmemoramos la Reforma Universitaria. Esta expresión, sin embargo, alude a una extensa movilización estudiantil de muchos meses, que coincidió con las grandes huelgas de la recientemente creada Confederación Obrera Local de Córdoba. Movimiento obrero y movimiento estudiantil tejieron en esos años su primera gran alianza. Podemos tomar como inicio del tumulto reformista el mes de septiembre de 1917, cuando el Doctor Pedro Vella, Director del Hospital de Clínicas, le impuso a los estudiantes de medicina que vivían allí como internos restricciones horarias para las salidas nocturnas; y situar la conclusión de la rebelión en el mes de septiembre de 1918, cuando el interventor Salinas enviado por Hipólito Yrigoyen produjo finalmente las reformas estatutarias demandadas por los estudiantes. En el arco de ese año exacto se produjeron dos tomas de la Universidad: el 15 de junio, al momento en que la Asamblea acababa de elegir Rector, por escaso margen, a Antonio Nores –conspicuo representante de la curia y miembro de la Corda Frates– contra el candidato apoyado por los estudiantes, Enrique Martínez Paz; y el 9 de septiembre, cuando los estudiantes reclamaban una segunda intervención del Poder Ejecutivo para dejar sin efecto el resultado de la Asamblea malograda de junio. El 15 de junio, en efecto, fue un día de derrota del movimiento estudiantil. La acción que en verdad hace prosperar la Reforma fue la del 9 de septiembre –y es a la que pertenece la mayor parte de la iconología reformista, incluida la célebre imagen de los estudiantes en la azotea de la Universidad plantando una bandera. El día de celebración y de victoria es el 9 de septiembre, y ésa la fecha que, conforme un revisionismo atenido a los hechos, debiera ser la que expresa el espíritu de la mayor revuelta emancipatoria que ha producido Córdoba en su historia –junto a la que 51 años más tarde, hacia fines de un cierto mayo, se produciría en la segunda gran alianza obrero-estudiantil conocida como el Cordobazo.

Diego Tatián

Contexto, proyecciones, actualidad

Organizada por el área de Historia del Instituto del Desarrollo Humano se desarrolló en el Auditorio de la Universidad el panel “A cien años de la Reforma Universitaria”, en el que Patricia Funes, Alejandra Mailhe y Sandra Carli discutieron el contexto, las proyecciones y la actualidad de ese acontecimiento fundamental en la historia de la universidad argentina y latinoamericana.

Patricia Funes hizo especial hincapié en ese gran documento que fue el Manifiesto Liminar, del que consideró la exigencia de los estudiantes en su participación en el co-gobierno universitario y la noción de libertad que lo atraviesa. Funes se refirió a los límites que estas consignas tuvieron en nuestro país y en el resto de los países de Latinoamérica, y propuso considerar el rol de las mujeres en la Universidad, tanto en la actualidad como durante el proceso de la Reforma. Mailhe realizó un análisis del Manifiesto… para pensar el proceso de creación de universidades, encontrando similitudes entre las críticas que se han producido históricamente ante la apertura de cada universidad. Su exposición se refirió –entre otros temas– a la noción de “derecho a la universidad” y a cómo este concepto es atacado por el actual gobierno. Carli analizó los sistemas de evaluación del Sistema Universitario, el rol de las gestiones universitarias y la importancia de profundizar el co-gobierno como una forma de democratizar las decisiones que se toman en las universidades.

A cien años de la Reforma, y en un contexto de ataque sistemático por parte del gobierno nacional y de los medios masivos de comunicación, actividades como ésta contribuyen a pensar y problematizar el actual modo de funcionamiento de nuestras instituciones y a defender la autonomía, el co-gobierno y la idea de una universidad vinculada con la comunidad.

Laura Segura