EDUCACIÓN.
La UNGS fue sede del Seminario Nacional “Desigualdad escolar, políticas sociales y territorios”, organizado por los equipos de dos proyectos de investigación que estudian los modos en los que las políticas sociales intervienen sobre las desigualdades escolares, atenuándolas o, por el contrario, profundizándolas. Se trata de los proyectos “Derecho a la educación, inclusión y políticas sociales: los desafíos de la democratización escolar en la última década” del Instituto del Desarrollo Humano de la UNGS, dirigido por Nora Gluz (UNGS) y Myriam Feldfeber (UBA), y “Un estudio sobre la dimensión objetiva y subjetiva de las desigualdades sociales y educativas en la Argentina”, dirigido por Cora Steinberg (UNIPE).
El seminario convocó a equipos de investigación de distintas instituciones para discutir los conceptos teórico-metodológicos desde los cuales se estudian hoy las consecuencias de las políticas sociales en contextos de fragmentación social y heterogeneidad territorial. Así, participaron del encuentro los integrantes de dos equipos de investigación del Instituto del Conurbano de la UNGS: el que dirigen Claudia Danani y Susana Hintze, sobre seguridad social, y el que dirige Magdalena Chiara, sobre salud. También lo hicieron los miembros del equipo de la UNIPE, coordinado por Florencia Finnegan, y los del equipo de la UBA, liderado por Laura Pautassi y Gustavo Gamallo. El seminario contó también con la asistencia de Rubén Katzman, Emilio Tenti, Hugo Mercer, Laura Golbert, Flavia Terigi y Ana Pereyra, quienes comentaron las investigaciones en curso y participaron en los debates sobre los alcances y desafíos en los estudios actuales sobre política social.
Los participantes coincidieron en la necesidad de forjar una mirada multidimensional sobre la relación entre desigualdades sociales e intervenciones estatales, pero también en las dificultades para hacerlo. Primero, porque esa necesidad entra en tensión con la hiperespecialización del conocimiento, que obstaculiza la construcción de lenguajes comunes; segundo, por la dificultad de acceder a la información pública pese al extenso desarrollo de relevamientos en las distintas áreas sociales. Se destacaron también los riesgos de la superposición entre la agenda de investigación y la agenda gubernamental, la necesidad de superar falsas antinomias en la investigación y el imperativo de revalorizar la producción de conocimiento tendiente a la construcción de una sociedad más justa.
Nora Gluz.
Más igualdad social por menos desigualdad escolar
En el marco del seminario “Desigualdades escolares, territorios y políticas sociales”, el rector de la Universidad Pedagógica (UNIPE) Adrián Canelloto sintetizó para Noticias UNGS el eje de su conferencia.
–¿Las dificultades escolares replican las desigualdades sociales?
–Hay una analogía entre las desigualdades sociales y las desigualdades educativas. La igualdad de oportunidades es una fórmula engañosa que hace suponer que tomando la escuela como punto de partida se van a obtener resultados idénticos para todos, que hay homogeneizadores sociales. Quienes tienen esa posición suelen pedir a la escuela la tarea que la política económica no hace. Para que se obtengan al final resultados equivalentes, hay que tratar de que el conjunto social tenga un punto de partida lo más igualitario posible. Eso es la justicia social, que hoy se expresa bajo tres formas: la distribución de los recursos, la habilitación de la participación de todos en la sociedad y el reconocimiento de la diversidad.
–No obstante, es indiscutible que la educación juega un papel preponderante en la integración social.
–Es allí donde aparece el elemento luminoso y, al mismo tiempo, más oscuro para las políticas, que es la mediación pedagógica, es decir, el trabajo que hacen los docentes y que es una experiencia no individual, sino institucional, donde la noción de justicia tiene que ver con algo que no es distribuible y que es justamente el conocimiento. También hay que reponer la idea de que uno de los sentidos prioritarios de la escuela es la conformación de una comunidad donde todos puedan participar. Esa es una forma de construcción nacional, pero hay cuestiones para hacer en paralelo: achicar las brechas y trabajar por la permanencia y la inclusión, tareas todas inalienables del Estado.