CULTURA.
Si algo nos han aportado esta pandemia y las medidas de aislamiento es la posibilidad de reflexionar sobre nuestras prácticas, nuestros deseos y la huella de nuestras decisiones y silencios pasados. En ese ir y venir entre el compostaje, las clases por zoom, la meditación, el reclamo por políticas para la cultura, la internet que se cae, los tutoriales de Youtube, los coditos en la calle y los ojos achinados que delatan la sonrisa bajo el tapabocas al ver a une ser queride. Allí se hace un desvío en el surco, imperceptible. Arriba el terrón duro de la angustia por la enfermedad, el distanciamiento y el no saber, abajo esperanza en el humus fértil y ávido de nuestro trabajo artesano. Por esa nueva cuneta andan pisando les hacedores comunitaries de los teatros y las danzas.
Otros relatos
Y se van reuniendo, charlando. Como en los conversatorios que propone los viernes de octubre el XVI Encuentro de Teatro UNGS Virtual. Dice Gastón Guerra, coordinador de Artes Escénicas del Centro Cultural de la Universidad, que no querían hacer teatro televisado, que de eso ya hay mucho en las redes. Que entonces era mejor juntarse a pensar y proponer con quienes vienen, en los barrios y los pueblos, militando el teatro independiente. Un hacer vivo, en red, esencial –aunque no lo consideren así las normas que abren bares que se llenan de gente y se incendian– lejos de las vidrieras y cerca de la gente. Así, propusieron cuatro encuentros virtuales: ¿Qué preguntas se hará el teatro (9/10); ¿Existe el teatro y la danza en comunidad? (16/10); ¿Qué es un festival de teatro? (23/10); ¿Hay que entrenar al público para ver teatro? (30/10). También ensayos y clases abiertas para espiar lo que viene haciendo estos meses el Centro Cultural en el área.
Viernes tras viernes se visibiliza y pone en relieve este inmenso laburo de les teatreres. Personas muy reconocidas localmente y con amplio margen poético e intelectual para alumbrar escenarios futuros. En el primer conversatorio, por ejemplo, se hicieron estas reflexiones: “los principios fundantes del teatro deben ser lo comunitario, la celebración y la memoria” (Claudia Carbonell); “tenemos que corrernos de la inmediatez y demorarnos, para ver qué relatos iremos construyendo por fuera de las pantallas” (Carolina Guevara); “la intensidad poética en el escenario no podrá ser menor que la de la vida de cada día” (Guillermo De Blas); “siento que va a ser como en el teatro pos dictadura, por la necesidad imperiosa y desbordada de hacer” (Sebastián Ricci); “el único que puede lidiar con la insignificancia de esto que nos pasa, es el humor” (Cristian Palacios).
Como en toda conversación, cada pregunta disparadora lleva a muchas otras. La pretensión es abrir con pico y pala el surco e ir poniendo las semillas. En el segundo encuentro, habitado por grupos que trabajan con danzas y teatro comunitarios, estas fueron algunas de las siembras: “siempre ponemos énfasis en cómo nos vinculamos con la comunidad: ¿somos actores de este territorio?” (Diego Lovizio); “la danza es un derecho social” (Aurelia Chilemi); “el estado tiene que apoyar más, sobre todo en estos momentos de pandemia” (TotoRicci); “lo que te saca de la marginalidad es tu par, tu compañero, tu vecino, no el reconocimiento de los críticos teatrales” (FlavianaSkudin); “el teatro es un vehículo de la comunicación con el otre” (Adrián Sola).
Salirse del régimen del arte, de lo que es centro y periferia, ser permeables al conflicto para, con honestidad, poesía, humor, integración, volver mejores, volver distintos a los espacios de convivio. Y también volver con más derechos, una base más amplia de necesidades cubiertas para que les trabajadorxs del arte puedan seguir creando y produciendo.
La batalla del movimiento
Desde hace diez años que el campus de la UNGS, en noviembre, se convierte en una gran peña comunitaria, en una fiesta de la danza, el folklore, única en la región y más allá. Este 2020 las gradas del Anfiteatro extrañarán a las familias con sus reposeras, a los pies repiqueteando, los pañuelos al viento y el olorcito de la parrilla. ¿Habrá algo que una las danzas en los patios, en las habitaciones que mudan sus muebles, en los jardines fragantes de nuestras barriadas conurbanas, en las salas sin público? Sí, los lazos comunitarios tejidos con amor. Y una ayudita de la tecnología.
Esta “UNGS Danza”, como todas las anteriores, se planifica en forma colectiva entre profesores e integrantes del elenco, compañeres nodocentes de la Secretaría de Cultura y Medios, con la coordinación del área, a cargo de Adrián Velázquez. Serán tres programas, del 20 al 22 de noviembre, que podrán verse también en el canal de Youtube del Centro Cultural con una duración aproximada de una hora y media.
Se hizo una convocatoria abierta a grupos y compañías de danzas locales y regionales, con excelente respuesta. También se contará con la participación de los elencos nacionales: Ballet Folklórico Nacional y la Compañía Nacional de Danza contemporánea y elencos de otras universidades como la UNA y la UNSAM, la Escuela de Danzas Jorge Donn, el Instituto Polivalente de Arte de San Isidro. Mención aparte para los propios espacios formativos de danzas del Centro Cultural que vienen sosteniendo sus actividades en la virtualidad.Cuenta Adrián que les sorprendió que finalmente fueran 25 compañías las que mandaran sus materiales audiovisuales, valorando enormemente el esfuerzo y compromiso de les bailarinxs, lo cual indica el gran reconocimiento y consolidación que ha logrado este festival.
El Elenco de Danzas Folklórico de la UNGS presentará un trabajo de recorrido histórico por las coreografías presentadas en cada uno de las ediciones, recuperando así los aportes de todes les que pasaron por este valioso espacio formativo. “Creo que hacer territorio desde la danza y desde la universidad pública, por y para todes, aún en la virtualidad, es lo que seguimos haciendo con UNGS Danza 2020”, dice Macarena Tello, miembro del Elenco y de la comisión organizadora. “Este año nos pone como gran desafío seguir estando presentes y lo vivo como un acto de resistencia de parte del arte, la danza y de los artistas”, suma Paola Gómez, también parte de esos espacios.
“Esperamos poder llegar a los hogares de otra manera, tener el impacto territorial que caracteriza a este encuentro: una celebración con organizaciones sociales, micro emprendedorxs, les vecines, les estudiantes, familias, trabajadorxs docentes y nodocentes, les artistas y ahora también participantes de lugares más distantes”, dice Adrián.
Florencia Garofalo
27/10/20