DISCAPACIDAD.
La pedagoga e investigadora Lívia Couto Guedes, de la Universidad Federal de Alagoas, Brasil, habló en la UNGS sobre “La inclusión de las personas con discapacidad en el ámbito universitario”. En su presentación, Guedes se centró en la gestión escolar y en la inclusión educativa. “La UNGS representa un modelo en lo referente a la inclusión social universitaria. No obstante, en el sistema educativo queda un largo camino por recorrer: debemos trabajar esta temática desde la escuela primaria y contar con asignaturas que contemplen contenidos sobre la educación inclusiva”, declaró.
Desde su perspectiva, la inclusión social (es decir, la capacidad de la sociedad para modificarse a fin de atender las necesidades de todos sus integrantes, más allá de sus diferencias sociales, económicas, de género u orientación sexual) “debe ser una premisa fundamental en las casas de estudio”. Para Guedes, las barreras en el ambiente se presentan a través de frases, comportamientos, posturas, y de la mirada sobre las personas en situación de discapacidad. “Son invisibles para quienes las practican y visibles para quienes las sufren. Algunas de ellas son la ignorancia, el rechazo de estas personas y el establecimiento de estereotipos”, expresó. Por ejemplo, “si en una universidad hay escaleras pero no rampas como otra alternativa es porque alguien no consideró que un individuo en silla de ruedas pueda estudiar allí”, graficó. Las barreras actitudinales limitan la participación plena de estas personas en la sociedad.
En encuentros académicos sobre discapacidad y derechos, Guedes registró que los ponentes y expertos en el tema “hablaban de integración social cuando en el mundo se discute la inclusión, y eso implica cambiar un paradigma no solo social sino también cultural”. De acuerdo a su planteo, transformar un paradigma no depende únicamente de la legislación educativa, sino del trabajo colectivo entre diversos sectores sociales, y las universidades son el espacio propicio para cambiarlo. “Es complicado lograr ese cambio cultural, puesto que no es cuestión de seguir una norma, sino de comprender que todos somos diferentes”. En este sentido, reconoció que la UNGS tiene una realidad diferente a la de otras universidades, y que por su proyecto institucional personas con discapacidad son incluidas en la comunidad educativa.
Entre las bases de una universidad inclusiva figura la creencia incondicional en el potencial de la persona, dado que los individuos con discapacidades son capaces de aprender, construir conocimiento y contribuir socialmente. Además, deben aprender en salas comunes y a partir de ayudas técnicas, tecnologías y adaptaciones necesarias para el aprendizaje. “Una universidad inclusiva entiende que el valor de una persona no depende de sus limitaciones”, destacó Guedes.
Facilitar las cosas
Apartir de entender la educación superior como un derecho humano y un bien público, la UNGS asumió, desde el inicio de su vida institucional, el objetivo de brindar condiciones facilitadoras para que las personas con alguna discapacidad que se propongan desarrollar estudios universitarios en ella puedan hacerlo plenamente. Desde su propia concepción edilicia, la Universidad se ha planteado no presentar barreras físicas para el conjunto de las personas que la transitan. La UNGS no tiene una oficina exclusiva de atención de estudiantes con discapacidad, sino que son las distintas dependencias las que trabajan sistemáticamente en la articulación de los medios disponibles para propiciar el acceso a la dinámica institucional en general y a la vida académica en particular de las personas con discapacidad. El trabajo orientado a facilitar el acceso y avance de los estudiantes con discapacidad comprende su recepción y orientación, su acceso a materiales y tecnologías de estudio y otras actividades y servicios. En 2007 se formalizó el trabajo desarrollado hasta ese momento en la UNGS al conformarse la Comisión de Discapacidad de la Universidad, que hoy coordina Gustavo Goyochea, quien destaca los avances alcanzados en la materia, que muchas veces hacen de la UNGS un modelo en las discusiones de la Comisión Interuniversitaria de Discapacidad y Derechos Humanos del Consejo Interuniversitario Nacional.