COLECCIÓN HUMANIDADES.

 

Todos estos años de gente. Historia social, protesta y política en América Latina. Andrea Andújar y Ernesto Bohoslavsky (editores). Ediciones UNGS. Colección Humanidades. Los Polvorines, 2020.

 

El libro que tenemos entre manos nos ofrece una interesante diversidad de trabajos útiles a quienes deseen incursionar o profundizar en los estudios sobre la historia social, con un acento particular sobre su despliegue en América Latina. Los lectores y las lectoras podrán encontrar en el volumen tanto diversas perspectivas a través de las cuales indagar en ese extenso campo disciplinar, como la relación entre ellas y el colorido mosaico de la protesta social que caracteriza a la intensa vida política latinoamericana.

En ese sentido, tal como es anticipado en su texto introductorio, los diferentes trabajos que componen el libro indagan sobre los modos en que “se ha atado el conocimiento del pasado con las prácticas sociales actuales y con los anhelos del futuro”. Es decir, el hilo que hilvana el conocimiento sobre las formas de protesta en el pasado, para alimentar las luchas del presente, en pos de un futuro más alentador. Nos animamos a señalar que, además, el libro añade otro elemento sustantivo en esa búsqueda. Hablamos de aquello a lo que se refiere uno de los autores, el investigador mexicano Rodrigo Laguarda, cuando afirma acerca del porvenir de la historia social que “ningún esfuerzo será en vano si trabajamos por darle un lugar a quienes han sido excluidos”. Se trata, según Laguarda, de “comenzar a escuchar la voz de quienes han sido silenciados”.

Es por eso que Todos estos años de gente coloca sus lentes sobre aquellos sujetos que tanto en el pasado como en el presente (o en ambos) han sido protagonistas del ejercicio de la protesta social en América Latina. Un protagonismo que en muchos casos ha sido silenciado, y que, concomitantemente con su emergencia a través de diversas formas de expresión contestataria y rebelde, los trabajos que componen el libro pretenden poner de relieve bajo la hipótesis compartida de que su abordaje puede fortalecer su visibilidad social. De esa forma, los trabajos remiten a las formas de abordar subjetividades trascendentes en el escenario contemporáneo de las luchas latinoamericanas. Nos referimos a los movimientos de mujeres, de diversidades sexuales, campesinos e indígenas, anti-racistas, entre otros de enorme vitalidad en el presente de la región.

Pero la heterogeneidad de los trabajos que componen el volumen no atenta contra su espíritu común. En ese sentido es ilustrativa la emotiva anécdota que recuerda el profesor mexicano Carlos Illades, cuyo relato del encuentro en México entre Estela de Carlotto y las madres y los padres de los/as desaparecidos/as en Ayotzinapa da cuenta de un reconocimiento mutuo en la diversidad. Acaso ese sea el aporte más valioso de este libro: ofrecernos una lectura desde la historia social sobre cómo interpretar las formas de protesta que, a partir de nuestra diversidad, nos permiten reconocernos en nuestras luchas contra las diferentes modalidades de la opresión en esta parte del mundo.

Andrés Tzeiman