CANDIDATA A DECANA DEL INSTITUTO DEL CONURBANO.

 

Arquitecta y especialista en Planificación y Gestión de Políticas Sociales. Doctora en Geografía y Desarrollo Urbano. Es investigadora docente del Instituto del Conurbano desde fines de 1996. Se desempeñó como directora del ICO (2008 – 2010) y fue consejera del Instituto (2002 – 2006). Actualmente, coordina el área de Urbanismo e investiga sobre la relación entre instrumentos de gestión urbana y desigualdades metropolitanas. Es docente de las asignaturas Planificación y gestión territorial y Taller de planes urbanos de la Licenciatura en Urbanismo y el Profesorado en Geografía, y de posgrado en la materia Política urbana de la Maestría de Estudios Urbanos.

 

La UNGS ha cambiado significativamente en los últimos años. Hemos expandido la oferta de formación y diversificado las actividades culturales. Hay más estudiantes. Al mismo tiempo, la aprobación del nuevo Estatuto avanza con un ejercicio más democrático y participativo de la vida universitaria, también reflejado en el criterio de paridad de género en la confección de las listas de los órganos de gobierno.

Estos cambios se dan en un contexto nacional y provincial atravesado por políticas que profundizan las desigualdades. En particular, junto con el desfinanciamiento de la educación pública se plantea una fuerte estigmatización de las universidades localizadas en el conurbano que pretende poner en discusión quienes “merecen” acceder a los estudios universitarios.

Frente a este escenario, somos mayoría quienes creemos que a partir de las diferencias es posible e indispensable actualizar el proyecto del ICO para incidir en la agenda pública, desde el Instituto y como parte activa de la universidad. Partimos de una certeza: no tendremos capacidad de intervenir en el debate académico, social y político si no estamos dispuestos a cambiar cierto grado de fragmentación de nuestras agendas de trabajo y a mantener con calidad y continuidad los espacios de intercambio, coordinación y construcción de redes con estudiantes, graduadxs, no docentes y actores del territorio.

En primer lugar, proponemos trabajar en la construcción política de una mirada integradora del ICO desde el territorio. La nueva conformación más numerosa de los órganos de gobierno pone en juego nuestra capacidad para construir consensos. En esa misma orientación y para promover espacios abiertos y plurales de discusión de políticas, planteamos debatir el proyecto del ICO con la participación de todos los claustros, con el Consejo Social y con los colectivos que hoy están sosteniendo en la esfera pública diversas formas de ampliación de derechos en cuestiones de género, salud, economía social, acceso justo al hábitat, derechos humanos, entre otras.

En segundo lugar, nos interesa fortalecer los espacios de coordinación de la gestión académica. La dinámica del ICO expresa la trayectoria de los equipos de investigación, los diferentes funcionamientos de las Áreas, de las Carreras y de los más recientes Comités de Carreras. A partir de esa diversidad, queremos reforzar los espacios de coordinación como lugares de acuerdo de prioridades y de criterios de asignación de recursos. Las nuevas figuras de Secretarixs jerarquizan la función de coordinación y ofrecen una base para repensar el papel de las áreas junto con las carreras y la articulación del equipo técnico – administrativo en este nuevo ciclo.

En tercer lugar, nuestra responsabilidad es garantizar que el derecho a la educación universitaria se traduzca en una mayor cantidad de estudiantes y graduadxs. Hemos ampliado las carreras y otras ofertas muy relevantes de formación (pregrado, formación continua, posgrado), las cuales han tenido una amplia convocatoria. Sin embargo, hay tres elementos que aún debemos fortalecer: aumentar la cantidad de estudiantes de pregrado y grado, continuar con las mejoras en sus procesos formativos y realizar acciones tendientes a garantizar buenas inserciones profesionales de nuestros estudiantes y graduadxs. En el desarrollo de estas tareas se verá la relevancia de los dos puntos anteriores: las actividades de articulación colectiva y la jerarquización de los espacios de coordinación y planificación.

Estas primeras líneas son sólo un punto de partida para ampliar el diálogo que surge de los primeros intercambios y es compartida con los candidatxs al rectorado. Resulta evidente que las aspiraciones de lxs estudiantes, graduadxs, no docentes, asistentes y profesores son diferentes y a la vez, tienen en común el interés por consolidar al Instituto del Conurbano como lugar de referencia en la temática urbana y territorial en el ámbito político, social y académico, formando profesionales con capacidad para transformar una realidad cada vez más desigual.

Proyecto ICO