CANDIDATA A DECANA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS.

 

Doctora en Filosofía, investigadora independiente del Conicet con lugar de trabajo en el Instituto de Ciencias. Investigadora docente adjunta con dedicación exclusiva a cargo de la materia Metafísica del Profesorado de Filosofía. Ingresó a la UNGS en 2004. Directora del Programa de Investigación en Filosofía Poshegeliana, Consejera del CICI (desde 2010), coordinadora del Área de Filosofía. Representante del ICI en la comisión de DD.HH de la UNGS (2012/14 – 2014/18). Docente en cursos de formación continua y seminarios de grado en la carrera de Filosofía.

 

En un contexto social crítico, desfavorable para la educación pública y de ajuste en ciencia y tecnología, es imperante repensar los fundamentos conceptuales del Instituto de Ciencias (ICI), orientado en sus orígenes a la investigación. La investigación, entendida en términos de trabajo colectivo y no como una herramienta de desarrollo individual, debe profundizarse y demostrar su eficacia por medio de la divulgación a través de dos medios con los que cuenta el instituto: docencia y popularización, con el objeto de poner en evidencia a la sociedad civil que sin ciencia no es posible lograr el desarrollo productivo y soberano del país. Este objetivo que supone la interacción entre la ciencia y la sociedad requiere al interior del instituto una discusión interclaustro que permita definir una política de investigación que atienda a los problemas particulares de cada claustro a partir de una visión orgánica del instituto como un todo, de manera que sea posible defender de un modo consensuado el bien común antes que los reclamos atomizados de los claustros.

La Universidad se ha dado un nuevo Estatuto, lo que constituye un hecho histórico pues implica la ampliación de la representación y la profundización de la vida democrática. En este marco, habrá que enfrentar nuevos desafíos vinculados a la articulación de las discusiones y la metodología de trabajo del nuevo consejo de instituto, el cual es el órgano indicado para desarrollar la discusión general sobre la política que el instituto quiere seguir. Esta definirá las nuevas carreras que impulsará, las publicaciones que quiera organizar en colecciones que destaquen el trabajo de los IDs del instituto, así como también la apertura de nuevas líneas de investigación y el trabajo interdisciplinario en las áreas que así lo permitan. A su vez, en lo que respecta a los tramos iniciales de formación, la discusión en torno a la reforma del CAU exigirá delinear con precisión las actividades y talleres requeridos para resolver las dificultades tanto a nivel de aprendizaje como de permanencia en la carrera.

Teniendo en mente el fundamento colectivo de los criterios que rijan las distintas discusiones que deba enfrentar el instituto, ya sea la reforma del CAU, la carrera académica, las problemáticas de género o las maneras de abordar el territorio, se impone el tratamiento interclaustro de los problemas que afectan la vida institucional, con el objetivo de buscar soluciones consensuadas a partir del establecimiento de prioridades tanto al interior de cada claustro como en el conjunto del instituto. Para ello es importante contar con un diagnóstico sobre la situación actual de los claustros. Este no es solo resultado del relevamiento de información sino principalmente del diálogo con los propios interesados. A partir de las conversaciones que he comenzado a mantener con ellos pude detectar ciertas necesidades tales como, las cuestiones específicas que requieren atender los laboratorios en materia de seguridad e higiene, los recursos humanos que el DGCTA necesita para desarrollar apropiadamente su tarea, el sostenimiento del crecimiento de la oferta en materia de becas para los estudiantes, el fortalecimiento de las posibilidades de inserción institucional de los graduados, el requerimiento de alternativas que permitan el progreso académico de los asistentes, la necesidad de un criterio conjunto de las áreas y la dirección para determinar las promociones de los profesores. Estas necesidades ameritan la organización de una agenda de trabajo que configure el rumbo que el instituto ha de tomar en los próximos años.

Mi compromiso es trabajar en la construcción de una agenda común a partir de los resultados que arroje la discusión en torno a la política que fundamente la acción del instituto. Lo que resulta claro es que no es posible resolver las problemáticas que hoy aquejan al ICI sin el debido debate previo de todos los actores implicados. En la consecución de ese fin oriento mis esfuerzos. Y lo mismo les propongo a los que quieran acompañarme.

Acción colectiva