COLECCIÓN ENTRE LOS LIBROS DE LA BUENA MEMORIA.
Batallas contra los silencios. La posguerra de los ex combatientes del Apostadero Naval Malvinas Argentinas (1982-2013). Andrea Belén Rodríguez. Ediciones UNGS, UNM y FaHCE-UNLP. Colección Entre los Libros de la Buena Memoria. Los Polvorines, 2020.
La colección “Entre los Libros de la Buena Memoria”, editada por las Universidades Nacionales de La Plata, Misiones y General Sarmiento, presenta Batallas contra los silencios, de Andrea Rodríguez. Los protagonistas de este libro son los ex combatientes del Apostadero Naval Malvinas, la primera unidad naval instalada en las Islas Malvinas tras el desembarco de las tropas argentinas el 2 de abril de 1982. El trabajo recorre brevemente sus experiencias durante el conflicto, para luego centrarse en la posguerra y en las formas en las que la guerra marcó “sus vidas, sus identidades y sus memorias”. Antes de recuperar las experiencias de los ex combatientes del Apostadero, ubicado en Puerto Argentino, Rodríguez recorre la historia de la relación entre la Armada y el símbolo Malvinas desde el siglo XIX hasta los meses en que se desarrolló el conflicto, entre abril y junio de 1982. Durante esos meses, el Apostadoro, alejado de la zona de combates, tuvo una función específica, que influyó en las vivencias de sus miembros, en sus memorias sobre la guerra y en la identidad común del grupo. Pero Rodríguez centra su mirada en la posguerra: desde la vuelta de los ex combatientes al continente, a las filas de la Armada, a sus casas, a la sociedad civil, a una vida que fue discontinuada por la experiencia de la guerra y por sus efectos hasta los reencuentros entre ellos, tanto de forma informal como en el marco de agrupaciones de ex combatientes.
La metáfora que se presenta en el título, “Batallas contra los Silencios”, representa lo que para Rodríguez es la palabra clave del libro y de la memoria sobre la guerra de Malvinas: silencios. Los silencios, al igual que la memoria y el olvido, son construidos socialmente. Con este libro, Rodríguez intenta explicar los sentidos que subyacen a estos silencios, en relación con los procesos paralelos de construcción identitaria grupal entre los miembros del Apostadero durante la guerra y la posguerra. Es decir, no solo cómo reconstruyeron sus experiencias de forma particular, sino también cómo fueron construyendo una memoria común de la guerra y una identidad común, un “nosotros” que fue resignificándose a lo largo del tiempo (al igual que varios «otros» de los que éste grupo se diferenciaba: los combatientes de las trincheras, los jefes militares, la sociedad civil, entre otros. Mediante registros orales, Rodríguez recupera las voces de los ex combatientes del Apostadero para reconstruir sus experiencias, tanto en la heterogeneidad de cada experiencia particular como en las experiencias construidas colectivamente. Esos testimonios sirven para complejizar el relato sobre el conflicto bélico, para discutir sus temporalidades y para lograr, al final de cuentas, romper un relato plagado de silencios.
Leandro Luque