COLECCIÓN COMUNICACIÓN, ARTE Y CULTURA.

 

Memorias en pantalla. Historia reciente en la televisión y el cine. Claudia Feld, Juan Pablo Cremonte y Pablo Guillino. Ediciones UNGS, Colección Comunicación, arte y cultura. Serie Medios. Los Polvorines, 2020.

 

Los textos de Memorias… indagan sobre la “transmisión de la historia reciente en la Argentina a través de los medios audiovisuales”, tal como lo afirma en la presentación Iván Schuliaquer. Para Feld, Cremonte y Gullino las memorias actúan siempre sobre otras memorias. Es decir, hay semiosis retroactiva: nuevas condiciones de reconocimiento generan siempre nuevas condiciones de producción. La semiosis habita esa escisión estructural: moviliza las palabras para fracasar, una y otra vez, en su intento de alcanzar las cosas. Es allí, en ese lugar de operación sin fin, donde Laclau recolocó el concepto de hegemonía y rediseñó un campo ampliado para la política. Bien: de lo que hablan los autores cuando hablan de memorias, por supuesto, es de política. De su movimientoestructural.

Toda memoria es también una operación de olvido. Por eso, la aparición de una nueva memoria suele ser la reconstrucción de discursos suprimidos. Se hace memoria en resistencia: contra las operaciones de desmemoria. Siempre hay algo que se pierde en toda experiencia de encuentro. Todo acto de recuerdo lo es, a la vez, de supresión. Por eso, en su excelente artículo, Feld reivindica que la televisión haya actuado como “emprendedora de memoria”, es decir, como quien reinstaló masivamente las historias de la represión en los años 90, pero al mismo tiempo resalta que lo hizo de un modo selectivo: en esas memorias aparecen los desaparecidos al mismo tiempo que permanecen desaparecidas sus cosmovisiones políticas. Las apariciones siempreconviven con actos simultáneos de desaparición. Lo espectral es la ontología triunfante: el único fundamento que ha sobrevividoes el de la falta. No hay presencia sin espectro. En el punto exacto de la aparición siempre algo desaparece. Sin embargo, si bien siempre hay falta nunca es la misma falta. Lo que la televisión hizo faltar, en su emprendimiento memorístico de los 90,  es la dimensión política de los desaparecidos. Deshistorizó allí donde historizó. La generación diezmada fue objeto de una memorización diezmada.

Como un ejercicio de complementación implícito, Juan Pablo Cremonte inscribe su preciso análisis en aquello que la televisión de los 90 mantuvo suprimido: las culturas militantes de los desaparecidos y sus matices. Lo que fue eliminado por la televisión es el objeto central de las películas documentales analizadas por el autor. Es decir: Cremonte lee allí donde antes la política se ha leído a sí misma. El cine documental hace memoria en la memoria suprimida por la televisión. Finalmente, Gullino se ocupa de la otra televisión: las producciones del canal Encuentro sobre la Guerra de Malvinas. En la articulación entre esa “otra televisión” y el sistema educativo nacional irrumpe la semiosis histórica como una política pública. Los tres textos son las memorias de cómo la sociedad hace memorias.

Daniel Rosso