COLECCIÓN PENSADORES Y PENSADORAS DE AMÉRICA LATINA.

 

Aimé Césaire. El poeta de la negritud. Laura Bagnato. Ediciones UNGS. Colección Pensadores y pensadoras de América latina. Los Polvorines, 2021.

Es inhabitual pensar a América Latina más allá del originario colonialismo hispano-lusitano, del territorio de una lengua común, con la magnífica excepcionalidad brasileña. Sin embargo, “nuestra América” fue atravesada por otras colonialidades, lenguas y sensibilidades. Laura Bagnato nos ofrece el retrato de una de las figuras medulares de esa configuración asordinada. La poesía de la negritud, central para la lengua francesa del pasado siglo (muy vinculada a las vanguardias, sobre todo al surrealismo), no mereció mayor atención desde el punto de vista latinoamericanista. Por eso el ensayo de Bagnato es fundamental. Porque no solo ve la obra de Aimé Césaire como anticipación de problemáticas prestigiadas recientemente por la academia occidental, sino que la enraíza en nuestro territorio político-conceptual, sin desconocer la aspiración universalista que acarreó su ademán poético. 

Así, tensando un arco que va de Martí al Che, Césaire es recuperado como pensador y militante de la emancipación. Bagnato recorre tres obras decisivas del poeta de la Martinica: Cuaderno de un retorno al país natal, Discurso sobre el colonialismo, Una tempestad. El primero es canto elegiaco al África perdida, la sonoridad poética del tam tam; el segundo es una furibunda crítica del imaginario colonial, tanto de derecha como de izquierda; el tercero es la reescritura de la pieza shakespeariana con el fin de fugar su sentido hacia otras afectividades. En los tres, el concepto programático es negritud. Imaginado por dos estudiantes de las colonias (Césaire y Senghor) en la París colonial de los 30, la negritud, tras la segunda guerra mundial y el proceso vertiginoso de descolonización, tuvo un destino universal. En él abrevaron la poética de los pueblos colonizados, la política cultural del tercer mundo y el marxismo negro. La negritud es un caleidoscopio filosófico y epistemológico que invierte y desplaza las habitualidades de un conocimiento perezoso. Es gesto irreverente y grito emancipatorio.

No puede omitir señalar que Césaire pensó que el camino de la emancipación no transcurría necesariamente por los senderos de la violencia revolucionaria. Se opuso a la independencia de la Martinica e intentó detener el oleaje revolucionario que provenía de la África insurrecta y de la mayor de las islas antillanas. Fue un hábil político, que siempre se mantuvo dentro del sistema estatal francés de ultramar. De hecho, su cuerpo descansa en el Panteón. El apropiador de los textos coloniales fue apropiado por la religión laica de la República colonial. Pero nadie podrá normalizar el primer impacto, que su díscolo y cuestionador discípulo Franz Fanon retrató magistralmente: “por primera vez se vio a un profesor de Liceo, de apariencia digna, decir simplemente a la sociedad antillana que ser negro es bueno y hermoso. Fue un escándalo”. El libro de Bagnato nos invita a seguir pensando y militando el escándalo.

Leonardo Eiff