COLECCIÓN INTERVENCIONES.
Notas maricas. Política, sexualidad, deporte, arte e identidad: disidencias. Facu Soto. Ediciones UNGS. Colección Intervenciones. Los Polvorines, 2020.
Para bien y para mal, la historia reciente de la diversidad sexual se ha traducido en el limitado vocabulario de la ampliación de derechos. Tal estado de cosas redunda en aplanar el sensorio común en el que se registra la circulación de los deseos propios y ajenos. En Notas maricas, la compilación del profuso trabajo periodístico que Facu Soto ha realizado estos últimos años, se resguardan, por el contrario, los múltiples itinerarios que se abrevian en el acrónimo LGTBQ+. En esas contribuciones, publicadas mayormente en el suplemento Soy de Página 12, se reúne un archivo de experiencias, prácticas y saberes que por su heterogeneidad nos obliga a recalcular los términos en los que narramos las peripecias de dicho colectivo. Hablar de “disidencias”, “diversidad” o “minorías” involucra toda una infinidad de contraindicaciones; a distancia de tales categorías, las Notas maricas de Soto hacen explícita una indómita dispersión de formas de vida –pretéritas y actuales– que ningún rótulo puede ordenar o circunscribir. Con frescura e irreverencia, las reseñas, entrevistas y crónicas reunidas en este libro eluden la sublimidad académica para cartografiar los vaivenes de un terreno en el que se manifiesta no sólo la violencia insidiosa con la que opera la matriz cisheteropatriarcal, sino también las tretas infinitas con las que una multitud de anormales reimaginamos nuestros cuerpos, identidades y placeres. Las escenas acopiadas por Soto durante todos estos años exhiben con desenfado los modos plurales en que, al decir de val flores, las disidencias sexo-genéricas desmontamos la lengua del mandato y criamos la lengua del desacato. El archivo de Soto tiene la virtud de incomodar los límites que atribuimos a “nuestro” colectivo; no solo actualiza hasta el detalle experiencias acosadas por el olvido o la ingratitud; también desarticula las fronteras del territorio incierto y vocinglero en el que acontece “lo diverso”. Expone así con acierto la circulación errática, la factura sigilosa de aquellos devenires minoritarios que se cultivan en los lugares menos pensados: en el fútbol, en el manga, en la poesía, en el tango, en las iglesias, en las ciberteteras, en los arrabales de la cultura. En ese carnaval (im)propio que el registro de Soto recupera hay lugar para Mishima, Ioshua, Effy Beth, Blas Matamoro, Gabriela Mansilla, Cuqui, José Sbarra, Pipo Pescador, Cheever, el FLH, Lemebel, la Iglesia Metropolitana, los abusos en el fútbol, la alta costura, Somos y El Teje, el sexo tántrico, el circuito teatral alternativo, y un exuberante desfile de carrozas en el que la confusión de las lenguas balbucea con insistencia otra política de la vida. En esta apuesta editorial de la UNGS se nos arrima una temporalidad extraña e indescifrable que se agazapa como los espectros, se nos dirigen un sinnúmero de postales –algunas próximas, otras lejanas– en las que se registra un malón de deseos interdictos que pugnan, resisten y conmueven la vida entera.
Eduardo Mattio