COLECCIÓN CUESTIONES METROPOLITANAS.
Recicloscopio VI. Francisco M. Suárez y Pablo J. Schamber (Compiladores). Ediciones UNGS. Colección Cuestiones metropolitanas. Los Polvorines, 2020.
Que nadie caiga en la trampa de suponer que este libro al que damos comentario habla de adónde llevar las pilas usadas o de cómo separar los diarios viejos de las cáscaras de naranja. Este libro habla de políticas públicas, estudia el proceso de construcción de esas políticas a partir de experiencias de autogestión. Es decir, habla de seres humanos y no de cuestiones de ingeniería sanitaria.
Sabemos que el orden capitalista ha producido un increíble proceso de destrucción y despilfarro de los diversos materiales que componen nuestro planeta. Tal vez haya sido el Papa Francisco quien estableció con mayor claridad didáctica el paralelo entre una sociedad que descarta materias primas útiles y de la misma forma descarta millones de personas de las que no puede obtener una rentabilidad inmediata. También sabemos que las escasas y débiles políticas públicas sobre ese fundamental asunto están casi siempre centradas en los objetos materiales, antes que en los seres humanos. En todas partes tenemos cifras oficiales de los residuos generados por habitante, pero casi ninguna de los habitantes tratados como residuos.
El proyecto “Recicloscopio”, del cual tenemos ante nosotros el sexto volumen, procura corregir esos enfoques. La clave es el reciclaje con inclusión social. En sociedades en las cuales el enterramiento o la quema de residuos urbanos siempre fue un negocio sin control alguno, manejado por los grandes grupos económicos o por sectores mafiosos que operaban sin control del Estado, se desarrollaron nuevos actores sociales, dispuestos a valorizar aquello que la sociedad estaba descartando. Al mismo tiempo, reformularon su lugar en el mundo: de estar en las márgenes pasaron a ocupar un lugar en el mundo del trabajo.
Previsiblemente, los sectores afectados reaccionaron desde su influencia en la cultura dominante: “Los interesados en privatizar las tareas de recuperación y reciclado no suelen mirar positivamente la actividad de los cartoneros, más bien tienden a estigmatizarlos. Lo mismo sucede con quienes tienen intereses vinculados a la promoción de la valorización energética de los residuos, que buscan instalar en América Latina tecnología desestimada en otras partes del mundo”, destacan los autores de Recicloscopio VI.
Por eso es importante el rol de instituciones académicas, como lo son las universidades nacionales del Conurbano. Al transformar en objeto de estudio universitario el proceso de valorización de los residuos con inclusión social, simultáneamente se valoriza socialmente a las personas que realizan dicha tarea.
Antonio Elio Brailovsky