Universidad, solidaridad y cuidado

Garabateamos estas líneas, destinadas a presentar las notas que integran esta nueva actualización de los contenidos de esta edición especial, a la que hemos llamado “Tiempo Ahora”, de Noticias UNGS, en vísperas de un endurecimiento temporario de las condiciones del aislamiento social, preventivo y obligatorio al que obliga la pandemia de covid-19 en toda el área metropolitana de Buenos Aires, donde se levanta y desarrolla su trabajo nuestra Universidad. A los inconvenientes causados por esta severa crisis sanitaria que vive hoy el mundo entero, hay que agregar entre nosotros lo insidioso de la colección de muy pobres argumentos de los sectores que, en general sin proponer nada mucho más interesante a cambio, tienden a cuestionar, cuando no a resistir y a instar a resistir, estas sensatas medidas de cuidado mutuo en nombre de una idea de la libertad tan pobre y tan equivocada como despreocupada por la salud y por la vida de todos los ciudadanos y las ciudadanas del país, en particular de los que están sufriendo más necesidades.

¿Qué es lo que cuestionan? Quizás menos la severidad de la “cuarentena” en sí que el modo en que la misma va “haciendo sistema”, en la retórica y en la práctica efectiva del gobierno nacional, con un conjunto de medidas adicionales, y con una representación más general de eso que unas líneas más arriba llamábamos “cuidado” (una palabra instalada en el corazón de nuestros debates públicos por el movimiento de mujeres que renovó nuestra vida colectiva en los últimos diez o quince años), que va mostrando una manera de pensar al Estado y sus instituciones que a más de cuatro les resulta sin duda inaceptable. La Universidad, en esta encrucijada, debe insistir en su permanente pregunta acerca de su sentido y de los sentidos de lo que hace. Obstinarse en su vocación investigativa en torno a los problemas que hoy la crisis pone en el centro de nuestras preocupaciones. Perseverar, adecuando todas las veces que sea necesario las estrategias y las herramientas, en su tarea formativa. Seguir apostando por una comunicación comprometida y lúcida de lo que piensa y de lo que hace. Seguir democratizando sus formas de trabajo y de auto-gobierno. De todo esto se habla en los materiales que “subimos” hoy a este número especial de esta revista.

Mientras tanto, se lanzó formalmente en la UNGS una nueva edición del Presupuesto Participativo, sobre el que informamos en una renovación anterior de estos materiales. Se completó la evaluación de los ensayos y microrrelatos presentados al concurso “Antivirales”, sobre el que también se habló aquí: algunos de ellos serán dados a conocer, a partir de hoy mismo, en este número especial de esta revista. Y volvió a reunirse, de nuevo de modo remoto, el Consejo Superior de la Universidad, que entre otras cosas aprobó la creación de un Fondo Solidario destinado a canalizar donaciones de miembros de la comunidad universitaria y de individuos, asociaciones y empresas de la comunidad en general destinadas a la compra de alimentos e insumos fundamentales para las organizaciones sociales del territorio en el que la UNGS despliega su tarea. Sobre este asunto, y sobre tantos otros a la que la dinámica de esta situación tan singular nos obliga a prestar especial atención en estos días, seguiremos informando a los lectores y a las lectoras en las próximas actualizaciones de

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16/06/20. Continuar con todo, a pesar de todo
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