PENSADORES DE AMÉRICA LATINA.

Vidas y obras

Dirigida por Nuria Yabkowski, del Instituto del Desarrollo Humano, y por Juan Fal, del Instituto de Industria de la Universidad, la Colección “Pensadores de América Latina” viene ofreciendo un conjunto de presentaciones accesibles y sistemáticas de las obras de algunos grandes intelectuales de la región. El año pasado aparecieron José Carlos Mariátegui. Lo propio de un nombre, de María Pia López, José Aricó. Los tiempos latinoamericanos, de Martín Cortés, Agustín Cueva. El pensamiento irreverente, de Andrés Tzeiman, y René Zavaleta Mercado. Una revolución contra Bolívar, de Diego Martín Giller. En lo que va de 2017 vieron la luz tres nuevos títulos: uno de Horacio González sobre Manuel Ugarte, uno de Ana Grondona sobre Gino Germani y uno de Jaime Osorio sobre Ruy Mauro Marini, que se presentan en estas páginas.

 

Socialismo más antiimperialismo

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Manuel Ugarte. Modernismo y latinoamericanismo. Horacio González. Ediciones UNGS. Colección Pensadores Latinoamericanos. Los Polvorines, 2017.

Un vivo cuadro de la figura de Ugarte se ofrece en este libro, que lo sitúa entre “modernismo y latinoamericanismo”; tan acertado como si fuese “modernismo e indigenismo” para referirse a Mariátegui, o “modernismo y tropicalismo” respecto a Oswald de Andrade. Pues, en efecto, Ugarte “será la voz maestra de la gran campaña por la unidad latinoamericana durante medio siglo”. Después de que en 1901 edita sus parisinas Crónicas de bulevar, Ugarte se da a la tarea de recorrer e intervenir con su prédica a favor de una Latinoamérica unificada. Sea la intervención de Estados Unidos a favor de la división entre Colombia y Panamá para la construcción del canal, sean sus ambiciones anexionistas en Cuba y Puerto Rico, Ugarte se vale de las circunstancias para –como conferencista, escritor de periódicos o de libros– hacer escuchar su proclama contra de las apentencias imperialistas.

Fundará un periódico, La patria, y dejará una trilogía de obras sobre la unidad de los “estados americanos del sur”, de las que La patria grande es la más conocida. No obstante, son bien pocos los estudios que han discutido el valor de la obra de Ugarte, a excepción de la detallada biografía que le dedica Norberto Galasso y la más reciente contribución de María Pia López en su presentación del libro que recién mencionamos. Estos dos aportes contribuyen a la inspiración del libro que ahora presentamos, de cuyos amplios méritos destacamos aquí sólo dos núcleos. El primero refiere al modernismo de Ugarte, del que puede resultar suficiente señalar la manera en que se presenta su escritura, no solo como la de un rubéndariano, influencia sobre la insiste González en este libro, sino como un pensador atento a las transformaciones de época, a las ciudades y las muchedumbres, a la cuestión técnica y la cultura de masas. Así, al final del libro, donde el autor cede la palabra al propio Ugarte, se condensa una honda preocupación por el significado cultural y moral de la prédica imperialista en los medios de comunicación.

Segundo: ¿qué nos deja Ugarte pensar hoy acerca de los espacios políticos? El libro presenta una reconstrucción de su ideario, que parte de su discusión permanente con el socialismo de Justo y de Palacios, de la escasa consideración por parte de la izquierda tradicional de las devociones populares y de la distinción entre “el nacionalismo colonialista y el nacionalismo de los países oprimidos”, para concluir en su nunca sosegado involucramiento en el movimiento que en Argentina funda Juan Perón, de quien Ugarte, en sus últimos años, fue embajador en México y otros dos países. Una imagen impactante –en la que también se detiene M. P. López– es la que sucede en un local del centro de Buenos Aires en 1951, con motivo de la muerte, en Francia, de Ugarte. Perón envía un telegrama, y entre los discursos de despedida se oyen los de Puiggrós, Cooke y Jorge Abelardo Ramos. Este último quedará como su discípulo encargado de continuar la ecuación de socialismo más antiimperialismo latinoamericanista. Como su maestro, terminará también en sus últimos años siendo embajador en México de un gobierno peronista. Una vez más, quedará asentado el lugar de farsa para las segundas partes de la historia.

Este libro, en fin, nos ofrece un fresco de un pensador cuyo rescate resulta ineludible, y la permante inquietud por el lugar de nuestros compromisos presentes y futuros.

Esteban Vernik

Leer más:

Modernidades. Gino Germani. Transición, paradojas, sustituciones y heterogeneidades.

Oportuno rescate. Ruy Mauro Marini. La dialéctica de la dependencia. Jaime Osorio.