A 40 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO.
El proyecto parlamentario de mi autoría, que firman también los diputados Carlos Heller y Carlos Raimundi, fue el resultado de un prolongado trabajo que se inició en la UNGS en el año 2004. Desde un claro compromiso con la idea de recuperar la historia, se creó entonces, con organizaciones de DD.HH., la Comisión por la Recuperación de la Memoria de Campo de Mayo. Pronto se fue armando un proyecto investigativo en la Universidad, junto a organizaciones de la comunidad de la zona oeste y norte del Gran Buenos Aires. El trabajo abordó las temáticas de DD.HH., arte y cultura, buscando desentrañar la trama, la dimensión y las características que tuvo el genocidio en ese centro clandestino de detención durante la última dictadura cívico-militar.
Nuestro proyecto se enmarca en una política de Estado de DD.HH. iniciada en 2003 por el gobierno del presidente Kirchner, que tuvo como eje la reanudación de los juicios a militares y civiles por los crímenes de lesa humanidad y la difusión de la memoria sobre el terrorismo de Estado. Desde esa determinación política, muchos han sido los ex centros clandestinos de detención que fueron recuperados y transformados en sitios y espacios de Memoria. El caso de la ex ESMA es paradigmático por su magnitud y simbolismo. Pero ninguno de los centros clandestinos que funcionaron en la guarnición militar de Campo de Mayo fue recuperado para la memoria histórica, pese a que allí fueron desaparecidos más de 5000 de nuestros compañeros y compañeras.
Nuestra propuesta parlamentaria propone la creación del Instituto para la preservación y la recuperación de la Memoria de Campo de Mayo a fin de “promover la profundización del sistema democrático, consolidar una cultura de protección de los DD.HH., fortalecer los valores de la vida, la libertad y la dignidad humana, fomentando el estudio y la difusión de la lucha contra la impunidad y sus implicancias en los planos normativo-ético, político e institucional.” Si bien la peculiaridad de emplazar el Instituto para la Memoria dentro de una guarnición militar en funcionamiento le agrega complejidad, podría ser una experiencia muy valiosa a casi 33 años de nuestra reconquistada democracia.
Siempre tuvimos claro que el trámite parlamentario tiene que atravesar los caminos de la búsqueda de consensos, pero que ese devenir debía ser acompañado de acciones políticas y culturales hacia y con la sociedad. En ese sentido, desplegamos junto a la Universidad, su rectora Gabriela Diker y la Comisión de la Memoria una serie de actividades públicas que rodearon al proyecto de una intensa militancia social y política, favoreciendo su instalación en los medios de comunicación y en la opinión pública. Ciertamente, todavía el proyecto debe ser aprobado, primero por la Comisión de DD.HH. de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, y luego por las de Defensa y Presupuesto.
Todos los que participamos de esta gran iniciativa lo hacemos convencidos de que nuestro pueblo y la democracia argentina tienen una particular deuda con los 5000 desaparecidos de Campo de Mayo, con sus familiares, hijos, madres, padres y hermanos. La ausencia de nuestros compañeros nos obliga a seguir luchando para que estén siempre presentes, ahora y en el futuro, y sean historia viva para las nuevas generaciones. El próximo 24 de marzo, a 40 años del golpe perpetrado por las clases dominantes y el imperialismo, las organizaciones de DD.HH., las fuerzas políticas, la Universidad y el pueblo de la zona oeste y norte del GBA marcharán una vez más por el interior de la guarnición para homenajear a los compañeros y reiterar el compromiso con la memoria y su ejemplo de lucha.
Este notable y original evento que se viene realizando hace una década demuestra que no existen sueños inalcanzables cuando se amalgaman las grandes ideas con los luchadores decididos a encarnarlos y llevarlos a cabo. Seguramente la Plaza de Mayo mostrará también un inmenso pueblo manifestando por la continuidad de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia. Desde ese grito, que convocará a todo el pueblo argentino, nos fortaleceremos en la lucha para que el proyecto de creación del Instituto de Campo de Mayo sea una realidad. La fuerza de los militantes de las organizaciones de DD.HH. y la de una Universidad que, como dijo su rectora, “hace lo que tiene que hacer”, fue la fragua que cimentó este proyecto parlamentario.
Juan Carlos Junio
Diputado Nacional Partido Solidario
(MC 2011-2015)
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