ROBERTO NOËL DOMECQ (1930 – 2017).

 

Daniel Maidana: La “revolución” iniciada por Roberto Domecq en el Departamento de Economía de la Universidad Nacional del Sur en los 70 y la creación de la UNGS en los 90 –ambas en contextos difíciles– nos dejan el ejemplo de todo lo que es posible hacer en los tiempos en que parece que “no se puede hacer nada”. Fue una persona excepcional, lo extrañaremos.

Fernando Gasalla: Roberto fue un idealista, pero que llevó a la realidad concreta sus proyectos, una persona de obra con los pies en la tierra pero imaginando siempre el futuro, un caballero sin época, un estimable y querido ejemplo de coherencia y compromiso.

Claudio El Hasi: Qué pena recibir esta noticia… Siempre amable y bien predispuesto. Un visionario que sabía escuchar, compartir y debatir ideas para llevar a buen puerto el sueño de una Universidad en el ex partido de General Sarmiento.

José Borello: Una gran persona a quien recordaremos siempre. Consiguió mantener la autonomía de nuestra institución y establecer las bases para una universidad plural y comprometida con la calidad y la inclusión. Extrañaremos sus “travesuras” y sus atinados consejos. Recrearemos sus buenas costumbres.

Liliana Santucho: Roberto era único, una excelente persona. Siempre con la palabra justa y una gran lucidez. No hacía diferencias, trataba a todos con igual cordialidad. A mí y a mi familia nos cambió la vida, tanto que lo elegimos padrino de una de mis hijas. Siempre atento y preocupado por brindarnos oportunidades para un mejor futuro. Y aunque el último tiempo estaba lejos yo lo sentía cerca. Tengo el mejor de los recuerdos.

Raúl Fernández Wagner: La triste noticia del fallecimiento de Roberto nos lleva a celebrar su vida… desde las “travesuras” (que incluyó crear universidades) hasta su pasión gourmet… Lo extrañaremos y recordaremos siempre.

Marcelo Oscar Fernández: Sin dudas mucha tristeza. Un gran armador de instituciones con ideas innovadoras y con mucha apertura para aceptar diferentes líneas de pensamiento.

Patricia Knorr: Lamento profundamente la pérdida del fundador de la Universidad, cuyo ingenio y empuje hicieron posible estudiar en nuestro territorio para muchos de los que nos graduamos aquí. Recuerdo su cordialidad al compartir una cena con los primeros graduados (¡¡¡éramos tan pocos!!!) y las conversaciones como director en el IDH, durante mis primeras experiencias en investigación por el año 2000… Una enorme pérdida.

Mario Lipsitz: Participo de la enorme tristeza de todos los que lo conocieron. Domecq fue un hombre excepcional. Aún hoy caminamos en nuestra Universidad por el camino que él y otros pocos visionarios abrieron con un entusiasmo impensable.

Karina Forcinito: Roberto lideró el armado de la UNGS y de varias otras universidades nacionales en tiempos casi siempre difíciles para el trabajo crítico, pero seguía señalando empecinadamente que, sin lugar a dudas, el principal problema que había enfrentado en esas tareas era la “evanescencia de las utopías”.

Georgina Nano: Despedimos a un Grande, a quien vamos a extrañar pero también lo vamos a recordar mucho. Roberto fue de esas personas que le dan sentido a la vida, aquellas que dejan huella, que te enseñan que la vida vale la pena. Lo voy a recordar siempre como un gran maestro por sus ideales, principios, valores, sabiduría, respeto, por sus prácticas democráticas y por saber escuchar; por tener la capacidad de trabajar y divertirse a la vez.

Catalina García Sanabria: Llena de tristeza despido a Roberto Domecq. Nos dejó su simpatía y su cariño, sus sueños, sus anhelos, y esta Universidad que junto con otras significó la concreción de su obra.

 

 

Foto: Domecq trabajó en África coordinando planes de desarrollo económico.

 

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