TEMA DE TAPA.

A propósito de la próxima conmemoración, el 8 de marzo, del Día Internacional de la Mujer, las siguientes páginas de Noticias UNGS dan cuenta de las distintas dimensiones: personales, grupales e institucionales, artísticas, académicas y reflexivas, formativas, editoriales y de intervención activa en los debates colectivos, en las que se expresa en nuestra Universidad una militancia en favor de la libertad y la igualdad, y en contra de los prejuicios, la discriminación y la violencia.

El 19 de octubre de 2016 un grupo de trabajadoras, estudiantes, docentes de la UNGS realizamos actos para adherir al primer paro nacional de mujeres. Nos vestimos de negro, hicimos una radio abierta, cantamos en el tren e invitamos a otras, marchamos bajo una lluvia incesante y cada vez más fría, que no logró desalentar a lxs miles que sentían que algo fundaban con sus pasos: denuncias y tramas solidarias.

Como suele ocurrir, un acontecimiento es inusitado pero a la vez se prepara, se trama con otros, tiene orígenes y elige linajes, genera efectos y movimientos posteriores. Ese día se terminó de consolidar la emergencia de un protagonista colectivo en la escena pública. Se venía amasando desde las movilizaciones de “Ni una menos”, en los treinta encuentros nacionales de mujeres, en los colectivos feministas, en las organizaciones sociales, en textos y libros, en redes.

En nuestra Universidad recogió muchos hilos, entusiasmos e investigaciones. La participación en la red interuniversitaria de género, la larga experiencia de la diplomatura en Género, la edición de libros –entre ellos, el muy pionero Yo niña, yo princesa–, decisiones institucionales respecto de la identidad de género y el modo de tratar las situaciones de acoso y violencia, acciones de grupos militantes, compromisos con las organizaciones sociales del territorio. La discusión sobre la desigualdad de género atraviesa todos los claustros de la Universidad y las responsabilidades institucionales.

El año pasado, el Consejo Superior estableció que en todos las actuaciones del sistema de gestión de la UNGS “relativas a las personas que hubieran requerido por escrito, a modo de declaración jurada, la utilización de un nombre de pila distinto al consignado en el documento nacional de identidad, deberá constar el nombre elegido, en ejercicio del derecho a la identidad de género, en los términos de la Ley N° 26743”. Esta decisión procuró renovar los procedimientos institucionales en función de la ampliación de derechos que se vivió en el país y que tuvo expresión en las leyes de identidad de género y la de matrimonio igualitario. Momentos en que las instancias legislativas producen un reconocimiento de la heterogeneidad social, de las prácticas diversas y lo abordaron como derechos.

En otro plano, nuestra Universidad se dio un mecanismo para tratar la cuestión del acoso y la violencia que puede afectar a integrantes de los distintos claustros. Se estableció un proceder expeditivo, llevado adelante por el propio rectorado a través de la Secretaría Legal y Técnica, que implica recibir la denuncia, asistir en sus derechos a la víctima e intervenir en la investigación, manteniendo la reserva de sus datos y de su identidad. Ya se ha aplicado el procedimiento en dos casos, que incluyeron suspensión académica de los acusados.

En los últimos años, creció la sensibilidad frente a estos fenómenos y muchas mujeres se atrevieron a denunciar violencias, maltratos y acosos. No siempre son recibidas con la atención necesaria; por ello, uno de los reclamos es la generación de patrocinio jurídico gratuito y de capacitación en perspectiva de género de los agentes judiciales y de seguridad. Tales demandas no han sido satisfechas, pero distintas instituciones se dieron procedimientos para tratar estas situaciones.

Distintos grupos e integrantes de nuestra Universidad tienen compromisos activos con estos temas y acompañan a las personas afectadas e intervienen en el espacio público. Por ello, el paro tuvo una rápida resonancia y permitió nuevas articulaciones y proyectos, que vinculan las políticas de género con repertorios de acciones y demandas, mostrando su carácter transversal y fuertemente democrático.

Con la primera movilización convocada bajo la consigna “Ni una menos”, en 2015, se corría el riesgo de una traducción punitivista de las demandas, situando el castigo como horizonte de las acciones. No ocurrió, y fue surgiendo un tipo de movilizaciones que incorpora en su agenda cuestiones clásicas de los colectivos feministas, como la legalización del aborto, y otras que surgen del movimiento de mujeres más territorial, como la desigualdad económica entre varones y mujeres. La sucesión de crímenes y el Encuentro Nacional de mujeres, doble temporalidad –una que cae como guadaña y causa inmediato horror; la otra que surge del descubrimiento de la potencia colectiva–, fueron la esquina en la que se forjó la jornada del paro.

 

María Pia López

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