PUBLICACIONES.

Desde hace tres años la UNGS viene desplegando una política editorial dirigida a ampliar los espacios de reflexión sobre la situación de las personas trans, sus experiencias identitarias y su lucha por el reconocimiento de sus derechos. Aquí, el vicerrector de la Universidad reflexiona sobre el sentido de esta decisión y la directora de la Diplomatura en Géneros, Política y Participación comenta un nuevo volumen dedicado al tema.

En el año 2014 el sello editorial de la UNGS dio a conocer Yo nena, yo princesa, que narra la historia de Luana, una niña trans que consiguió el reconocimiento estatal de su identidad sin que mediase una autorización judicial. Escrito por su madre bajo la forma de un diario, el libro resulta profundamente conmovedor: porque emociona el tesón de una niña que con apenas un par de años defiende, contra viento y marea, su deseo de ser, percibirse y ser reconocida como mujer, y porque altera, sacude, cuestiona saberes profesionales y lógicas institucionales, obliga a repensar los procesos identitarios y los modos socialmente establecidos de tratar lo diferente, lo que no encaja en los estereotipos y las clasificaciones construidas. Aunque no es un libro académico, la experiencia que allí se narra interpela directamente a los saberes universitarios sobre el Estado, las instituciones educativas, las identidades de género y los derechos humanos.

La historia de Luana, llena de dificultades, incomprensión y discriminación, es una cadena de pequeños combates en los que ella y su madre no estuvieron solas. Tuvieron el apoyo de activistas y profesionales de la salud, el derecho y la comunicación, con quienes fueron convenciendo a otros de la legitimidad de su reclamo. La lucha de Luana es parte de un conjunto de otras luchas simultáneas, y para comprenderla hay que contextualizarla, mostrando las múltiples perspectivas en danza. A ello apunta el segundo libro de la serie: Niñez trans. Experiencia de reconocimiento y derecho a la identidad, donde Valeria Pavan compila un conjunto de intervenciones de familiares, profesionales, docentes, funcionarios y activistas que explican cómo su implicación en esta historia los obligó a revisar viejas certezas, plantearse nuevas preguntas y convertir sus intervenciones en acciones políticas que permitan transformar las cosas.

La historia (un proceso colectivo de aprendizaje y transformación de las instituciones), enseña lo difícil que es la conquista de ciertos derechos y revela que para hacerlos efectivos no basta con que la ley los reconozca, sino que se requieren organizaciones sociales que los promuevan, agencias estatales que los garanticen, autoridades dispuestas a romper ciertas inercias y profesionales capaces de desactivar los discursos dominantes. En ese contexto, el tercer volumen de la serie, Subordinaciones Invertidas, de Laura Saldivia Menajovsky, analiza los efectos de la sanción de la ley sobre identidad de género. El libro (que recibe comentario en esa misma página) destaca que la ley, inspirada en un modelo despatologizador centrado en la autopercepción, destierra la autoridad de jueces, médicos y burócratas para decidir sobre la identidad de género de una persona, lo que pone al país a la vanguardia mundial en la materia.

La publicación de estos libros espera acercar un conjunto de aportes valiosos y originales a los estudios sobre un tema de evidente importancia. Los trabajos se sitúan entre los estudios de género y los estudios sobre infancia, permitiendo pensar el lugar de los/as niños/as como actores sociales plenos, y por otro lado inscriben el tema de las personas trans en un marco de reflexión más amplio sobre los derechos: el derecho a la identidad, a expresarse y a ser reconocido, a no ser discriminado, al efectivo cumplimiento de todas las protecciones legales. Estos libros nos alertan y nos invitan a pensar sobre las muchas acciones e intervenciones, los reclamos, las reivindicaciones y las interminables batallas que es preciso librar contra las rutinas, los prejuicios, los saberes consolidados y los modos más conservadores de interpretar las normas para conquistar y hacer efectivo el cumplimiento de un conjunto de derechos fundamentales.

Pablo Bonaldi

 

pps_25_subordinaciones-_fmtDemocracia y desnaturalización

Subordinaciones invertidas: sobre el derecho a la identidad de género. Laura Saldivia Menajovsky. Ediciones UNGS/UNAM. Colección Política, políticas y sociedad. Los Polvorines, 2016.

Este libro construye un relato consistente y necesario que desarma y desarticula las nociones binarias ligadas al género, razón nodal en la que se funda la patologización (médica) y la normalización (jurídica) de todo aquello que no se ajusta a las categorías pétreas de varón y mujer. Ese es uno de sus objetivos centrales. Desnaturalizar y denunciar para comunicar otro argumento, que conecta con los derechos de todas las personas a vivir libremente su sexualidad. Esta cuestión personalísima se tematiza en el libro de Saldivia en la clave de la discusión y la teoría sobre los derechos humanos, que permite pensar la Ley de Identidad de Género sancionada en Argentina enraizada en luchas profundamente democráticas. El texto ofrece, además, una minuciosa genealogía de los debates y las proclamas del Movimiento LGTBIQ. No falta la mirada histórica, pero se destaca su posicionamiento ético ante las presunciones científicas que se suponen absolutas y cosificantes. El libro examina los diversos andariveles transitados para lograr el reconocimiento del derecho a la identidad de género de Luana, niña trans de seis años, de la que Saldivia fue una de las defensoras más comprometidas. Finalmente, en términos muy novedosos, la autora presenta un recorrido por las migraciones trasnacionales del tema, para destacar su carácter descolonizador frente a los tradicionales esquemas de producción normativa anclados en el binomio centro-periferia. El libro es de lectura imprescindible para quienes pretendan abrir sus cabezas y, por qué no, sus corazones. Parafraseando a Foucault, se trata de pensar –y vivir– el sexo sin ley y el poder sin rey.

Marisa Fournier