JORNADA DE TRABAJO.

Durante el encuentro se realizaron talleres de producción comunicacional, stands informativos, intervenciones artísticas y una charla debate con la presencia de mujeres referentes en el campo de la comunicación, el arte y la organización territorial. El objetivo general fue reflexionar sobre el abordaje que realizan los medios acerca de la violencia contra las mujeres.

Los dos museos de la UNGS –el de la Lengua y el Imaginario–, la Diplomatura en Géneros, Políticas y Participación y la Licenciatura en Comunicación organizaron una jornada sobre “Violencias, comunicación y género”. Un caluroso miércoles de primavera, a media tarde, llegaron ellas y ellos, las que se reconocían feministas y las que aún no, las y los estudiantes de distintas carreras, los que cuestionan sus privilegios y lo traducen en sus prácticas, las vecinas que custodian en su andar la historia barrial, las “inconvenientes” que buscan nuevas palabras porque lo nuevo no puede ser nombrado con viejas letras y lenguajes colonizados de odio e inequidad, las expertas que se predisponen a aprender, las aprendices que se animan a enseñar. Todxs quienes creen, necesitan y están dispuestxs a “ser parte”, “formar parte” y “tomar parte” de otra comunicación posible.

La invitación fue a pensar la comunicación en general, y el tratamiento de la información sobre violencia contra las mujeres e identidades feminizadas en particular, en clave plural, integral, democrática y no sexista. Con ese horizonte se dispusieron talleres de producción comunicacional en diversos soportes y lenguajes, un espacio para revitalizar el derecho a expresarnos, para articular palabras e imágenes en clave transformadora, y refrendar que la comunicación es un derecho que nos incumbe y no una mercancía que se negocia en los escaparates del espanto y del mercado. Justo en el año en el que asistimos a graves retrocesos en la materia y al desarme del andamiaje institucional y normativo que supo garantizar la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

Tras los talleres de escritura, de producción gráfica y radiofónica, tuvo su turno un panel con mujeres referentes en el oficio del contar e informar, de construir sólidos cimientos “desde el pie” y con un compromiso decidido por la visibilidad no estandarizada de las mujeres y colectivos de la diversidad contra todas las violencias que vulneran nuestros cuerpos y proyectos vitales. Marta Dillon, querida y respetada editora del suplemento “Las 12” del diario Página 12, Sonia Mendoza, referente barrial y Presidenta de la Mutual “Primavera”, la periodista Natalia Biazzini, comprometida con abordar y problematizar el tratamiento de las noticias sobre violencia de género en el noroeste del conurbano bonaerense y Marga Steinwasser mostrando el carácter profundamente político del arte fueron las encargadas de aportar su mirada y voz a este círculo de sororidad desde donde nos empeñamos en la labor de tejer resistencias.

Nada de lo sucedido fue casual. La jornada se vino gestando aún sin nombrarse ni pensarse como tal con el impulso de un viaje compartido al último Encuentro Nacional de Mujeres realizado en la ciudad de Rosario; con la fuerza y capacidad organizativa de trabajadoras, estudiantes y graduadas de la UNGS autoconvocadas en derredor de un #NosotrasParamos tan legendario como estremecedor. Todxs juntxs lo hicimos posible, y no en cualquier año. Esta jornada habla a las claras de este año de gobierno de la alianza electoral Cambiemos.

Porque cuando “Cambiemos” dijeron, el reloj de las conquistas colectivas volteó hacia el pasado, los derechos conseguidos y los que restan por alcanzar fugaron hacia atrás, en doliente retirada. Signos de retroceso en los derechos de las mujeres por pérdida de programas sociales y achicamiento de presupuestos para políticas públicas que las/nos favorecen, aumento sostenido de la brecha de género que separa a mujeres trabajadoras de varones trabajadores, niveles de desocupación y subocupación dos dígitos mayor que los que afectan a los varones. Estamos expuestas a mayor violencia patriarcal y más profunda vulnerabilidad. Desde nuestra Universidad, nos dimos cita para parir redes como parimos palabras, contras las violencias que asestan sobre nuestros cuerpos e identidades a modo de mensaje “ejemplificador” y restaurador de la “jerarquía patriarcal”.

Mariela Bernárdez