Historia, presente y porvenir

6 octubre, 2020 - 6 minutes read

 

 

La Universidad Nacional de General Sarmiento ha hecho del estudio de los problemas de la organización económica de la sociedad y de la búsqueda de alternativas frente a sus injusticias motivos principales de sus esfuerzos investigativos y docentes desde el inicio mismo de su jornada. La cuestión educativa, el trabajo con las escuelas, la preocupación –más acá y más allá de ellas– por la niñez, la adolescencia y la juventud, también fueron, a lo largo de estos años, motivos de especial preocupación y campos de trabajo en los cuales la UNGS viene haciendo aportes significativos. Y otro tanto corresponde señalar sobre los estudios con los que los equipos de la Universidad vienen acompañando las primicias que trae consigo, desde hace tiempo, pero sobre todo en los últimos diez o quince años, el gran movimiento de mujeres y los feminismos que han renovado, en nuestro país y en todas partes, nuestras agendas académicas, sociales y políticas.

Mencionamos estos tres campos de estudio, enseñanza y aportes de la UNGS a los debates públicos porque se trata de tres campos de problemas que se han visto fuertemente sacudidos por la actual crisis sanitaria, que nos obliga a empeñar nuestros mejores esfuerzos en la comprensión de lo que pasa. De lo que pasa y de lo que es posible hacer (de lo que las sociedades y sus gobiernos pueden hacer) para paliar los efectos más devastadores de la crisis y para que podamos salir de ella, cuando eso ocurra, en mejores condiciones para volver a imaginar un futuro colectivo menos miserable. Algo de eso es lo que tratamos de presentar hoy a los lectores y a las lectoras en esta nueva “subida” de materiales de esta edición especial, virtual, de Noticias UNGS, en la que pueden encontrarse una cantidad de reflexiones sobre algunos de los problemas de nuestra economía en esta situación: sobre el modo en que la pandemia viene afectando el mercado de trabajo, sobre el problema –al que la coyuntura política más inmediata ha vuelto muy actual– de la coparticipación federal, sobre los rasgos más destacables que presenta, desde el punto de vista de nuestra preocupación por la educación en general y por la educación superior en particular, el presupuesto que se discute hoy en el Congreso, sobre los problemas que plantea el bajo niveles de bancarización de los sectores populares al despliegue de ciertas políticas sociales. Junto a ese puñado de notas, otras de las que “subimos” esta vez se refieren a los modos en que la pandemia y el aislamiento reformulan los desafíos de la educación sexual de nuestrxs niñxs y adolescentes, así como a lo que la Universidad viene haciendo para ayudar a reducir las situaciones de violencia doméstica.

Dejamos para el final el anuncio de una nota que nos permite ser muy optimistas (como tantas de las que venimos publicando en esta “edición especial” de esta revista) en relación con los desafíos que nos esperan más allá de esta situación, aunque sin duda también a partir de todo lo que hayamos sido capaces de aprender en ella y a partir de ella. Nos referimos a la noticia de la creación de la Maestría en Género y Derechos que han puesto en marcha, juntas, la UNGS y la Universidad Autónoma de Entre Ríos. Por muchos motivos, desde el modo en que se gestó y en que se va a desarrollar hasta la forma en que recoge todo lo que en la Universidad se viene haciendo y pensando en relación con este problema fundamental de nuestra vida común, creemos que la creación de esta Maestría, sancionada en la última sesión del Consejo Superior, resume todo el entusiasmo que a pesar de todo creemos que es posible seguir transmitiendo en este número de

Noticias UNGS

 

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